El PSOE-A ha celebrado este lunes su ejecutiva de inicio del curso tras las vacaciones de verano y no ha faltado un análisis del bloqueo para conformar el Gobierno de España, en el que se ha abundado en la idea de que Mariano Rajoy debería retirarse como candidato porque entienden que esto permitiría que otras formaciones -pensando en los nacionalistas- faciliten gobernar a los populares sin tener que ser los socialistas los que se abstengan; algo, de lo que, de momento, no quieren ni oír hablar.
De hecho, pese a que el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, no descarta “nada”, ha matizado que de sus palabras [que ya las había adelantado unas horas antes en Canal Sur Radio] no puede desprenderse que estén por la abstención de los socialistas aunque el PP propusiera un nuevo candidato. Pero tampoco está en condiciones de cerrar del todo esta puerta, como ya dijo la pasada semana el portavoz del PSOE-A en el Parlamento de Andalucía, Mario Jiménez.
“El PSOE-A no está en la abstención aún porque no se ha producido este debate”, ha recalcado Juan Cornejo, lo que tendrá que verse “en el comité federal”. Para insistir a continuación en que pueden asumir la responsabilidad “otras formaciones”, si Mariano Rajoy “da un paso atrás”, lo que quitaría de encima todo ese peso a los socialistas, que en realidad, por el momento, recae más sobre las espaldas de Pedro Sánchez que sobre las del partido.
En todo caso, sí ha quedado en evidencia que, si esto último no se produjera, el PSOE-A ha abierto las puertas a explorar la vía de la abstención para que gobierne la fuerza más votada con la condición de que salga Mariano Rajoy como gesto que entienden les permitiría justificarse ante el electorado.
“Cuando lleguemos al río, cruzaremos ese puente”
En esta línea, ha usado la metáfora del expresidente de Andalucía y exsecretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, de la que recientemente también echó mano Pedro Sánchez: “Cuando lleguemos al río, cruzaremos ese puente”.
En paralelo, la federación más importante del PSOE, después de haber recibido con cierto estupor que el secretario general del partido apelara a las “fuerzas del cambio” el pasado viernes, en el debate del segundo intento fallido de investidura de Mariano Rajoy, como si barajase presentarse como alternativa, ha cerrado esta posibilidad. De hecho, ha visto “buena voluntad en la búsqueda de la suma” por parte de Pedro Sánchez, pero “políticamente es inviable porque hay un veto cruzado entre Podemos y C's que imposibilita cualquier tipo de acuerdo”, Por eso Juan Cornejo ha reclamado “que no se engañe a la ciudadanía”.
Precisamente, casi a la vez que se producía esta comparecencia de Juan Cornejo, tenía lugar otra de Pedro Sánchez en Ferraz, donde de nuevo insistía en su idea de hablar con todos “sin exclusiones”, si bien no concretaba más su plan.
“Vivimos una situación excepcional”, ha continuado el número dos del PSOE-A, en un receso en la reunión para responder a los medios de comunicación. “Este PP no se merece estar gobernando este país. Son unos soberbios, unos prepotentes, unos arrogantes”, ha clamado, para arremeter a continuación contra la propuesta de Mariano Rajoy del exministro José Manuel Soria para el Banco Mundial “cuando ha tenido que dimitir por tener intereses privados en paraísos fiscales”. De nuevo le ha pedido “generosidad” y que se vaya: “Está pidiendo que me voten porque soy muy guapo, por mi cara bonita, y este hombre no puede seguir”.
Pese a que la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, ha estado en la reunión, ha evitado comparecer ante los medios de comunicación, dentro de la estrategia desplegada hace mes y medio de mantenerse alejada de los focos. Se trata de un silencio que ha sido interpretado como una tregua a Pedro Sánchez, pero que también permite que sean las espaldas de éste las que carguen con una responsabilidad que no pocos en el PP, y también en el propio PSOE, han intentado colocarle a ella.
No obstante, a su llegada a la sede de la calle San Vicente, la también presidenta de la Junta de Andalucía ha sido interceptada por las cámaras y a sus preguntas se ha limitado a responder que es el momento de “debatir y reflexionar” y que los socialistas quieren “lo mejor para Andalucía y para España”, el mismo mensaje que ha transmitido luego dentro a los suyos.
El resto de los líderes
En este contexto, el resto de líderes políticos de Andalucía también se ha pronunciado a lo largo de este lunes poniendo con más o menos ambigüedades sus cartas sobre la mesa. Sí ha quedado de manifiesto que ni Podemos ni C's ven posible entrar en un mismo paquete de las “fuerzas del cambio” a las que Pedro Sánchez se refería.
En este sentido, la secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, ha remarcado en declaraciones a Canal Sur Radio que “el tema está en que C's ha reconocido que el acuerdo que le ha propuesto al PP recoge 100 de los 150 puntos que firmó con el PSOE”. Por ello, ha opinado que “llevar a cabo un acuerdo donde da lo mismo que el socio sea el PP que el PSOE, nos llevará al mismo camino que nos condujo a la crisis económica primero y a la crisis política después”.
En esa imposibilidad ha coincidido con el presidente y portavoz de C's en el Parlamento de Andalucía, Juan Marín, quien ha apuntado en la misma emisora que no tienen “puntos encuentro” con Podemos. Tras manifestar que Pedro Sánchez sabe que C's y Podemos tienen “proyecto antagónicos”, ha remarcado que si quiere “experimentar con los radicales y romper este país”, no puede contar con ellos. “Podemos no plantea un acuerdo hablando de regeneración democrática, reactivación económica o reforma laboral, sino que pide la vicepresidencia o el CNI”, ha reprochado.
Y mientras el PP-A, por boca de su secretaria general Dolores López, volvía a reclamar “responsabilidad” a Pedro Sánchez para que permita gobernar a Mariano Rajoy, el líder de IU, Antonio Maíllo, lo acusaba de practicar “política de bonsái” por no atreverse a montar una alternativa de izquierdas. “Si sigue haciendo política en pequeñito, en corto, de quedarse quieto y del miedo eso no se podrá alcanzar”, ha ejemplificado.