Las versiones sobre lo que ocurrió en la reunión entre Podemos e IU donde se frustró la posibilidad de una candidatura unitaria en diciembre difieren mucho según a quién se le pregunte. El secretario de Organización de IU en Andalucía, José Antonio Valero (Málaga, 1982), estuvo en la cita y explica por teléfono a eldiario.es cómo fue. Valero es una de las personas de la máxima confianza de Alberto Garzón en Andalucía. Ambos militan en Málaga y son de la misma generación.
¿Era la primera reunión con representantes de Podemos?
No había habido reuniones previas, solo contactos informales que nos permitieron sondear por dónde íbamos cada uno y por dónde podía transcurrir un futuro acuerdo. Pero una reunión formal con mesa, luz y taquígrafos no habíamos tenido.
¿En Andalucía tampoco?
Contactos, pero sin reuniones. Ambos tenemos grupo parlamentario y compartimos muchos espacios. No es inevitable, sino que es deseable que se hable.
Podemos ha argumentado que el motivo de la ruptura es que ustedes propusieron como línea roja de la negociación constituir una coalición electoral. ¿Existió esa línea roja?
Eso es lo que más lejos estaba de nuestras pretensiones. Fuimos absolutamente explícitos y claros desde el principio y les dijimos que no íbamos a negociar y que estábamos dispuestos a hablar de todo. Lo que sí queríamos era plantear el marco del diálogo en el que se hablaría de todo, desde la reforma jurídica hasta la visualización de los distintos perfiles en la campaña. Nosotros no pusimos ningún elemento que pudiese cerrar la oportunidad a una próxima reunión. Es más: nos fuimos de esa reunión con el compromiso de que nos íbamos a volver a ver el jueves [por hoy]. Si hubiese habido una línea roja infranqueable por ellos o por nosotros no hubiéramos quedado.
Pero a IU el debate de la fórmula jurídica sí le interesa mucho, ¿no plantearon nada en este sentido?
No es que nosotros no planteáramos que teníamos que hacer una coalición sí o sí. Es que ellos nos hicieron una propuesta de partido instrumental. Nosotros les señalamos las debilidades jurídicas y electorales que eso tiene, que las hemos visto en las municipales de mayo: problemas para registrar los partidos con tan poco tiempo o pérdida de votos en determinadas circunscripciones, por ejemplo. Nosotros les planteamos que por qué lo que sí les valía en Cataluña o Galicia no podía estudiarse en este proceso de diálogo.
¿Podemos les propuso crear un partido instrumental?
No en todas partes. En algunos territorios, allí donde ellos entendían que se podía llegar a un acuerdo. Nosotros no es que les planteáramos la coalición sí o sí, sino que les explicamos que su propuesta hacía aguas por todas partes. Nosotros lo que les planteamos fue el marco programático, el papel de Ahora en Común como sujeto protagonista y el tipo de campaña que queríamos hacer. En otras cosas a lo mejor no estábamos de acuerdo, como el equipo de campaña o la fórmula jurídica, pero si en lo global había acuerdo, en esto no iba a haber problema por parte de IU. No hubo ningún asunto que bloqueara la negociación. La reunión duró una hora y cuarto; si hubiera algún elemento que bloqueara, se habría acabado antes. Me sorprende la ruptura unilateral.
¿Y por qué cree que se produjo la ruptura?
En mi opinión, a la dirección de Podemos le cuesta entender que una fuerza de cambio y una candidatura unitaria contemple una pluralidad con una carga ideológica potente de la izquierda, desde el feminismo, el marxismo o el pacifismo.
¿Hablaron de la composición de las listas o de cómo encajar a personas de IU?
Ellos ofrecieron encajar a personas en puestos de algunas provincias. Y nosotros planteamos que no íbamos a negociar números y provincias, que ese no era el problemas. Ellos insistieron mucho, 'cuántos queréis, cuántos queréis', como si fuéramos mercaderes. Y nosotros nos cerramos en banda a que ese fuese un problema. Planteamos que si éramos capaces de entedernos en todo lo demás, veríamos luego la previsión de diputados, vemos qué plantea Ahora en Común. Y sobre esa base, decidimos.
¿En la propuesta que les hicieron se mencionó explícitamente a Alberto Garzón?
Ellos insistieron en que le ofrecían el número uno de Málaga.
Mencionaba antes la relación que hay en Andalucía entre Podemos e IU. ¿Cree que ha influido la situación en esa comunidad?
En la relación de IU y Podemos en Andalucía hay mucha teatralización. De vez en cuando hay salidas mediáticas subidas de tono que no vienen al caso, pero en el día a día, en el Parlamento andaluz, la relación es de cordialidad y de mucha convivencia. Hay momentos que votamos distinto, pero no hay un conflicto.
Alberto Garzón aseguró el miércoles que Ahora en Común sigue siendo su apuesta, pero la marca está registrada y las personas que la tienen no quieren cederla para confrontar con Podemos. ¿Con qué marca concurrirá IU?
Eso no va a ser un problema. Ahora en Común lo que menos es, es una marca. Es un espacio de confluencia donde hacer primarias abiertas a la ciudadanía. ¿Qué concreción va a tener eso en una papeleta? Ahora en Común tendrá que valorar sus opciones. Esto ya pasó en las municipales con la marca Ganemos. Lo que importa es que el proceso real no se frustre.