- Raquel Gu refleja el papel de la mujer en el conocimiento en 'Científicas. El Cómic', que esde acceso gratuito por internet, y lleva ya más de 54.000 descargas
Cierre los ojos y piense en el nombre de una mujer científica. Muy bien, Marie Curie. ¿Alguna más? ¿Su hija, Irene Curie? Si no le viene nadie más a la mente, es posible que sienta algo parecido a lo que Paco Vega, técnico de laboratorio de la ETS de Ingeniería Informática de Sevilla, sintió hace unos años, al darse cuenta de lo limitado de sus conocimientos en la materia. “Se me ocurrió que había que visibilizar el papel de la mujer, sobre todo para los niños y las niñas pequeños, que están muy influenciados por los estereotipos femeninos. Había que explicarles que las preguntas sobre el mundo en que vivimos se las hacen personas, no hombres o mujeres, y que las respuestas las buscan todos”, recuerda.
Con la colaboración de varias expertas, como la catedrática Adela Muñoz o las profesoras María del Carmen Romero, Clara Grima, Isabel Fernández y María José Jiménez, Vega empezó a dar forma a un texto teatral titulado Científicas: pasado, presente y futuro. “Tengo hijos pequeños y voy con ellos a muchos teatros y cuentacuentos, y se me ocurrió que sería una forma apropiada de hablar de la vida de cinco mujeres científicas. Pero había que hacerlo bien, con rigor en el contenido, y que resultara a la vez ameno para niños de 8 a 14 años. El resultado nos sorprendió a todos”, añade Vega, que recibió junto a sus compañeras el premio Equit@t de la Universidad Oberta de Catalunya, el premio Ciencia en Acción y el premioUniversidad de Sevilla a la Divulgación Científica.
En el montaje se desgranan las vidas de Hipatia de Alejandría, cabeza de la escuela neoplatónica y maestra destacada en matemáticas y astronomía; Ada Lovelace, matemática que desarrolló la calculadora; Marie Curie, pionera en el campo de la radicatividad; Rosalind Franklin, autora de importantes contribuciones en la comprensión de la estructura del ADN y el ARN; y Hedy Lamarr, inventora del espectro ensanchado, precursor del actual wi-fi.
Salto a la viñeta
El año pasado, el equipo de trabajo dio un nuevo paso adelante haciendo un corto de 20 minutos, que también tuvo una difusión extraordinaria. Pero todavía quedaban ganas de más. Fue entonces cuando a alguien se le ocurrió que el tema daba para un cómic. Y que Raquel Gu era la dibujante indicada para acometerlo.
“Yo conocía a Clara Grima desde hacía tiempo, he ilustrado varios libros suyos”, comenta la artista. “Fui a ver una de las representaciones de la obra, acabamos tomando algo y surgió la idea, ¿y si lo hacemos en cómic? Se propuso a la Unidad de Igualdad de la Universidad de Sevilla, y empezamos a trabajar para adaptar el guión. No fue fácil, porque había muchas interpelaciones al público, mucha interactividad, y un cómic es otra historia”.
Raquel Gu asegura que “me documenté mucho, pero también me concedí libertades. Se me ocurrió que estaría bien, más que retratar a las protagonistas, dibujar por ejemplo a Adela Muñoz haciendo de Marie Curie. Y fue muy divertido”.
Otra de las cuestiones clave era ofrecer el resultado gratuitamente, a través de internet. “Además de visibilizar a la mujer en la ciencia en el pasado, era importante reflejar los referentes del presente. La vocación científica de las chicas es muy vulnerable, había que transmitirles el mensaje de por qué no estudiar Química o Ingeniería aeronáutica. Y lo mejor para ello era la fórmula de la descarga gratuita, sin pedir datos ni nada”.
Descarga masiva
Según Paco Vega, “no se trata tanto de alentar vocaciones científicas, como de que no se pierdan las que hay. Tenemos estudios que demuestran que, a partir de los 6 años, las niñas empiezan a sentirse menos capacitadas que los niños para los campos científicos”, apunta. “En todo caso, en los últimos años estamos viviendo un momento dulce, se están realizando muchas actividades en torno a la mujer en la ciencia”.
La estrategia ha resultado un éxito arrollador, con más de 54.000 descargas gratuitas contabilizadas hasta el momento, una cifra sólo al alcance de algunos fenómenos en el ámbito de la viñeta. “Queríamos que todo tuviera mucho rigor, y también mucho humor”, prosigue Raquel Gu, quien reconoce que “a mí me gustaron desde siempre las Ciencias Naturales, pero las matemáticas, la física o la química me costaban un pelín. Empecé a reconciliarme con ellas cuando empecé a colaborar con Clara, y he seguido haciéndolo porque soy curiosa”.
En palabras de Clara Grima, “todavía falta mucho por hacer. Los números de graduadas en nuestras carreras están por encima de los graduados, pero algo sucede en el camino, que a medida que avanza la carrera se produce el llamado efecto tijera. Y al final, a catedráticas llegan menos de un veinte por ciento”, lamenta.
Vocaciones interrumpidas
¿Las causas? “En España y en casi todo el mundo, el cuidado de la familia, ya sean hijos, padres o familiares enfermos, sigue recayendo sobre la mujer, lo que resta tiempo para la carrera científica y a menudo no se ve recompensado”, comenta la profesora. “La mujer es una figura muy importante en la sociedad, pero esa dedicación no se ve reflejada en la carrera científica. Sobre el papel, hombres y mujeres tenemos las mismas oportunidades, pero la realidad es muy diferente”.
Según Grima, la situación es aún peor en los estudios de Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, donde “hay menos mujeres que en las carreras bio. Y eso es un problema anterior, de estereotipos y educación. Ahí tenemos a un 93 por ciento de alumnos y un 7 de alumnas. Algo triste y peligroso, porque el futuro va a ser muy tecnológico, y no podemos desaprovechar el 50 por ciento del talento de la sociedad, ni dejar que ese poder caiga solo en manos de los hombres. Mira lo que ocurrió con la mortalidad por infarto: había muchas más mujeres que morían por ello debido a que nadie se había preocupado por investigarlas”, apostilla.