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Podemos convierte la “remontada” en nueva consigna durante el regreso de Pablo Iglesias a Sevilla

Pablo Iglesias siente que ya sólo compite contra Mariano Rajoy, porque se ha creído las encuestas que les sonríen y han convertido la “remontada” en la nueva consigna de Podemos, y ha sonado mucho en el penúltimo día de la campaña de las elecciones generales del 20 de diciembre. Con un discurso más comedido de lo habitual este jueves en Sevilla, sólo de pasada ha criticado a PSOE y C's, pero con el PP no ha dejado títere con cabeza: desde Mariano Rajoy hasta Celia Villalobos, pasando por Ana Botella o Francisco Camps, todos han cabido en su intervención.

“El problema del PP es que presenta un balance de resultados que se define con dos palabras: corrupción y desigualdad”, ha expresado, para precisar que no iba a “insultar a nadie”, pero sí a “decir la verdad” como que “no se puede convertir este país en el cortijo de una banda de mangantes”.

El candidato a la presidencia de Podemos se subía a ese escenario que pisó el pasado 17 de enero, cuando el partido cumplía un año y estaban en juego las primeras elecciones autonómicas a las que se presentaba, las de Andalucía, que los convirtió en tercera fuerza con 15 diputados. 11 meses después ha vuelto a llenar el auditorio del Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla, con capacidad para unas 3.500 personas, para pedir el voto para el 20 de diciembre en un territorio con 61 diputados en juego y dominado por el PSOE de Susana Díaz, a la que ninguno de los oradores ha mencionado esta vez.

“Cuando sea presidente no podrá haber ningún banquero que descuelgue el teléfono para decirme que le debo un favor”, ha empezado Pablo Iglesias para agradecer a los ciudadanos que han contribuido con microcréditos a la campaña. “No vamos a regalar los avances sociales de este país”, ha proseguido contra “los cobardes que hicieron de la Constitución Española en papel mojado”.

También ha sacado pecho con la gestión de los alcaldes respaldados por Podemos, poniendo el ejemplo de Madrid, Barcelona, Coruña, y también Cádiz, pese a las tremendas dificultades por las que pasa el gobierno de José María González (Kichi) para cuadrar las cuentas del consistorio. Ha terminado pidiendo que la ciudadanía demuestre “sonriendo” que “David puede vencer a Goliat” porque quiere ser “el presidente de un país referencia en Europa de que se pueden hacer las cosas del lado de la gente”.

Pero la que sin duda ha terminado de explotar el entusiasmo de los presentes ha sido la secretaria general del Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, quien ha intervenido después de que el auditorio entonara el himno de la comunidad autónoma. Ha rechazado “el voto útil que premia a los banqueros (...) o a las eléctricas”. Por eso, ha parafraseado a su compañero de filas Pablo Echenique para animar a los suyos: “Todo el mundo dice que tiene un cuñado de C's. Pues tenemos tres días para convencerlos”.

De hecho, si Pablo Iglesias le ha dado a los populares, ella ha comenzado con C's. De su candidato a la presidencia, Albert Rivera, ha criticado que “quiere devolver la violencia de género a las páginas de sucesos de los periódicos” y a “los crímenes pasionales del franquismo”, igual que le ha reprochado que “se haya pasado de frenada” con su postura de cara a la guerra en Siria, “más que el PP incluso”.

Pese a que Teresa Rodríguez grita bastante en los mítines, en determinados momentos ha sido casi imposible oírla, porque el público ha roto constantemente en aplausos, zapateos y palmas, mientras hablaba de “las seis leyes como seis soles” que su formación ha presentado en el Parlamento de Andalucía. “¿Sabéis cuántas ha presentado C's?”, “¡Ninguna”, ha estallado el público.

“Tanto oír de hablar de la pinza y ya nos hemos enterado de cuál es. La pinza es la que se pone C's en la nariz para soportar toda la podredumbre de la corrupción del PSOE y el PP”, ha ironizado en referencia a las constantes críticas que desde el Gobierno de Andalucía recibe su grupo parlamentario por la supuesta alianza con los populares.

“Corruptos”, “sinvergüenzas”, “explotadores” han sido algunos de los calificativos con los que ha continuado para pedir el fin del bipartidismo y que, con votos, la ciudadanía mande “al cajón” a los políticos que lo representan, como ya ha hecho con José María Aznar, por su “belicosidad” y “amor por las bombas”, que echó a la gente a la calle con el “no a la guerra”; con José Luis Rodríguez Zapatero, por “traicionar” su programa; y, “el próximo 20 de diciembre, con Mariano Rajoy”.

Le ha tomado el revelo el secretario Político de Podemos, Íñigo Errejón, convencido de que la campaña le “sienta bien” y ya están “construyendo país”. Por eso ha reclamado hasta el último voto. “No les estamos pidiendo que cambien, porque ustedes no lo hacen. Les estamos pidiendo que dejen paso y devuelvan las instituciones al pueblo”, ha dicho a los viejos partidos, convencido de que Podemos gana día a día: “Ojalá esta campaña durara un mes más”.

Tras dos horas y media de mitin, le ha tocado a Sergio Pascual, número 1 por Sevilla para el Congreso de los Diputados, quien ha instado a los presentes a ir a buscar fuera a los indecisos o a los que estén pensando en “votar al niño bonito del IBEX” pero también a los que “alguna vez en el pasado votaron a un partido que se sentaba con los trabajadores y ahora lo hace en el consejo de administración de las grandes empresas”. Un PSOE “decente que ya no existe, porque ese partido hoy es Podemos”. Pero no había acabado el evento. Si la convocatoria era a las 19.00, pasaban ya las 21.45 cuando se ha subido al escenario un grupo de niños para leerle a Pablo Iglesias sus propuestas. Para despedirse finalmente, tras casi tres horas, entre abrazos.