Cuatro andaluces han participado en el documento que defenderá Pablo Iglesias en la asamblea que la formación celebra este fin de semana en Madrid, Claro que podemos, y sus aportaciones han quedado recogidas en un texto que se presenta como favorito frente a la propuesta de la corriente liderada por los eurodiputados Teresa Rodríguez, también de Andalucía, y Pablo Echenique, con el título Sumando podemos. El polémico veto a la doble militancia o los imperativos que deben regir el código ético de los cargos orgánicos del partido son las propuestas más destacadas de Claro que podemos que han salido desde Andalucía, según han trasladado desde el equipo de Pablo Iglesias.
Lo expone Sergio Pascual, funcionario de la Junta de Andalucía y encargado de las labores de Extensión en Podemos a nivel nacional, quien resalta que el partido nace “con un sello e identidad andaluces puestos en valor por el conjunto de compañeros del resto de la geografía española”. Es uno de los cuatro andaluces -con Lucía Ayala, portavoz de Podemos en Almería; Luis Silva, del círculo de La Rinconada (Sevilla); y Guillermo Paños, de Granada- integrantes del equipo de Pablo Iglesias, que elevará una treintena de propuestas, después de haberse depurado entre más de 200. “Los documentos finales, en cuya defensa y enriquecimiento hemos participado, han recibido las aportaciones de decenas de transacciones y enmiendas e innumerables sugerencias, muchas de las cuales han partido de Andalucía. Efectivamente, entre el casi centenar de incorporaciones a los documentos, los equipos y círculos andaluces han ocupado un lugar destacado”, subraya.
En este sentido, reconoce que “en las postrimerías del proceso” se han incorporado aportaciones “definitorias” para el modelo de organización de Podemos que defiende esta corriente, y cita el caso del círculo de Maracena (Granada), que anotaba “la necesidad de limitar la doble militancia para impedir el transfuguismo y el arribismo”. Una medida que ha generado un verdadero revuelo en el seno de una organización donde hay muchos militantes de otros partidos -sin ir más lejos la propia Teresa Rodríguez es de Izquierda Anticapitalista- y ha impedido cualquier posibilidad de consenso entre las dos corrientes pese a que hasta el final se han intentando llegar con un único documento.
Otras ideas
No ha sido la única aportación, pese a que pueda resultar la más llamativa. Sergio Pascual cita que desde los círculos de Granada y Sevilla, por ejemplo, ha llegado la aportación para el preámbulo del documento donde se defiende que en la nueva forma de hacer política que propone Podemos “el viejo militante es ahora un facilitador de la participación ciudadana”.
Por otro lado, también considera “fundamental” la aportación del círculo de Empleados y Empleadas Públicas de la Junta de Andalucía, que introducía en nuestro código ético “un conjunto de imperativos para futuros altos cargos de Podemos en las instituciones”, con el título Cero privilegios.
Desde el círculo de Málaga Oeste se recalcaba “la necesidad de institucionalizar la competencia para la creación de órganos intermedios de la organización, ya sean comarcales, provinciales o interprovinciales”, según precisa Sergio Pascual, quien también destaca las propuestas de otros “en tareas de sistematización de los procesos de transparencia económica de la organización”, que han incorporado el resultado de su trabajo con anexos sobre nuevas formas de participación ciudadana y en un protocolo financiero.
Celebra de esta manera la marca que los andaluces han puesto a un documento que en realidad son tres -político, organizativo y ético- para “maximizar las posibilidades de disputar las elecciones generales previstas para finales de 2015”, que consideran el principal objetivo de la organización. Pero sobre todo, se muestra satisfecho de cara a la asamblea del fin de semana, “probablemente del proceso participativo y democrático más amplio y extraordinario que haya experimentado ningún partido desde la restauración de la democracia en España”.