El gerente de una franquicia de viviendas de alquiler de Arroyo de la Miel (Málaga), con un 60% de clientes británicos, anticipaba así el lunes las consecuencias de un Brexit que este viernes ya es real: “Si ya les tenemos que hacer las cuentas en libras, ¿qué diferencia habrá? Nosotros disponemos de algo que no tienen: el sol está aquí”. El tono de aquel día permitía percibir una tónica general entre muchos británicos, residentes o turistas, de la Costa del Sol: cierta pachorra y desdén por una posibilidad más bien difusa. Parecía que los consultados creyesen que aquello, de suceder, sólo ocurriría en Bruselas, o si acaso un poco en Londres.
Este viernes el Brexit ha sucedido, también en Arroyo de la Miel, y las preocupaciones y algunos efectos ya son tangibles. Un abogado comenta por teléfono que ha cancelado veinte reservas de viviendas a un cliente británico la misma mañana del viernes. La posibilidad del Brexit estaba contemplada en el contrato: si hay Brexit no hay compra. Violeta Aragón, secretaria general de la Asociación de Promotores y Constructores de Málaga, opina que aún es demasiado pronto para fijar escenarios, aunque concede que el mercado se verá afectado. “Todo depende de la situación final en la que quede la libra. Entendemos que las cuestiones administrativas no los va a retraer, porque ya hay personas de terceros países que compran sin problemas”.
Los extranjeros adquirieron el 40% del total de las viviendas vendidas en Málaga en 2015, y de ellos el 20% eran británicos, que representan el mayor porcentaje entre los no españoles. Aragón apuesta por fijarse en mercados emergentes, como el nórdico, y consolidar otros tradicionales como el alemán.
“Lo que les permite venir es su poder adquisitivo”
Otro sector amenazado es el turismo, estrechamente vinculado al inmobiliario. Víctor Navas, alcalde de Benalmádena (el municipio al que pertenece Arroyo de la Miel), asegura que en las últimas semanas la oficina de atención al residente ha atendido a muchos británicos con dudas sobre su futuro estatus. Navas cree que el principal riesgo para el turismo es la eventual devaluación de la libra esterlina: “Lo que les permite venir es su poder adquisitivo”. El valor de la libra esterlina ha caído a niveles desconocidos desde 1985.
Sin embargo, quedan al menos dos años de negociaciones para decidir cómo se relacionarán la Unión Europea (lo que queda de ella) y Reino Unido. De su resultado dependerá la situación jurídica en la que quedarán los residentes británicos actuales y futuros. Ricardo Bocanegra insiste en esta idea: “Todo dependerá del acuerdo al que se llegue y de la actitud que adopte la UE: represalias contra el Reino Unido o una salida amistosa. Si adoptan la actitud de represalia, los ciudadanos serían considerados como no comunitarios y se les podría dar un trato estricto como a cualquier ciudadano de Pakistán, Rusia, Canadá o EEUU”.
Bocanegra es un abogado de Marbella que constituyó, poco antes de la entrada en vigor del Tratado de Maastricht, la Federación de Asociaciones de Extranjeros de la Costa del Sol. La mayor parte de esas asociaciones eran británicas, y desde allí ejerció de portavoz de los intereses de los extranjeros ante la administración, distinguida por su lentitud en la transposición de las directivas post-Maastricht. Ahora cree que a la “torpeza” de Cameron, los británicos han sumado la propia votando por el Brexit. Una decena de británicos le han llamado el mismo viernes para preguntar por los requisitos para adquirir la nacionalidad española.
Consecuencias sobre pensiones, sanidad, residencia y trabajo
Consecuencias sobre pensiones, sanidad, residencia y trabajoPreguntado por las posibles consecuencias del Brexit sobre los derechos de los británicos que residen o visitan la Costa del Sol, estas son sus respuestas, condicionadas al acuerdo final entre la UE y el Reino Unido:
Pensiones: “Hoy se rigen por las normas comunitarias. Hay un acuerdo por el que tiene derecho a pensión quien ha trabajado en otros países de la UE. Se trataría de establecer acuerdos bilaterales. Entiendo que no va a haber un cambio general”.
Atención sanitaria: “Los que tengan contrato de trabajo, que son muchísimos, y estén dados de alta en la Seguridad Social (por cuenta ajena o como autónomos) tienen los mismos derechos y prestaciones que los españoles. Si no lo están (si es el típico jubilado británico con permiso de residencia), también tiene derecho a prestaciones sanitarias porque existe un acuerdo para ello. Cuando se ejecute el Brexit habría que estar a lo que se acuerde. Y es muy probable que afecte a las prestaciones sanitarias de esos jubilados”.
Permisos de trabajo: “Es uno de los aspectos en los que más se puede notar. Los británicos hasta hoy eran ciudadanos comunitarios, y a partir de ahora serán de un país tercero. Puede ocurrir que se les dé trato de no comunitario, en cuyo caso tendrían que pedir permiso de trabajo, y para obtener el permiso de trabajo por cuenta ajena tendrían que presentar un certificado del INEM que no existe ningún español inscrito demandante de ese puesto. Eso en la práctica es casi imposible. Esto significa que la inmensa mayoría de los británicos que trabajan en España se verían privados de esa posibilidad para obtener permisos de trabajo por cuenta ajena. ¿Qué solución se le va a dar a eso? Supongo que será tenido en cuenta y se le dará un trato especial o preferencial a los que ya están aquí trabajando. Pero los que quieran venir se les cortará el grifo. Camareros, agentes inmobiliarios, todos esos que venían aquí… Eso se ha acabado”.
Permisos de residencia: “Hay miles de jubilados con su casa o su piso. Como no serán comunitarios tendrán que regularizar su situación como ciudadanos de un país tercero y solicitar un permiso de residencia por vía normal. A los ya residentes no les fastidiarán y les darán la residencia previa acreditación de requisitos (tener dinero, casa, seguro médico); el problema lo tendrán los que quieran venir: tendrán que solicitar visado de residencia no lucrativa en el consulado de España de su país, acreditar que tienen seguro médico, dinero suficiente en el banco, acreditar ingresos, residencia, certificado de que no tienen enfermedades infecto-contagiosas, que no tienen antecedentes penales… Las condiciones se endurecen muchísimo si se les aplica la ley de extranjería. Dependerá del acuerdo, pero si ese acuerdo es duro y estricto para los que quieran venir tendrán que cumplir muchos requisitos”.
Voto: “Los comunitarios tienen derecho al sufragio activo y pasivo en las elecciones municipales. Esto se ha acabado para los británicos”.