Salarios ligados al absentismo y externalizaciones: la huelga se cierne sobre la hostelería malagueña
El conflicto laboral en el sector de la hostelería malagueña ha subido de tono mientras se vislumbran ya los nubarrones de huelga sobre la temporada de verano. La patronal hotelera acusa a los dirigentes sindicales de “chantaje puro y duro” y de guiarse por “intereses personales” por plantear la posibilidad de una huelga. Por su parte, los sindicatos protestaron este viernes a las puertas del lugar donde se celebra el Congreso de Hoteleros Españoles.
Ambas partes se acusan de “falta de talante negociador” mientras tensan la cuerda sin avances aparentes, a la espera de la próxima reunión que se celebrará el martes. La nota de prensa que difundió este jueves AEHCOS, la principal asociación hotelera de la provincia, ilustra la desconfianza . El texto arrancaba así: “El últimatum ”si no me das lo que quiero convoco una huelga“ siempre ha formado parte del argumento sindical; es lo que conocemos como chantaje puro y duro”.
Se trataba de dar cuenta de la reunión del miércoles, que acabó sin acuerdo como las nueve anteriores. La patronal se presentó con peores propuestas que en la previa, según admitió. Por ejemplo, reculó en su consentimiento a rebajar la jornada anual de 1.800 a 1792 horas, en la promoción automática de ayudantes con tres años de experiencia o en incorporar a convenio a categorías externalizadas como camareras de piso, recepción y office. Los sindicatos anunciaron hace días que si la semana que viene no hay acuerdo habrá huelga en julio y agosto y septiembre. Según avanzan, este mismo lunes se reunirán para diseñar el calendario, que harán público si la reunión del martes termina sin acuerdo.
Lola Villalba, secretaria general de Servicios de Comisiones Obreras en Málaga, asegura a eldiario.es/Andalucía que Luis Callejón, presidente de AEHCOS, se levantó de la mesa y retiró algunas soluciones ya consensuadas, aparentemente molesto por algunas declaraciones. “No es serio que si acordamos algo, esté sujeto al estado de ánimo del presidente de AEHCOS”, denuncia la sindicalista. “Las posturas están muy enfrentadas, la negociación muy crispada y estamos llegando a una situación muy peligrosa. Nos están dejando pocas salidas”, advierte Villalba, anticipando la posible huelga.
Un sector que bate récords de turistas e ingresos
Lo que se dirime en esta negociación es cómo se reparte la bonanza del sector, después de unos años en los que los trabajadores pagaron la crisis con el paro, la precariedad y largos cierres de temporada. Durante esos años sus condiciones empeoraron gravemente. Ahí está el caso de las kellys, las camareras de piso externalizadas, pero también las denuncias de jornadas maratonianas, de fraude en las contrataciones y de altas de falsos autónomos. Villalba dice que ahora se pretenden legalizar estas irregularidades vía convenio.
El espectacular boom turístico de los últimos años no se ha acompañado de una mejora de las condiciones laborales, según denuncian los sindicatos. La ciudad ha logrado consolidar una marca turística reconocible, la Costa del Sol sigue teniendo tirón y el resultado es que los números de la provincia son espectaculares. Según el Observatorio Turístico que elabora la Diputación de Málaga, el impacto económico del turismo alcanzó los 13.800 millones de euros en 2017, el 9,5% más que en 2016. El destino recibió 12,5 millones de turistas, el 6,42% más y la mayor cifra de la historia.
El empleo en el sector creció el 8,8%, según ese mismo informe, pero los sindicatos creen que el reparto de los beneficios está siendo desigual e injusto con los trabajadores, cuyas condiciones empeoraron y siguen sin mejorar. Más de 90.000 personas trabajan en temporada alta en el sector, la principal industria de la provincia. Muchos siguen externalizados, con salarios que, según Villalba, no llegan ni a la mitad de los recogidos en convenio.
El bloqueo de la negociación entre los empresarios hoteleros (AEHCOS) y los sindicatos tiene, además, el efecto colateral de demorar el inicio de las negociaciones con la patronal de bares y restaurantes (MAHOS), que agrupa a empresas que representa a unos 80.000 trabajadores, por los 15.000 de las empresas de AEHCOS. “Ha llegado el momento de pedir un salario digno, pero queremos sobre todo condiciones de trabajo dignas”.
Puntos de discordia: salarios, descansos y modelos de contratación
Sobre la mesa de negociación, los siguientes puntos de discordia:
Sueldos: los sindicatos pretenden un incremento salarial del 4% anual, pero los empresarios quieren limitarlo al 8% en cuatro años e insisten en vincular la subida salarial a la reducción del absentismo del conjunto de los trabajadores, presentando la propuesta como “una medida que evite el fraude”. Según las cifras de los hoteleros, el absentismo es del 7%, parcialmente sufragado por la empresa porque aporta un complemento hasta cubrir el 100% del salario durante la baja.
“Si se firmara lo que ellos piden, a mí me pagaría mi empresa en función de si en los últimos dos años ha habido más o menos absentismo. Pretenden castigar no sólo a los que se dan de baja, sino también a los que no están y enfrentar a los trabajadores”, protesta Villalba, que asegura que no conoce ningún convenio que plantee algo así. “Quien se tiene baja, se la ha dado el médico de cabecera. Es indignante”.
Horarios y descansos: los empresarios pretenden que queden sometidos a “flexibilidad”, para que, según argumentan, puedan acumularse en momentos de necesidad. Los sindicatos rechazan estas fórmulas, así como la ampliación del tope de distribución de jornadas irregulares de las 64 horas actuales (a utilizar en verano) al 10% (180 horas anuales).
También rechazan la pretensión patronal de que puedan acumularse hasta 14 días sin descanso, de incorporar la posibilidad de establecer un descanso de un día y medio (en lugar de dos) o de que un fijo discontinuo pueda ser llamado en vacaciones. “Nos costó una huelga tener dos días de descanso consecutivos y ahora quieren que dar un día y medio, y el medio día dicen que en cuatro meses nos lo devuelven”, lamenta Lola Villalba.
Topes de contratación: la patronal quiere eliminar los topes de contratación en el convenio (contratos de formación, contratos de menos de 4 horas, contratación de temporales, ETTs…) para, aseguran los empresarios, “contratar más y darle la oportunidad a los jóvenes con buena formación y mejor nivel de idiomas”, según se lee en su nota. Entre las pretensiones de los hoteleros están realizar contratos de menos de cuatro horas “al menos en verano” o suprimir el límite del 10% de contratación vía ETT. Los sindicatos denuncian precisamente que este tipo de contratos es un caballo de Troya que mina los derechos de los trabajadores.
Sobre la situación del mercado turístico: los empresarios ponen el foco en el posible resurgimiento de tradicionales competidores hasta ahora en horas bajas, como Túnez y Egipto, y advierten de un descenso de turistas que justificaría la moderación. En cambio, los sindicatos arguyen que los fabulosos datos de los últimos años solo han beneficiado a los patronos, pese a que los trabajadores han sacrificado derechos para garantizar la continuidad de las empresas.
Los hoteleros insisten en que gran parte del desbordamiento turístico de los últimos años ha beneficiado especialmente a la oferta de viviendas de uso turístico, que ya ofrecen más plazas en la provincia de las que ofrecen los hoteles, y subiendo.
“Hemos pasado de ir consiguiendo mejoras, aunque fueran pocas, a que sea la patronal quien exija modificaciones para recortar derechos”, resume Villalba.