“En España estamos empezando a aceptar que los rockeros se hacen mayores”
Corría el año 1983. Joe Strummer, cantante de The Clash, pasaba temporadas en España en aquellos tiempos, muchas de ellas en Andalucía. Era una megaestrella en ese momento. Lou Reed, Wharhol, The Ramones... todos querían tocar con él. Pero en nuestro país, en Málaga, por ejemplo, tenía que sacar su documento de identidad porque nadie se creía que era quien era. También le ocurría en Granada. De hecho, su relación con 091 procede de un encuentro casual en el Albaicín. “En aquel tiempo se funcionaba de manera radicalmente distinta. Era la radio, y en la radio no veías nada”.
La anécdocta la cuenta Salvador Gutiérrez Solís (Córdoba, 1968), que lleva a 'Biografía Autorizada' (ed. Isla de Siltolá), las aventuras y desventuras de una atípica 'rock star' cordobesa. ¿Quizás la suya misma? El autor, antiguo rockero, comenta que en aquella época “los discos llegaban cuando llegaban, y la radio era el vehículo que nos llegaba a todos por igual”. Gutiérrez Solís rememora las maquetas de Parálisis Permanente, Gabinete Caligari, Derribos Arias, en Diario Pop o Radio Cadena. “Tenías que conformarte con la grabación en casete porque tardaban mucho hasta que los veíamos en disco. ”Aún recuerdo, creo que en 1982, la cara de estupefacción del muchacho de una tienda de Córdoba cuando le pedí un disco de Parálisis... ¿pero de qué planeta ha salido este?, pensaría“.
Premio Andalucía de la Crítica 2013, se estrenó en el mundo de la edición con 'La novela de un novelista malaleche', con la que llegó a finalista del Premio Nacional de la Crítica. Su pasión por la música le ha llevado a recordar es inocencia de los 80 y la consolidación de los 90. “Ahora en España estamos empezando a aceptar que los rockeros se hacen mayores. A finales de los 90 tú veías salir a Jaime Urrutia y podias pensar 'qué pasado está'. Claro, nos faltaba esa tradición, porque en EEUU la gente ha envejecido con Bob Dylan o Neil Young, viendo sus conciertos con la misma edad que ellos. No entienden el rock o el pop como un fenómeno exclusivamente juvenil. Durante mucho tiempo, aquí ha sido un consumo de jóvenes. Por suerte, en los festivales o en los conciertos, ya empiezas a ver más gente adulta. ¿Por qué a un tipo de 60 años no le puedes gustar Vetusta Morla, Lory Meyers o Los Planetas? Por qué no, si ha escuchado música toda su vida y ha evolucionado. Ese decorado está cambiando”.
En 'Biografía Autorizada' el protagonista tiene su status de estrella pero se muestra crítico con él mismo, inconformista, y se pregunta si con casi 50 años se puede ser todavía rockero. También pretende ser “un homenaje a la música”. Según explica el autor, los grandes movimientos musicales de este país, 'la movida' y los 90 “no son fenómenos exclusivos de Madrid”. “En España veníamos de la nada, de la no tradición. Las vanguardias creativas no habían llegado, solo residualmente, y estábamos instalados en la canción ligera, la copla y poco más”.
“Las biografías solo hablan del decorado”
Pese a nacer a la música en aquellos primeros tiempos de la democracia, Gutiérrez Solís apunta que en los 80 había “más ideas que técnica”, de una generación “que dijo que más allá del muro de la ignorancia había otra cosa”. “Los 80 fueron a veces especialmente romáticos, pero realmente buenos grupos fueron muy pocos, y ya en directo se podían contar con la mano y te sobran algunos dedos. Pero sin ellos no estaríamos viviendo la época actual, donde hay un nivel muy alto, de gente que ha escuchado mucha música en su casa, en la radio”.
La atípica rock star de la novela tiene sus miedos a la hora de componer, sigue sus rutinas... La novela, de hecho, comienza en una barbacoa con amigos. La idea del autor es trasladar que “puedes congregar a 15.000 personas en un concierto pero también tener una vida y las mismas inquietudes y aficiones que pueda tener cualquiera”. Gutiérrez Solís colecciona libros de rock, quizás por eso conoce bien el paño y se muestra crítico. “Muchas veces te encuentras con un guión preestablecido donde priman adicciones desintoxicaciones, líos con la banda, con otros grupos, etc. Hablan del decorado. Yo echo en falta en general que no hablen de música, de cómo componen una canción, de dónde surge una melodía”.
Por eso ha querido contraponer en esta 'Biografía autorizada' el hecho de que “las biografías en España siempre se han utilizado un poco de manera sectaria”. “Incluso me encuentras con auténticos ajustes de cuentas y rencillas de varias décadas de existencia. No quería eso en este libro. Este hombre tiene sus miedos, sus inseguridades, pero ignora descaradamente aquellos grupos o personas que le puede generar una situación complicada y prefiere no mencionarlos durante el tránsito de la novela”.
Un libro para varias generaciones, para melómanos. La leyenda del sexo, droga y rock 'n' roll pero en versión intimista, andaluza.