La gestión del aceite usado llevará al Ayuntamiento de Sevilla a los tribunales
¿Puede el aceite utilizado en las cocinas de bares y restaurantes dar lugar a un negocio perfecto? La respuesta es afirmativa si tu empresa es capaz de monopolizar el servicio de recogida, no tiene que pagar por el residuo y, principalmente, te garantizan la exclusiva a través de la administración local. El Ayuntamiento de Sevilla, en virtud de una modificación de última hora a la nueva ordenanza municipal de limpieza pública y gestión de residuos municipales, obliga a los hosteleros a entregar gratis todos los residuos de aceites vegetales utilizados en sus fogones a una misma empresa. El sector está que trina, ya ha puesto el asunto en diferentes tribunales de justicia y presentará una denuncia ante la Agencia de Defensa de la Competencia de Andalucía.
“Todos los establecimientos generadores de dicho residuo están obligados a su entrega, en las condiciones que Lipasam determine, a la empresa Biounivesal S.L., que ha resultado adjudicataria del servicio”, dice en una carta reciente Maximiliano Vílchez, delegado de Urbanismo, quien ruega “colaboración y participación” por parte de los responsables de hoteles, restaurantes y servicios de catering (HORECA), acompañando unas instrucciones a seguir para el correcto uso del servicio de recogida de aceites usados. La traducción que hace la Asociación Nacional de Gestores de Residuos de Aceites y Grasas Comestibles (Geregras) es que se trata de un “hostigamiento y persecución diarias” por parte de Lipasam, la empresa municipal que gestiona el servicio.
Biouniversal es una empresa española constituida hace cuatro años y dedicada a la innovación en la recogida y posterior reciclaje de bioresiduos grasos urbanos, que suministra a los bares un pequeño recipiente contenedor para el aceite usado. Posteriormente, los bioresiduos acumulados en sus tanques, a través de un posterior proceso industrial, se convierten en materia prima para la producción de biocombustibles de última generación, según explican en su web. Uno de los dos administradores de la empresa es Manuel Marvizón, un conocido compositor cofrade y director musical del locutor Carlos Herrera, que este otoño abrirá junto al torero Fran Rivera el mercado gourmet 'Lonja del Barranco' tras adjudicarse también otro concurso público municipal.
El Ayuntamiento tiene previsto aprobar este viernes la nueva ordenanza tras desarollar, durante el otoño de 2013, la licitación y adjudicación del servicio de recogida de aceites usados. Previamente, en agosto, se aprobaron los nuevos pliegos de condiciones técnicas y administrativas del concurso para la recogida selectiva de aceites vegetales usados después de haber retirado, por deficiencias de la anterior adjudicataria, los 200 contenedores repartidos por la ciudad. Ya en noviembre, la comisión ejecutiva de Lipasam aprobaba la adjudicación a la empresa Biouniversal S.L. de este servicio en Sevilla, restituyéndolo para la ciudadanía.
Una alegacion fuera de plazo ha sido la clave para incluir a los bares y restaurantes entre los usuarios de este servicio, sin contraprestación alguna para sus regentes. Presentada en marzo pasado, cuando se había superado el trámite de exposición pública y la fase de alegaciones, dicha alegación abogaba por una revisión de oficio de la ordenanza por desvirtuar, en su artículo 102, “la naturaleza del residuo y la competencia municipal en función del volumen de producción”.
Dicha alegación consideraba que el servicio municipal tendría que sumar a los aceites generados en los domicilios particulares los generados también “en los comercios, servicios, establecimientos de hostelería o restauración y otros lugares asimilables, ya que la producción de aceite vegetal en estos establecimientos tienen la consideración de residuos municipales, estando por tanto obligados a participar en el sistema de recogida de residuos determinado por Lipasam”. El Ayuntamiento asumió tal cual este cambio y la nueva redacción de la ordenanza municipal el 11 de julio de 2014, hace escasamente doce días, según consta en un escrito firmado por Vílchez dentro de un anexo a dicha ordenanza.
“Materia prima propiedad de quien lo produce”, dicen los gestores de residuos
La ordenanza, antes de la modificación, dejaba la gestión del residuo en manos del “productor” si regentaba un comercio que generase más de 25 litros diarios. Ahora ya no. Ahora la empresa adjudicataria recogerá periódicamente el aceite usado de todos los bares de Sevilla. Hasta este momento, los establecimientos podían contratar el servicio de recogida de aceites con las empresas que decidieran, siempre y cuando estuvieran homologadas, a cambio de otro tipo de servicios (generalmente de limpieza) o alguna contraprestación económica. A partir de aprobarse la ordenanza, obligatoriamente se lo tienen que entregar de manera gratuita a Biouniversal S.L.. “Esta materia prima es propiedad de quien lo produce y, como bien, tiene un precio”, señalan los gestores de residuos de Geregrás, que denuncian “intencionalidad económica y recaudatoria” por parte del Ayuntamiento.
“Se está imponiendo al sector hostelero de Sevilla la obligación de solamente contratar los servicios de recogida de aceite con dicha empresa adjudicataria”, lamentan igualmente los hosteleros sevillanos, que denuncian que el aceite usado es “un subproducto” que antes tenía un valor pero que ya no tendrá ninguno puesto que están “obligados a cederlo gratuitamente al concesionario del Ayuntamiento”. Un bar de tamaño medio ingresaba unos 20 euros al mes al vender su aceite para reciclaje, según el sector.
El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha sido preguntado públicamente por este asunto y ha señalado que “lo único a lo que quiero contribuir es a que Sevilla sea cada día más saludable”, apostando por “quitar de todo lo que es el ciclo de renovación y depuración del agua un elemento tan contaminante como es el aceite usado”. El delegado de Urbanismo ha explicado también que el Gobierno municipal “tiene atribuida por normativa, al igual que ayuntamientos de otras ciudades, la posibilidad de gestionar la recogida de aceite vegetal usado, en cuanto que es un residuo”, insistiendo en que “la garantía de la salud y la defensa del medio ambiente es una prioridad en su acción de gobierno”.
La Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla y Provincia considera que “en condiciones de libre mercado, el empresario hostelero debería poder contratar el tratamiento de ese subproducto con la empresa que le resulte más conveniente”. Su argumento es coincidente con el de la Federación Española de Hostelería: el empresario tiene la obligación de tratar debidamente este tipo de subproductos “pero, eso sí, con la empresa que determine libremente, no con aquella que le venga impuesta desde la administración ya que en caso contrario se estaría quebrando el principio de libre competencia”.
Un negocio de dos millones de euros al año con ramificaciones en Cádiz
Se trata de una medida que “perjudica a los hosteleros y a las empresas del sector y sólo beneficia a una que obtendrá unos beneficios que pueden superar los dos millones de euros al año”, según ha denunciado la oposición socialista del Ayuntamiento, quien pide al Consistorio “que rectifique, que negocie con los hosteleros y con los empresarios del sector y que paralice la aprobación de la normativa antes del próximo Pleno”. Los cálculos son de que entre 8.000 y 12.000 establecimientos son generadores de este tipo de residuos en Sevilla, según la informacion de las empresas del sector.
Este mismo miércoles, Geregras ha informado de que “300 trabajadores sevillanos podrían perder su empleo al monopolizar el Ayuntamiento la recogida del aceite usado” y de que “alrededor de 10.000 establecimientos de restauración sevillanos obligados a entregar su aceite usado al Ayuntamiento de Sevilla gratuitamente”. “En Sevilla se generan 6.000 toneladas de aceite usado al año que generan 4,5 millones de euros”, según cifra la asociación.
El sector hostelero se muestra “consciente” de que el aceite usado de cocina es un subproducto graso que requiere un tratamiento determinado, ajustándose a una normativa cuyo incumplimiento puede llegar a suponer elevadas sanciones, pero a su entender “el Ayuntamiento se ha extralimitado en sus competencias sin respetar las más elementales normas de la libre competencia y el mercado”. La otra empresa que participó en el proceso y recurrió en enero de 2014 la adjudicación, asegura que su sistema era técnicamente superior. El Ayuntamiento rechazó un mes después su recurso, negando favoritismo por Biouniversal S.L..
Tanto Geregras como la Asociación Nacional de Empresarios de Recogida, Tratamiento y Reciclaje de aceites y grasas (Aerta) denuncian que “la situación de monopolización a la que fuerza el ayuntamiento sevillano también se está implementando por parte de las corporaciones locales de Puerto Real y San Fernando”. “Los hosteleros de estas localidades gaditanas están sufriendo el hostigamiento diario igualmente por parte de las empresas públicas locales que les obligan a entregar los subproductos de aceites usados de cocina sin ningún tipo de contraprestación”, alertan.
Estas asociaciones ya han iniciado acciones legales, anunciando que recurrirrán las bases de las licitaciones, es decir, los pliegos de prescripciones técnicas y administrativas en vía administrativa de los citados ayuntamientos, interpondrán una demanda ante el juzgado de los Contencioso-Administrativo del TSJA en Sevilla y en los juzgados de lo Contencioso-Administrativo de Cádiz y Puerto Real, así como una demanda ante el Juzgado de lo Mercantil “por vulneración de la Ley de Competencia Desleal” y una denuncia ante la Agencia de Defensa de la Competencia de Andalucía.