Javier Ramajo

25 de julio de 2022 20:45 h

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“Menos fotos desde los puestos de mando avanzado cuando hay un incendio forestal y más políticas de verdad para gestionar mejor nuestros montes”. La reflexión la aporta Francisco Casero, veterano activista y presidente de la Fundación Savia para dignificar el mundo rural. Casero habla de actuaciones preventivas al alcance de la mano y que, además, sirven para el mantenimiento de nuestros ecosistemas: la trashumancia, con los pastores como “gestores de territorios de alto valor ambiental” y la ganadería extensiva como un recurso para aprovechar los pastos verdes de las dehesas en invierno y los pastos de los montes y los puertos de montaña en verano. Esos mismos pastos que, si no se consumen, sirven de combustible para el fuego que está acabando con miles de hectáreas este mes de julio en España, especialmente en Castilla y León, por donde discurrió este particular recorrido que recupera una tradición ancestral.

“La lucha contra los incendios forestales, cada vez más devastadores, es una auténtica prioridad para Andalucía”, dijo Juan Manuel Moreno en su discurso de investidura. “En Sierra Bermeja ha habido fuegos estos dos veranos porque no hay ganadería extensiva”, comenta Casero. “¿Por qué no vamos a la raíz del problema?”, insiste. “Hay que recuperar una tradición que, al mismo tiempo, resulta beneficiosa en muchos sentidos”, concluye Casero, que apuesta por “un mundo rural vivo y activo”, y pide a los representantes políticos “que sean coherentes”.

Para poner en valor a la ganadería extensiva, la Fundación Monte Mediterráneo y a la Fundación Savia transportaron en vehículos habilitados para ello a miles de ovejas desde Huelva, Córdoba, Badajoz y Cáceres a Prioro, en la provincia de León, y de ahí hasta el Puerto de Pandetrevea, en los Picos de Europa. Una trashumancia de cuatro días que atravesó pueblos, carreteras y puentes a través de vías pecuarias, unos “corredores ecológicos” muchas veces coincidentes con el Camino de Santiago que, según Casero, “no se están respetando” en nuestro país. Sus más de 120.000 kilómetros suponen, además, “un patrimonio etnológico único”, recorrido por representantes de ambas fundaciones entre los pasados 3 y 6 de julio.

“La ganadería extensiva es esencial para la gestión de la mayor parte de nuestro territorio”, insiste el presidente de la Fundación Savia, quien lamenta ante elDiario.es Andalucía que se trata de “un sector continuamente discriminado”. Y aporta algunos datos para ejemplificarlo: un ganadero de extensivo recibe en España un pago básico de 60 euros/hectárea admisible, mientras que, por ejemplo, en Italia reciben 229 euros/hectárea admisible y en Grecia llegan hasta los 258 euros/hectárea admisible.

La importancia de la ganadería en España se puede resumir en dos hitos históricos: la lana era el único producto que en el siglo XIV generaba divisa en España y en el siglo XVII era lo único que cotizaba en la bolsa de Amsterdam, indican desde Savia. De las 181 razas ganaderas, 126 están en peligro de extinción.

“Cada raza se ha adaptado a un paisaje y a unas condiciones climáticas diferentes y, además, gestionan los pastos, la piel de la tierra. Esas razas, a través de los pastizales, conectan con otras especies como mariposas, aves necrófagas, escarabajos peloteros y toda una microbiología del suelo que son vitales para el mantenimiento de nuestros ecosistemas”, se insiste desde la fundación.

La trashumancia es “la modalidad más completa” puesto que, sigue exponiendo Casero, los rebaños se benefician de los pastos durante y, mientras, dejan descansar otras tierras. “Pero no hay ayudas públicas para potenciar la trashumancia”, lamenta. “¿Vamos a dejar que se pierda una práctica que lleva más de 10.000 años entre nosotros y que ha modelado nuestros paisajes?”, se preguntan desde la fundación. Casero también apunta en ese sentido la desaparición de más del 65% de las explotaciones ganaderas familiares.

Los rebaños “hacía 40 años que no pasaban” por los caminos recorridos en esta trashumancia. Son guiados por pastores, que son los que realmente están en peligro de extinción porque “los relevos son difíciles”. La trashumancia también supone “esfuerzos” para las familias, etc. pero, “cuando ellos falten, ¿quiénes van a gestionar la Red Natura 2000?”. En ese sentido, la Junta de Andalucía acaba de poner en marcha una nueva edición de la Escuela de Pastores, con la novedad, precisamente, de un seminario permanente de ganadería de montaña.