El PP ha conseguido en las elecciones de Andalucía el 43,1% de los votos, pero se ha llevado el 53,2% de los escaños que componen el Parlamento autonómico. La diferencia entre ambas cifras se debe al sistema electoral andaluz, que tiende a premiar al partido más votado y que, en esta ocasión, ha tenido como principal beneficiado al PP de Juan Manuel Moreno Bonilla. Con una diferencia de diez puntos entre su porcentaje de voto y su porcentaje de diputados, se ha convertido en la formación más favorecida por el sistema electoral en toda la historia de los comicios andaluces.
También ha resultado beneficiado, en menor medida, el PSOE, que con el 24,1% de los sufragios ha obtenido el 27,5% de los escaños.
En el otro lado de la balanza, los partidos más perjudicados por este modelo han sido Ciudadanos, Por Andalucía y Adelante Andalucía. La formación encabezada por Juan Marín, con el 3,3% de los votos, ha desaparecido del Parlamento autonómico. Por Andalucía ha registrado el 7,7% de los votos pero tiene el 4,6% de los escaños y Adelante Andalucía, con el 4,6% de los sufragios, consigue el 1,8% de los diputados.
¿Por qué ocurre esto? El sistema electoral de Andalucía, que es prácticamente el mismo que se usa a nivel nacional, premia a los partidos más votados y a los que consiguen más papeletas en las provincias menos pobladas y más sobrerrepresentadas, donde las formaciones que quedan en quinta y sexta posición no consiguen escaños. La circunscripción es la provincia, los escaños se reparten siguiendo la fórmula d'Hondt y solo se tienen en cuenta a las candidaturas que hubieran obtenido al menos el 3% de los votos en la circunscripción correspondiente.
El Parlamento autonómico está formado por 109 diputados, de los cuales a cada provincia le corresponden un mínimo de ocho —para garantizar que las zonas despobladas tengan representación y evitar así que puedan acabar siendo abandonadas por las políticas públicas— y el resto se reparten por criterios de población. Como cada provincia tiene garantizado un mínimo de ocho escaños sin tener en cuenta el número de habitantes, la desproporción entre habitantes y diputados se ha mantenido a lo largo de todas las elecciones andaluzas.
En total, más de 300.000 votos de este 19J se han quedado sin representación. El caso más evidente es el de Ciudadanos, que desaparece de la institución al no hacerse con ningún escaño —es la sexta fuerza en la mayoría de las circunscripciones— y pierde sus más de 120.000 papeletas. Por número de votos le siguen después Adelante Andalucía, que pierde el 41% de ellos (69.545) y Por Andalucía (44.423 papeletas, que suponen el 16% de su total). PACMA tampoco consigue representación y pierde sus más de 35.000 votos.
¿Qué efecto tiene en los escaños la división de voto en la izquierda?
El sistema electoral y el reparto de escaños por provincias hacen difícil que los quintos y sextos partidos puedan obtener representación, como se ha explicado. En provincias como Almería, donde Adelante Andalucía se hizo con un escaño en 2018 con el 9,7% de los sufragios, ahora ninguna de las dos fuerzas que componían el espacio —Por Andalucía y Adelante Andalucía— consigue hacerse con ningún diputado con el 5% y el 1,7% de los votos, respectivamente.
Ocurre lo mismo en Huelva, donde ambas formaciones se van de vacío con el 6,5% y el 4% de los sufragios y pierden el diputado que hace cuatro años sí obtuvo Adelante Andalucía.
Si Por Andalucía y Adelante Andalucía hubiesen concurrido a las elecciones en una candidatura conjunta habrían logrado 12 diputados —suponiendo que hubiesen obtenido el mismo número de votos—, cinco más que los siete de este 19J. Por lo demás, el Parlamento que dibuja esta simulación es parecido: el PP hubiera alcanzado igualmente la mayoría absoluta aunque sin margen (justo 55 escaños), Vox se mantendría en 14 diputados y el PSOE perdería dos, quedándose en 28.
¿Cómo serían los resultados con circunscripción única?
Con un sistema de circunscripción única, el PP no hubiera alcanzado la mayoría absoluta —situada en 55 escaños— y hubiera obtenido ocho diputados menos: 50. El PSOE también perdería diputados, con 28 en lugar de 30, mientras que Vox ganaría uno, 15.
La debacle de Ciudadanos sería menor: con este modelo alcanzaría tres escaños, de manera que, aunque se quedaría lejos de los 21 de las pasadas elecciones, sí mantendría su presencia en la Cámara autonómica. Las candidaturas de izquierdas también ganarían ambas escaños: Por Andalucía obtendría ocho en lugar de cinco y Adelante Andalucía cinco en lugar de dos.