La Querella Argentina contra los crímenes del franquismo va a sumar nuevas imputaciones. El primer paso será presentar varias listas con acusados por violar los derechos humanos que se adjuntarán a la causa instruida por la jueza María Servini de Cubría en el Juzgado Número 1 de Buenos Aires. La intención es que la magistrada emita órdenes de extradición y detención. Como ocurrió en los casos de Jesús Muñecas y Juan Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño. Los primeros siete presuntos torturadores dados a conocer actuaron en el marco de las fuerzas armadas y de represión policial.
A estos nombres se les sumarán otros “casos de denuncias por tortura” que el abogado de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina contra los crímenes del franquismo (CEAQUA), Carlos Slepoy, presentará en Buenos Aires para formalizar las acusaciones y proponer nuevas diligencias. Después de acumular más de doscientas querellas en el proceso –abarcan “un amplio espectro de delitos”– CEAQUA pretende “que trascienda que la represión y la tortura no fue una cosa puntual sino que estaba permitido, amparado y extendido en el régimen franquista”.
Los policías acusados son:
Jesús González Reglero (Madrid, 1949). Ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía (1967) y en el grupo 'AntiGRAPO' dirigido por Billy el Niño. En 1982, un periódico nacional lo tildaba como “uno de los más duros durante la época de la represión franquista” y relacionado “con personas de la extrema derecha”. En 1979 pasa a la 'Brigada Antigolpista'. Jubilado el pasado 31 de enero, posee multitud de condecoraciones.
Alfredo Rodríguez Bonilla lo cita como torturador en su querella: “…los policías que se encontraban ahí me golpeaban e insultaban… el inspector Jesús González Reglero, este último con la cadena con la que fui detenido, sonriendo y haciéndola girar… mandó que me quitaran las esposas y que me situara a cierta distancia de la pared con las piernas abiertas… José Ignacio Giralte González y Jesús González Reglero me decían que bajara la cara… me golpeaban, por la espalda recibí golpes… con las cadenas… patadas en la entrepierna… me decían ‘di que tu madre es una puta, di que tu padre es un maricón’… estuve noqueado durante un tiempo… el siguiente recuerdo que tengo es en la enfermería”.
Ricardo Algar Barrón (1948). Entra en la Escuela General de Policía (1969), comisario en 1988. Procesado en 1974 por un delito de lesiones durante el interrogatorio de Andrés González Somolinos.
José María Galante Serrano declara: “En mi segunda detención, en la que permanecí diez días en la DGS, entre los policías que me torturaron… se encuentran Ricardo Algar Barrón y Celso Galván Abascal… el primero participó en malos tratos y vejaciones durante mi tercera detención y, en la cuarta me hizo saber que me tenía un odio particular y que, si por él fuera, yo sería de los que no salen vivos de la DGS”.
Félix Criado Sanz. Oficial del ejército, pasa a la Escala Ejecutiva del Cuerpo Superior de Policía (1942). Inspector Jefe de la Brigada de Investigación Social de Bilbao. Cruz del Mérito Policial en 1967.
Denunciado por “curas de Zamora” y por Jon Etxabe Garitacelaya, que en 1969 fue, durante siete días, “salvajemente torturado junto con otros militantes: golpes a mansalva, la rueda, la rana… El responsable de la detención e interrogatorios con torturas es Félix Criado Sanz”.
Pascual Honrado de la Fuente. Trabajó en la Brigada Político Social (BPS). Inspector de policía y Escuela de Mando del Cuerpo General de Policía. Cruz del Mérito Policial.
Denunciado por Gerardo Iglesias, ex secretario general del Partido Comunista de España (PCE) y ex presidente de Izquierda Unida: “Me trajeron a Oviedo al cuartel… me pasaron a manos de la BPS… Allí estaba Pascual Honrado de la Fuente… Era uno de los torturadores más terribles. Especializado en tumbarte al suelo dándote puñetazos en el hígado. Te daban patadas, hostias de toda clase, sufrías todo tipo de ensañamientos, aparte de humillaciones… El más bestia de todos era Pascual Honrado… un día me dijo que cuando muriera Franco ellos no iban a perder nada porque eran funcionarios… consideraban normal un empleo que consistía en torturar o en pegar un tiro en la nuca”.
Jesús Quintana Saracibar (Vitoria, 1941). Capitán de la Policía Armada, al mando de las fuerzas que asaltaron la iglesia de San Francisco de Asís del barrio de Zaramaga (Vitoria, marzo del 76). Causaron la muerte por disparos de bala a cinco civiles e hirieron a otros 50.
Imputado por la Asociación 3 de Marzo Vitoria, Andoni Txasco y José Luis Martínez Ocio.
Atilano del Valle Oter. BPS, inspector y jefe de grupo de la Brigada de Investigación Social. Destinado a Barcelona desde los 70. Cruz al Mérito Policial. Varias condenas por lesiones a detenidos por razones políticas.
Miguel Jiménez Hinojosa, detenido en 1971, con 23 años: “…los funcionarios… Atilano del Valle Oter y Francisco Rodríguez Álvarez le disparan a bocajarro y lo tiran por la ventana”. Por la “gravedad de las heridas” es evacuado al Hospital Clínico de Barcelona. Diagnóstico: “conmoción cerebral con posible fractura de la base del cráneo, fractura de pelvis, rotura hepática, contusiones y heridas varias de pronóstico muy grave”.
Benjamín Solsona Cortés (1931). BPS. Destinado a Valencia (luego Bilbao y Baleares), conocido con el seudónimo de El Galleta. Múltiples denuncias como torturador de trabajadores y estudiantes detenidos. Destacó en los interrogatorios y torturas contra una veintena de universitarios del Partit Comunista del País Valencià en 1971.
Juan José López Hernando y Francisco Camarasa Yáñez relatan que, durante “el Estado de Excepción en que se suspendió parcialmente el Fuero de los españoles”, en 1971, los detuvo la “policía política del franquismo”. Incomunicados 19 días, acusados de “asociación ilícita –pertenecer al PCE– y propaganda ilegal –difundir escritos contra la dictadura de Franco–”, sufren “golpes en los pies, la cabeza y el cuerpo, inmersiones en el agua, patadas…” de los policías “Benjamín Solsona, Jacinto López Acosta, Manuel Ballesteros, Ángel Castellanos, Luis Emilio Ávila y otros”.