Polémica por un vídeo del presidente de Nuevas Generaciones del PP de Sevilla bailando en una discoteca con amigos y sin mascarilla

Daniel Cela

17 de julio de 2020 19:45 h

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El presidente de Nuevas Generaciones del PP de Sevilla, Pedro González, y el ex portavoz popular en la Diputación Provincial, Luis Paniagua (antiguo protegido de Javier Arenas), se han visto este viernes en el centro de una polémica tras la difusión en redes sociales de un vídeo en el que aparecen bailando en una conocida discoteca de la capital andaluza, junto a amigos y familiares, sin respetar la distancia de seguridad y sin mascarilla de protección contra el coronavirus. El vídeo fue grabado en la madrugada del viernes por una de las jóvenes presentes en la fiesta -la prima de González-, que posteriormente lo publicó en su cuenta personal de una red social.

En pocas horas se hace viral en internet, y los dos dirigentes del PP sevillano -que también son concejales- empiezan a recibir una cascada de críticas: por saltarse las normas de seguridad para prevenir los contagios de coronavirus ordenadas por la Consejería de Salud del Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos; o por emular el llamado “baile del ataúd” -otro vídeo viral humorístico en el que aparecen seis africanos portando un ataúd en una especie de ritual funerario- el mismo día en el que se habían celebrado los funerales de Estado por las víctimas de la pandemia de coronavirus.

González, que también es vicesecretario de Organización de Nuevas Generaciones en el PP nacional, ha asegurado a este periódico que “tiene la conciencia tranquila” porque “en ningún momento se incumplió ninguna norma de seguridad” contra la Covid-19. Fuentes del PP de Sevilla explican que el partido “da por buenas sus explicaciones”, que se circunscriben “al ámbito privado”, y que “por el momento no se ha demostrado que hicieran nada irregular”. En el Gobierno de Juan Manuel Moreno admiten cierto “malestar” porque las imágenes de los jóvenes dirigentes populares “empañan el llamamiento a la responsabilidad” que el consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha lanzado precisamente a los jóvenes andaluces.

Según el relato de González, eran seis personas que celebraban el cumpleaños de un amigo en un reservado de la discoteca Rosso (Antique), un popular local de ocio nocturno en la Isla de la Cartuja, en Sevilla, “que aplica un escrupuloso protocolo de seguridad” con sus clientes. “Sólo estábamos un grupo de amigos en un reservado delimitado por mamparas. Una vez allí, puedes bailar, estrechar la distancia física y quitarte la mascarilla, porque ahí no es obligatorio llevarla”, dice González, y añade que para salir del reservado había que volver a ponerse la protección en la boca y volver a limpiarse las manos con gel hidroalcohólico.

El pasado 19 de junio, unos días antes de que finalizara el estado de alarma, el Consejo de Gobierno de Andalucía aprobó una batería de 400 medidas para regular la llamada “nueva normalidad” en esta comunidad, medidas de seguridad que afectaban a todos los ciudadanos y prácticamente a todos los sectores de la economía, particularmente en la hostelería. La Consejería de Salud, en consonancia con lo establecido previamente por el Ministerio de Sanidad, limitó al 40% el aforo en las discotecas y locales de ocio nocturno. También prohibió expresamente el baile en estos locales, pero sí permitió ocupar las pistas con más sillas. En los establecimientos cerrados, los clientes deben permanecer sentados, no de pie, y también deben mantener la distancia de seguridad. “La organización de la circulación de personas y la distribución de espacios deberá modificarse, cuando sea necesario, con el objetivo de garantizar la posibilidad de mantener la distancia mínima de seguridad”, dice la norma de la Consejería de Salud. La distancia de seguridad mínima es de dos metros.

“Los establecimientos de esparcimiento y de esparcimiento para menores podrán proceder a su reapertura al público tanto para el consumo dentro del local como en las terrazas al aire libre, si dispusieran de ellas. Dentro del local no podrá superarse el 40% del aforo, distribuido en mesas o agrupaciones de mesas. Cuando existiera en el establecimiento un espacio destinado a pista de baile o similar, el mismo podrá ser utilizado para instalar mesas o agrupaciones de mesas, no pudiendo dedicarse dicho espacio a su uso habitual”, dice el artículo 15.a de la citada orden del 19 de junio.

Además, desde este miércoles, el Gobierno de Moreno ha impuesto el uso obligatorio de la mascarilla tanto en espacios abiertos como en recintos cerrados. La orden pone tres excepciones: los menores de seis años no deben llevarla, tampoco quien esté tomando el sol en la playa (si no se mueve de su espacio) o bañándose. En bares, restaurantes y espacios de ocio, la mascarilla es obligatoria excepto cuando se consume: al comer o beber. La norma no es profusa en detalles, pero la consejería aclara que “quitarse la mascarilla para cualquier cosa que no sea comer o beber es ilegal”, y se pena con una multa de 100 euros, “incluido hablar sin ella durante la sobremesa”.

En el polémico vídeo aparecen seis jóvenes -cuatro chicos y dos chicas- bailando sin mantener la distancia mínima de seguridad y sin llevar mascarilla. González lleva en el hombro un taburete del local, simulando el féretro del citado 'vídeo del ataúd“ que se viralizó en internet. El dirigente popular insiste en que tanto su actitud y la de sus amigos, como la de los dueños de la discoteca, se ajustan a la normativa. ”Si hubiéramos bailado en el centro del local, sí habríamos incumplido la ley, pero precisamente la pista de baile de la discoteca estaba cerrada. En el reservado sí se puede bailar“, subraya. Respecto a la distancia de seguridad, sostiene que estaban consumiendo copas, ”y cuando se consume se rompe esa distancia, como cuando comen cuatro en una mesa“. Y sobre el uso de la mascarilla, también recalca que no es obligatorio mientras se consume, ”y estábamos consumiendo“.

Tras la polémica, González ha hablado con el dueño de la discoteca, que le ha trasladado su “tranquilidad” porque “el cumplimiento de la norma es riguroso y la legalidad es máxima”. Los locales de ocio o restauración que incumplan la normativa de Salud se exponen a multas de 600 a 30.000 euros.

La Consejería de Salud no ha querido interpretar oficialmente las imágenes que aparecen en el vídeo para determinar si sus protagonistas o el establecimiento incumplen la normativa vigente. “La instrucción del procedimiento sancionador la tiene el Ayuntamiento de Sevilla”, que será remitido al departamento del consejero Jesús Aguirre si finalmente se abre una investigación. Desde el Consistorio aseguran que, de momento, no consta ninguna instrucción abierta al respecto.

Sevilla era, hasta hoy, la única provincia de Andalucía que se mantenía libre de rebrotes de contagios por coronavirus. En las últimas horas, la Junta ha reportado un nuevo foco de infectados en el barrio de Los Remedios, donde se han registrado cinco positivos, todos miembros de una misma familia.