La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, ha firmado la tarde de este lunes la destitución de los tres consejeros de IU, después de que por “elegancia” les hubiera preguntado si iban a dimitir y ellos hubieran declinado esta salida. De este modo, sus competencias han sido repartidas, para los casi dos meses que quedan hasta las elecciones autonómicas del 22 de marzo, entre los consejeros del PSOE-A, y es el consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, quien asume la vicepresidencia, que ostentaba Diego Valderas, así como sus competencias de Administración Local y Relaciones Institucionales.
Ha optado así por continuar con la figura de vicepresidencia, un gesto con el que Jiménez Barrios se ha convertido en su hombre fuerte, toda vez que podía haber prescindido de este cargo. El resto de las competencias, según han explicado en el Gobierno de Andalucía, quedan para los consejeros de Educación, Cultura y Deporte, Luciano Alonso, que se hace con Turismo y Comercio, que hasta ahora gestionaba Rafael Rodríguez, mientras que María Jesús Serrano, titular de Medio Ambiente, se ocupará de Fomento y Vivienda, el departamento de la saliente Elena Cortés.
Se mantienen 11 consejerías
Con ello se ha optado por una solución lógica, en función del conocimiento que ya tiene Luciano Alonso en materia de turismo, de la que ya fue consejero, y la idea de vincular con ordenación del territorio las cuestiones que hasta ahora manejaba Elena Cortés. Está previsto que los nombramientos figuren en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) en las próximas horas. En el PSOE-A han explicado que, dado el poco tiempo que resta hasta los comicios, no se iba a buscar a nuevas personas para asumir estas competencias y por eso se ha optado por el reparto “de una manera lógica y basada en la experiencia de cada uno”.
Esta decisión implica también que la Junta de Andalucía mantiene su organigrama de 11 consejerías, si bien la titularidad de tres de ellas pasa a ser de los consejeros nombrados este lunes para asumir sus competencias. Los nombramientos se han realizado de acuerdo con la Ley 6/2006 del Gobierno de la Comunidad Autónoma de Andalucía. La norma establece que “en los casos de vacante, ausencia o enfermedad de las personas titulares de las vicepresidencias y de las consejerías, el presidente o presidenta de la Junta de Andalucía encargará el despacho ordinario de los asuntos que les competan a otras personas miembros del Consejo de Gobierno”.
Cabe recordar que de las consejerías que hasta ahora tenía IU han salido algunas de las normas más ambiciosas de la legislatura, como es el caso de la Ley de la función social de la vivienda, parcialmente recurrida en el Tribunal Constitucional por el Gobierno de la Nación, lo que ha dejado en suspenso varios de sus artículos, como el referido a la posibilidad de expropiar a personas jurídicas las viviendas vacías que no salieran al mercado del alquiler. También es cierto que esta consejería propició la mayor crisis del pacto entre las dos formaciones –hasta ahora– a cuenta del realojo de la Corrala Utopía.
Mientras, desde la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales se elaboró el proyecto de Ley de Memoria Democrática, que precisamente fue aprobado el pasado martes y que por la disolución del Parlamento de Andalucía este lunes ha caído de momento en saco roto. Pero también su gestión provocó tensiones en el Gobierno de Andalucía cuando su hasta ahora titular, Diego Valderas, propuso un viaje a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) que fue vetado expresamente por la presidenta.
Más dulce es el momento que vive la Consejería de Turismo y Comercio, que se encuentra inmersa en los preparativos para Fitur mientras Andalucía celebra el cierre de 2014 como el mejor año en el sector, en el que se han batido todas las marcas en pernoctaciones.