El pasado mes de abril, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, esbozó una ambiciosa estrategia para convocar a todas las fuerzas políticas y los agentes sociales a aunar esfuerzos, compromiso y propuestas para encarar juntos la crisis social y económica provocada por la pandemia. Moreno lo bautizó como la “gran alianza por Andalucía” y, desde entonces, ese lema encabeza los atriles del Gobierno andaluz cada vez que el presidente anuncia un hito importante en materia económica.
La gran alianza por Andalucía volvió a aparecer este lunes en la presentación solemne del plan de apoyo a pequeñas empresas y autónomos, un acuerdo de 667 millones de euros con cargo a los presupuestos de 2020 y 2021, firmado por el presidente andaluz y exclusivamente representantes del mundo empresarial. Los sindicatos de clase, CCOO y UGT, han sido por primera vez excluidos de la negociación de un acuerdo que busca aliviar la asfixia de los sectores más afectados por los cierres de negocios y, en consecuencia, el pacto rubricado este lunes no incluye las reclamaciones sindicales en materia laboral.
“No hay contrapartidas ni compromisos del empresariado para con sus trabajadores, ni siquiera se garantiza el mantenimiento de los puestos de trabajo en aquellas empresas que van a recibir las ayudas directas de la Junta, ni sabemos si se han tenido en cuenta criterios de proporcionalidad y retorno social de estos recursos públicos”, explican fuentes sindicales. En la firma del acuerdo en San Telmo estaban presentes la consejera de Empleo, Rocío Blanco, y el titular de Economía, Rogelio Velasco.
Casi simultáneamente, en el Palacio de la Moncloa, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, constituía junto a los agentes sociales la Mesa del Diálogo Social para la Recuperación, la Transformación y la Resiliencia, que servirá de “cauce” para regular el diálogo entre el Gobierno y los agentes sociales en torno al Plan de Recuperación del Ejecutivo y que se financiará con el Fondo europeo de Recuperación-Next Generation.
CCOO y UGT, actores esenciales en la mesa de concertación social que ha preservado unas mínimas condiciones laborales dignas en cada impulso económico que aprobaban los gobiernos andaluces, han sido esta vez sacados de la foto de esa “gran alianza por Andalucía” que propuso Moreno. Hace cuatro meses, Gobierno, patronal y sindicatos sí aparecieron juntos en la misma foto, al suscribir el Acuerdo de Reactivación Económica de Andalucía, una imagen que el presidente de la Junta celebró como un “éxito” de “diálogo y esfuerzo por el consenso social”. Ahora, las organizaciones sindicales denuncian que ese pacto “pende de un hilo, al no tener un desarrollo concreto de las diversas medidas incluidas en él”. “El Gobierno andaluz ha optado en estos meses por saltarse a la representación de las personas trabajadoras de Andalucía, en una carrera sin sentido contra el Gobierno de España”, han denunciado en un comunicado conjunto las direcciones de CCOO y UGT.
El pacto suscrito exclusivamente con el empresariado andaluz ha traído el efecto colateral de abrir una guerra entre los sindicatos y el Ejecutivo de Moreno, que ve peligrar su labrada imagen de líder moderado y dialogante. El incendio se produce en plena tramitación de los Presupuestos Autonómicos para 2021, que este miércoles encaran el debate a la totalidad en el Parlamento andaluz.
No es el único escenario donde se agitan las aguas, hace tan solo una semana, los cinco grandes sindicatos de la sanidad pública se rebelaron contra la orden “unilateral” de la Consejería de Salud que congelaba sus descansos, vacaciones y permisos para afrontar la elevada presión hospitalaria que ha provocado la segunda ola de la pandemia. Una norma que no fue debatida ni negociada en la mesa sectorial de Salud, y que las organizaciones de trabajadores se encontraron directamente publicada en el BOJA. El consejero del ramo, Jesús Aguirre, tuvo que salir al paso a pedir disculpas al sector y aceptó renegociar la orden (que emana de un Real Decreto del Gobierno central), aunque a día de hoy sigue vigente, y los sindicatos médicos y de enfermeros mantienen su calendario de movilizaciones.
La Junta prevé aprobar este martes un primer paquete de ayudas que contempla el play de apoyo a pymes y empresarios, que incluye una línea de subvenciones dotada con 80 millones de euros dirigido a 80.000 trabajadores por cuenta propia o autónomos. La líder de CCOO, Nuria López, y su homóloga en UGT, Carmen Castilla, ya han afeado enérgicamente al presidente andaluz que haya cercenado el diálogo social, manteniendo únicamente la negociación con la patronal, y orillando a los sindicatos. Fuentes del Ejecutivo autonómico sostienen que “la parte laboral” de la crisis económica ya está contemplada en los ERTE regulados por el Gobierno central, que en Andalucía afectan a más de 85.000 trabajadores en unas 26.000 empresas, según datos de la Consejería de Empleo.
La ausencia de CCOO y UGT en la presentación del acuerdo en San Telmo no ha restado boato al acto en el que Moreno ha estado acompañado por el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara, la federación de organizaciones de Autónomos (ATA), Lorenzo de Amor, y el presidente de las Cámaras de Comercio de Andalucía, Javier Sánchez Rojas, que han destacado que “éste es el mejor acuerdo en el peor momento posible”.
El pacto recoge ayudas directas de alrededor de mil euros por afectado hasta agotar el fondo extraordinario previsto por el Ejecutivo andaluz. Los autónomos y trabajadores por cuenta propia que podrán beneficiarse de estas subvenciones son los de los sectores de hostelería, comercio, transporte por taxi, locales de peluquería y feriales afectados por las restricciones derivadas del estado de alarma por la pandemia del coronavirus Covid-19 para “ayudar a sostener su continuidad”, evitando su “cese definitivo” y la consiguiente “destrucción de empleo”.