A las puertas de la Macarena tras la carta para sacar a Queipo: del “dejen los muertos donde están” al “mucho han tardado”
Es lunes 24 de octubre. Desde primera hora de la mañana, como es habitual, la basílica de la Macarena acoge un continuo fluir de devotos y visitantes. En su interior coinciden vecinos de la capital hispalense y ciudadanos de todos los rincones del planeta. Pero este lunes, los comentarios que se suelen escuchar en el templo macareno están bañados por la actualidad.
Tanto dentro como a las puertas de la iglesia, se escuchan comentarios sobre la petición formal que ha remitido el Gobierno esta misma mañana a la Hermandad de la Macarena de trasladar “a la mayor brevedad” los restos de Queipo de Llano, tal y como avanzó en primicia elDiario.es. Comentarios que van del “¿Para qué?” al “ya era hora”.
No obstante, este lunes, lo que resuena en la memoria es el “fuera Queipo de la Macarena” que durante años, periódicamente, ha sonado a las puertas de esta basílica parece que ya tiene las horas contadas. El movimento memorialista tiene al fin muy claro que los restos del genocida Queipo saldrán de la basílica más tarde o mas temprano. Quedarán para el recuerdo los homenajes a las mujeres represaliadas como aquel de 2013 o esas vigilias antifascistas cada 17 de julio, incluso ante el Arzobispado, coincidiendo con el aniversario del golpe de estado que supuso el inicio de la Guerra Civil española. Son muchas las voces que han pedido lo que ya ha ordenado el Gobierno para para dar cumplimiento a la Ley de Memoria Democrática, en vigor desde el viernes. Pese a ello, la Coordinadora Andaluza por la Memoria Histórica y Democrática ha enviado esta misma mañana de lunes una carta a la Junta, a la Hermandad de la Macarena y al Ayuntamiento para “no perder ni un minuto” y para imprimir “premura” al procedimiento.
Fuentes de la coordinadora memorialista indican que la misiva se ha ido perfilando durante la semana pasada, de acuerdo con las asociaciones que integra y a otras en todas las provincias de Andalucía, de modo que ha coincidido casi en el tiempo con el paso dado por el Gobierno de España. La coordinadora ha trasladado a las partes que se ponía “al frente” del movimiento memorialista para pedir que se desarrollara cuanto antes la Ley en ese sentido, si bien a la única a la que ha solicitado una reunión ha sido a la propia hermandad, con el fin de conocer de primera mano si realmente tiene voluntad de retirar los restos de su actual ubcación en la basílica.
El movimiento memorialista, que celebra la carta firmada por el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, no quiere perder “ni un minuto en lo que lleva décadas esperando” y empezó a trabajar hace ya unos días para que el procedimiento se inicie de acuerdo a la ley y Queipo deje de ocupar un lugar preeminente en la Macarena, confiando “en la disposición de la hermandad y de todas las administraciones a que se cumpla la ley cuanto antes”.
El decreto de símbolos de finales de 2018
Cabe recordar que la Junta de Andalucía había impulsado en 2018 el Decreto sobre Símbolos y Actos Contrarios a la Memoria Histórica y Democrática, que desarrollaba la ley andaluza de memoria aprobada un año antes sin votos en contra y que serviría de base legal para abordar, entre otros, los procesos de retirada de símbolos contrarios a la memoria. Aquel texto salvaba las dudas que planteaba el gabinete jurídico en un informe jurídico anterior, que cuestionó en su día la posible exhumación de los restos de Queipo, un asunto que lleva años en la agenda pero no terminaba de concretarse hasta ahora, y al que se aferró la Junta durante la anterior legislatura para no mover ficha del tema.
De hecho, la anterior consejera competente en materia de memoria, Patricia del Pozo, recuerdan las fuentes, retiró del Consejo Consultivo aquel decreto de símbolos y el proceso se paralizó. Preguntada por este periódico en novembre de 2021 por la tumba de Queipo, la consejera dijo que “no es bueno buscar el conflicto desenterrando esos horrores”. “Aquello se quedó parado durante toda la legislatura porque el PP no se sentía cómodo con este asunto”, apuntan las fuentes.
Paqui Maqueda, presidenta de la asociación andaluza Nuestra Memoria e integrante de la plataforma Gambogaz, comenta a este periódico que el mismo viernes la plataforma escribió a la Junta, a la hermandad, al Gobierno y al Ayuntamiento pidiendo el cumplimiento de la Ley de Memoria, si ben se centra en el posicionamiento de la Macarena: “Ellos son los responsables. No logro entender a qué están esperando. ¿Qué tipo de resistencia tiene este señor -en alusión al hermano mayor- para hacer lo que tiene que hacer?”, comenta. Pese a ello, señala que que el movimiento memorialista va a “celebrar” el anuncio porque es “una deuda pendiente con la ciudad de Sevilla que el movimiento memorialista ha ido señalando desde hace demasiados años ya”.
Para Maqueda, activista por la memoria histórica en Sevilla, “es obvio” que desde la Hermandad de la Macarena “van tarde porque se está cometiendo una ilegalidad, porque ya lo sabían. Es un imperativo legal. ¿A qué viene ese tipo de resistencia”“, incide ante la ”improvisación“ de los macarenos. Como ejemplo contrario, Maqueda comenta la postura de la familia del fundador de la Falange que, días antes de la entrada en vigor de la ley, pidió su exhumación del Valle de los Caídos. En la Macarena ”se han dejado llevar, no sé a qué esperan“, insiste, comentando asimismo el ”deterioro“ en la imagen de la propia hermandad porque tiene ”en vilo“ a mucha gente, incluida una conocida suya que ”ha prometido que se hará hermana de la Macarena el día después de que Queipo no esté en el lugar que ahora ocupa“.
“Alegría” en el movimiento republicano
José Manuel García, exconcejal de IU en el Ayuntamiento de Sevilla, ha sido una de las personas que en los últimos años ha impulsado desde la coordinadora andaluza de organizaciones republicanas 'Andalucía Republicana' la salida de los restos de Queipo de su actual ubicación. La plataforma anunció hace años que emprendería acciones judiciales en ese sentido, pero se trató de una cuestión que se frenó con el cambio en el gobierno de la Junta en 2019. En los meses posteriores, pidieron al entonces alcalde de Sevilla, Juan Espadas, que catalogara la tumba como “vestigio” franquista y elemento contrario a la Ley de Memoria en la ciudad de Sevilla. También presentaron un requerimiento previo al contencioso-administrativo contra la Junta de Andalucía que no prosperó.
García, en declaraciones a este periódico, comenta que está “contento” y que la petición explícita del Gobierno supone “una alegría para la democracia española”, si bien apunta que la salida de los restos mortales de Queipo “se tenía que haber producido hace 45 años y no tenía que haber hecho falta un ley” para ello. El portavoz de la coordinadora republicana andaluza recuerda que ya la ley autonómica de 2017 “lo dejaba clarísimo”, de ahí el “impulso” por parte de las organizaciones republicanas, “pero ni la Junta ni la hermandad la han cumplido” hasta que “afortunadamente se ha aprobado la ley estatal”, confiando en que se retiren “cuanto antes los restos del genocida” pero insistiendo en “lamentar que no se hubiera producido antes”.
En la misma línea se ha pronunciado la presidenta de la Asociación de Memoria Histórica Comisión por el Derecho a las Exhumaciones, María Luisa Hernández, nieta de un funcionario del Ayuntamiento de Sevilla fusilado por las tropas golpistas, quien ha manifestado a Europa Press que se trata de un momento “muy importante” para las familias de las víctimas de la represión dictatorial y “para toda España”. No obstante, ha considerado que ese gesto debería haber sido promovido en 1977, con motivo de las primeras elecciones democráticas tras la dictadura franquista, indicando que la salida “llega 45 años tarde”, saludando en cualquier caso que ello contribuye a que la democracia española sea “más saludable”.
Por su parte, el portavoz de la Asamblea Memorialista Andaluza, Luis Naranjo, que fue director general de Memoria Democrática con IU en el gobierno de a Junta junto al PSOE (2012-2015), considera la carta del Gobierno “una excelente pero muy tardía iniciativa, ya que desde la promulgación de la Ley Andaluza de Memoria Democrática, en 2017, la junta directiva de la Macarena estaba obligada a trasladar los restos del genocida”.
En ese sentido añade que su presencia aún en la basílica se corresponde con “un lugar de uso público, financiado también con dinero público”. “Vamos a esperar a la respuesta de la junta directiva antes de echar las campanas al vuelo” porque “hasta ahora solo ha llegado una carta desde el Gobierno”.
Reacciones ciudadanas
Los que nos son unánimes con los vecinos y visitantes de la Macarena. En esta mañana de lunes, no todos se muestran favorables a opinar acerca del tema y no ha sido raro encontrar semblantes que se oscurecen al escuchar el nombre del que fue uno de los benefactores del templo.
No es este el caso de Rosa Selmo y Manuel Cáceres, una pareja de sevillanos que salen de la basílica conversando. “Estamos muy contentos”, confiesan después de reconocer que estaban comentando la noticia. “Mucho se ha tardado”, añade Rosa quien se refiere a este lunes como “un día para celebrar”, puesto que se acerca la hora de exhumar al golpista y su auditor de guerra, Francisco Bohórquez, quien firmaba las sentencias de muerte y yace en la zona del antepresbisterio, oculto bajo unas alfombras.
“Me parece fantástico que se reponga a los familiares de las víctimas - continúa Rosa - y que se saque a estas personas non gratas de los lugares sagrados” y “preeminentes”, apunta Manuel, en alusión a los cientos de miles de visitantes que recibe cada año.
De hecho, la propia Hermandad cuantifica entre 800.000 y un millón las visitas anuales y sitúa a la basílica de la Macarena como el tercer lugar más visitado de Sevilla, por detrás del Alcázar y la Catedral. Entre los visitantes, se encuentra hoy un grupo de mujeres procedentes de Badajoz, acompañadas de Jesús, que es cura. Desconocían que en uno de los altares del templo descasaran los restos del que está considerado por los historiadores uno de las mayores responsables de la feroz represión franquista.
“¿Estorban aquí? ¿Ofende a la democracia?”, se pregunta Carmen con sorna, para añadir “que dejen los restos donde están y que dejen descansar a los muertos en paz, la democracia es otra cosa”, sostiene con el gesto afirmativo de Jesús y Luisa. Una opinión que comparte Dolores Jiménez, que es vecina y se confiesa devota, como también lo hace María del Mar, que se declara “totalmente en contra” de la medida del Gobierno que viene a “mover cosas del pasado”, según su parecer. “El muerto, muerto queda y Queipo de Llano no ha hecho nada malo con esta iglesia”, de la que fue “promotor”, añade. Por eso recrimina a la hermandad que acate las directrices de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, “diga la ley lo que diga”.
Antes de ir a clase, Araceli Botín entra a la basílica a rezar. Esta joven universitaria opina que “no deberían sacarlo” porque “tiene todo el derecho de estar aquí” como cualquier hermano, “todas las iglesias que tienen osarios y entierran a sus hermanos”, abunda la joven.
Sin embargo, para Manuel Cáceres – vecino que dice visitar el templo “mínimo dos veces en semana” – sí se trata de una “ofensa”, toda vez que conoce que bajo sus órdenes fueron asesinadas más de 45.000 personas, muchas de ellas fusiladas en los lienzos de la muralla árabe que aún se conserva junto a la Basílica de la Macarena, a pocos metros de la lápida bajo la que está enterrado. “Yo cuando entro ni miro ni me acerco a ese lado”, reconoce, refiriéndose al camarín de la virgen del flanco izquierdo, bajo el que reposa el general franquista y su esposa, Genoveva Marti.
“¿Enterrado en una capilla cristiana?”
Lo cierto es que esta mañana las tumbas no estaban a la vista, sino que han amanecido cubiertas parcialmente por dos bancas. Hecho que ha llamado la atención de quienes han pasado por allí y lo han relacionado con el controvertido anuncio del Gobierno. Por su parte, el personal responsable de la basílica ha explicado a elDiario.es Andalucía que si bien “no es habitual” encontrarlo así, responde a que están limpiando la iglesia tras la salida de la virgen del Rosario que ha tenido lugar este fin de semana.
María José Piñas, viene de Bilbao y se ha percatado de que había mucho revuelo en torno al monumento, donde se concentran cámaras y micrófonos de diferentes medios. Tras conocer el motivo, pregunta: “¿O sea que está aquí enterrado? Muy fuerte”, dice, “¿y está en la misma capilla, en una capilla cristiana?”, insiste sin dar crédito. Cuando logra salir del asombro, celebra la decisión del Gobierno. “Me parece fenomenal y que lo lleven a una fosa”, concluye para indicar antes de marcharse que es nieta de un desaparecido de la guerra y conocedora, por tanto, de la tragedia familiar a la que se vieron condenadas las víctimas de la represión franquista.
En cuanto a la exhumación, un señor “muy devoto” señala que si lo van a trasladar al columbario que inauguró hace unos meses la Hermandad, y que se contempla como una de las posibles opciones, “tampoco cambia mucho”, porque “el asesino sigue estando dentro de uno de los centros de turismo de Sevilla”, como lamenta Manuel. Por eso, ya puestos a exhumar, “más vale que lo trasladen muy, muy lejos, si puede que cruce el charco”, como sugiere José Luis García, de Barcelona.
En definitiva, una opinión pública dividida entre quienes prefieren “dejar las cosas tal y como están” porque entienden que “no va a solucionar nada”, y quienes defienden que “la iglesia es para otra cosa”, como zanja José Enrique Caro, vecino de Sevilla que acude al templo varias veces al mes.
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