“Nosotros no estamos ahora en crisis. Lo hemos estado siempre”. Es la frase de una vecina del Polígono Sur que ilustra la realidad de unos barrios de Sevilla, imprescindibles en todo periodo electoral, marcados por la marginación y por varios planes de recuperación emprendidos por las administraciones que no terminan de dar resultado. La muerte este miércoles de una niña de 7 años en el trascurso de un tiroteo en el Polígono Sur, en el sector conocido como Tres Mil Viviendas, pone en evidencia que algo sigue fallando en un territorio donde una violencia larvada en el tiempo estalla de vez en cuando, aunque los responsables políticos se han apresurado en decir que este hecho no puede ensombrecer el trabajo de los últimos años.
Ese trabajo tiene como instrumento clave el Comisionado del Polígono Sur. Pero desde que su responsable, Jesús Maeztu, lo dejara hace casi tres meses para convertirse en el nuevo Defensor del Pueblo Andaluz, no tiene sustituto. Los meses de verano, unidos a la crisis de gobierno en la Junta de Andalucía, han dejado aparcada la cuestión. No parece prioritaria. Eso pese a que desde que se creó en 2003 esta figura, pionera en la lucha contra la marginalidad, se había convertido en un valioso interlocutor entre los vecinos y las administraciones -Gobierno de la Nación, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla van de la mano en este asunto- en un empeño conjunto por mejorar las cosas. Su objetivo: poner en marcha un plan integral de regeneración de estos barrios que superan ya los 50.000 habitantes, de muy diversa procedencia, y que comenzó a ser poblado en los años 60 del siglo pasado.
Diez años después el balance es desigual, como reconocía el propio Jesús Maeztu en su despedida del cargo. “Se ha hecho un 50% de lo pretendíamos, por lo que queda mucho trabajo”. Calcula que estamos en el ecuador y que es necesaria otra década, y para ello hace falta dinero, lo que se complica en el actual contexto de crisis que ha ido mermando la dotación para este proyecto que se está desarrollando en barrios que fueron levantados a base de viviendas de promoción pública arrinconadas en la periferia. En su mayoría se destinaron a familias con muy pocos recursos y con el tiempo fueron derivando hacia traspasos ilegales de unas a otras -donde nada estaba escriturado- mientras irrumpía el tráfico de droga y de armas, dos negocios a los que de tanto en tanto la policía le asesta algún golpe.
No le gusta a Jesús Maeztu hablar sin datos, y por eso, resume con cifras lo ejecutado: 530 viviendas rehabilitadas y 1.700 viviendas escrituradas, demolición de 180 patios que ocupaban ilegalmente la vía pública, 105 personas contratadas en formación en la escuela taller y dos talleres de empleo, formados 76 jóvenes en riego de exclusión laboral gracias al aula abierta, título oficial de monitores de ocio y tiempo libre para otros 60… Números que se unen a la normalización que ha supuesto que los autobuses urbanos vuelvan a circular por sus calles o que llegue también la correspondencia. Logros muy significativos en unos barrios donde hasta los bomberos han tenido que ir escoltados por la policía para no sucumbir a las pedradas con las que eran recibidos.
La falta de un nombre para continuar con este proyecto, se debe, según ha apuntado el portavoz municipal del PSOE en Sevilla, Juan Espadas, a que se busca un “perfil complejo”. Ha insistido, de todas maneras, en la necesidad de nombrar a alguien cuanto antes. “Se está buscando a una persona que reúna el perfil, no se quiere fallar porque no es un nombramiento sin más. El Polígono Sur cuenta con una hoja de ruta y un plan de trabajo absolutamente identificado, pero necesita un liderazgo”, ha recalcado el líder de la oposición, para quien es necesaria “una reunión al máximo nivel” de las administraciones implicadas en el plan integral, que según él “ha cerrado un ciclo, pero hay que definir nuevas prioridades porque la situación social ha cambiado”.
¿Por qué no hay nuevo comisionado todavía?
La realidad es que ese nombre tendrá que salir del consenso entre el PP, que gobierna en Sevilla, y PSOE e IU, en la Junta de Andalucía. El propio Jesús Maeztu ha hecho algunas sugerencias, como la que fuera delegada de Obras Públicas y Vivienda de Almería, con Rosa Aguilar de consejera, y luego directora general de Vivienda y Arquitectura, Ana Vinuesa, experta en programas de rehabilitación urbana. Pero diversas fuentes consultadas apuntan que, al margen de la dificultad para consensuar el nombre, está el hecho de quién paga el cargo. Hasta el momento, correspondía a la Empresa Pública de Suelo y Vivienda (EPSA), pero este organismo entiende que no es su cometido hacerse cargo de un perfil de calado social e institucional.
Después de la tragedia de este martes, los políticos se han quedado en lamentar el suceso sin haber entrado a fondo en la cuestión de qué está pasando todavía en el Polígono Sur. El delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, Francisco Javier Fernández, lo hacía a través de un comunicado donde expresaba su “pesar” por lo ocurrido. Mientras, la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, se mostraba “consternada por la pérdida de una vida inocente”.
El propio alcalde, Juan Ignacio Zoido (PP), ha trasladado su apoyo a la familia por el “terrible suceso”. Y lo hacía a través de su cuenta en Twitter, donde también destacaba el trabajo de la policía “para esclarecer cuanto antes los hechos y detener a los culpables”. También el concejal de Seguridad y Movilidad, Juan Bueno, ha deseado la “pronta recuperación” del padre de la menor, herido por arma de fuego durante la trifulca.
El Defensor del Pueblo Andaluz insistía por su parte en la necesidad de entender lo ocurrido como un “un hecho puntual”, que no corresponde con la situación “normalizada y a los avances en seguridad ciudadana” en estos barrios. Por ello, Jesús Maeztu ha confiado en que el suceso afecte a “las mejoras que se habían conseguido hasta ahora, con una convivencia entre los vecinos casi normal”.
Pero no lo ven como hecho puntual otros, como la plataforma Nosotros También Somos Sevilla, que aglutina a diversas asociaciones de este sector. En declaraciones a la agencia Europa Press, su presidenta, Rosario García, ha dejado claro que esto ocurría antes y después del plan integral para el barrio: “Las armas están a la orden del día en el Polígono Sur porque las administraciones no hacen la función que deben”.