De los más de 80.500 inscritos que Podemos reconocía en Andalucía cuando sometió a consulta las negociaciones para la investidura el pasado mes de abril, ha pasado a 70.705 en el nuevo recuento ofrecido para las primarias cuya votación empieza este lunes y se extenderá hasta el 9 de noviembre con tres diputadas del Parlamento de Andalucía en disputa: Teresa Rodríguez, Carmen Lizárraga y Begoña Gutiérrez. Una caída en los últimos seis meses de más del 10% en la cifra de unos simpatizantes, que no están obligados a pagar ninguna cuota de partido, y para la que desde la formación no dan una explicación clara, más allá de que “se ha depurado el censo”.
El porcentaje de seguidores en Andalucía es el más importante de la formación liderada por Pablo Iglesias, que hace seis meses cifraba en 393.358 los inscritos en toda España y que a día de hoy eleva a 436.059. De este modo, la caída en Andalucía contrasta con el incremento en el conjunto del país. Ha sido generalizada en todas las provincias, especialmente en Jaén (con casi un 13% menos de inscritos), y más contenida en Sevilla (con un descenso de poco más del 9%).
La votación para este duelo por el liderazgo exclusivamente femenino comienza mes y medio después de que la candidata a la reelección, Teresa Rodríguez, anunciara la convocatoria de la asamblea, y tras una campaña marcada por la polémica en torno a la idoneidad de la fecha, porque los críticos le han reprochado la “precipitación” y que Andalucía no tenga tiempos propios para este debate. De hecho, se ha tenido que encajar con la recta final del bloqueo en la investidura de Mariano Rajoy, el Debate del Estado de la Comunidad e incluso -esta misma semana- con el pleno de los presupuestos de la Junta de Andalucía.
Sin embargo, Teresa Rodríguez se ha ajustado a los tiempos brindados por el secretario de Organización, Pablo Echenique, por los “claros síntomas de agotamiento” del proyecto tal y como está hoy día. Lo que sus rivales, por su parte, han achacado a un interés por intentar quitarse críticos de encima con una ejecutiva más a su medida, dado que una única candidatura podrá copar hasta el 80% de los órganos de dirección, mientras que en estos momentos las fuerzas están muy repartidas entre las diferentes corrientes.
No ha sido el único punto de conflicto, sino que ha habido otros dos destacados y en cierta medida relacionados con la falta de tiempo para organizarlo todo. De este modo, le siguieron la polémica por las posibilidades de contar todas las candidaturas con el censo para la campaña, que finalmente se ha facilitado a menos de una semana de la votación. Y posteriormente, en torno a cómo se hacía el debate entre las tres candidatas, que finalmente fue el pasado viernes, vía streaming pero puerta cerrada, y en la sede del grupo en el Parlamento de Andalucía. Una decisión está última de la mayoría del comité electoral, donde están las tres candidaturas representadas, pero de la que 'Andalucía plaza plaza' se ha desmarcado por considerar que no es apropiado el uso de la institución para ello.
En este contexto, las tres candidaturas, lideradas por Teresa Rodríguez ('Por una marea andaluza'), Carmen Lizárraga ('Ahora Andalucía') y Begoña Gutiérrez ('Andalucía plaza a plaza'), se enfrentan por los órganos de dirección en una comunidad autónoma clave en el reparto de poder dentro del partido. Dentro de los tres proyectos hay un común denominador que puede marcar la futura relación con el resto del partido, y es la reclamación de su autonomía como organización.
Comunes denominadores
Las tres candidatas han hablado de la necesidad de un CIF y estatutos propios para Podemos en Andalucía. Begoña Gutiérrez lo promete para el primer mes en caso de que sea elegida, y como Carmen Lizárraga, hace hincapié en la necesidad de que cuenten con un verdadero subgrupo en el Congreso de los Diputados, mientras que las dos echan en cara a Teresa Rodríguez que lo proponga también en los documentos de su candidatura sin haberlo propiciado en el año y medio que lleva de líder.
Otro punto está en la organización de los órganos de dirección. El equipo de Teresa Rodríguez ha abogado por convertir la secretaria general en “coordinadora general”. Lo ha presentado de este manera el actual secretario de Organización y miembro de la lista, Jesús Rodríguez, para quien Teresa Rodríguez es el “mejor liderazgo suave” para la formación. Una exposición que ha aprovechado para criticar la “deslealtad” de la ejecutiva saliente con la líder, en referencia a los críticos que la integran.
Por su parte, Carmen Lizárraga propone el modelo más transgresor, el salido del documento 'Andalucía en común', elaborado por Juan Moreno Yagüe y Francisco Jurado Gilabert, donde directamente se apuesta por la paulatina eliminación de la figura del secretario general. De hecho, se presenta prometiendo que si gana, en un año dejaría de ser la secretaria general por la puesta en marcha de esta estructura.
De su lado, Begoña Gutiérrez ha prometido consultar a la militancia sobre los principios de este mismo documento para aplicarlo si así lo decide la mayoría. Ella ha hecho especial hincapié en la necesidad de fomentar la participación también de los que no tienen la posibilidad de ser militantes con un elevado nivel de compromiso debido sobre todo a problemas de conciliación.
La apuesta por una “despatriarcalización” o “feminización” del partido, según la terminología que prefiere cada una de ellas, es otro de los puntos de coincidencia, igual que la apuesta por el municipalismo, donde 'Por una marea andaluza' pone el foco en la comarcalización a la hora de estructura la organización; 'Andalucía plaza plaza' en la necesidad de dotar de recursos a los círculos, con un compromiso de destinar el 20% del presupuesto a los municipios; y 'Ahora Andalucía', en la necesidad de que la descentralización no sea sólo con respecto a Madrid, sino dentro de “una comunidad autónoma tan extensa y diversa”.
El resultado de este proceso, en el que Teresa Rodríguez parte con clara ventaja, entre otras cosas por su mayor popularidad, permitirá también ver si los inscritos con derecho a voto, que rondan los 40.000 del censo, apuestan por un Podemos más vinculado a la Izquierda Anticapitalista y a la protesta en la calle o por la moderación para ser el instrumento de los grandes consensos sociales del 15M, aprovechando el bagaje en las instituciones para cambiar las cosas. O lo que es lo mismo: más alineado con las tesis de Pablo Iglesias, como es el caso de Teresa Rodríguez; con las de su secretario Político, Íñigo Errejón, reflejado en el proyecto de Begoña Gutiérrez; o encuadrada en una tercera vía que mama sobre todo de los errejonistas y que es la que representa Carmen Lizárraga.
Otra de las cuestiones que habrá que ver son las consecuencias que este proceso pueda tener en el grupo dentro del Parlamento de Andalucía, con 15 escaños, dado que la candidatura de las tres diputadas han dividido los respaldos de todos sus compañeros. La tensión se ha incrementado en algunos casos más que en otros. En este sentido, Teresa Rodríguez ha visto distanciarse a Carmen Lizárraga, a la que antes de que presentara 'Ahora Andalucía' le propuso incluso que fuera en su candidatura, pero se topó no sólo con que le disputaba la secretaría general, sino que lo hizo con un manifiesto muy crítico contra su gestión y “falta de altura política”, del que se vieron obligados a recular. Mientras, el aislamiento en torno a Begoña Gutiérrez, del núcleo duro de los errejonistas, se ha hecho más evidente todavía.
No obstante, en el debate la pasada semana, todas coincidieron en su compromiso de trabajara para gestionar esta pluralidad, independientemente de quién gane. “Somos el mejor grupo en el Parlamento de Andalucía”, llegó a exclamar Carmen Lizárraga mientras sus dos compañeras asentían con la cabeza.