La muerte de un caballo reabre el debate sobre el trato que reciben en la Feria de Abril

El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma) ha denunciado este martes que un caballo ha fallecido en la Feria de Abril de Sevilla, algo que ha achacado al “calor y el sobreesfuerzo al que son sometidos los animales” en dicho evento. Desde el Ayuntamiento hispalense, en cambio, se informa de que el animal ha fallecido por una hemorragia interna, incidiendo la autopsia en que estaba hidratado, había comido y que presentaba “un buen estado de salud general”.

El Pacma ha detallado en un comunicado que el caballo falleció el domingo en la avenida Presidente Adolfo Suárez, en los aledaños del recinto ferial, en un contexto en el que “varios animales habrían desfallecido durante la celebración, tal y como ha ocurrido en años anteriores”. Por ello, reclama al Ayuntamiento de Sevilla y a la Junta de Andalucía “la paralización inmediata del uso de animales”.

El animal muerto, que estaba enganchado a un coche de caballos, tenía microchip. El gobierno local ha facilitado los datos de la necropsia, según la cual presentaba como causa del fallecimiento una hemorragia interna en el corazón debido a una rotura de un vaso coronario del corazón. “El resto de órganos estaban en perfecto estado. El caballo estaba hidratado, había comido y tenía un buen estado de salud general”, recoge el informe.

“Altas cotas de estrés”

Esto no quita para que Pacma insista en denunciar “la cruda explotación a la que son sometidos los animales” durante la Feria de Abril. “El retorno de la actividad ha sacado a la calle a varios miles de animales, sobre todo caballos, para ser utilizados como medio de transporte de locales y visitantes. Las calles, rebosantes de luces y escándalo, combinadas con el aumento del volumen de trabajo, podrían estar sometiendo a los animales a altas cotas de estrés”.

La formación animalista rememora que ya ha formulado denuncias anteriormente respecto a la Feria de Sevilla, recordando el caso de “un caballo que en 2016 se desplomó y no era capaz de levantarse”, así como “la muerte de otro equino de tiro, probablemente por falta de agua y exposición a altas temperaturas sin lugar donde guarecerse del sol”. “En 2018 también murió otro caballo en condiciones similares, siendo denunciado en este caso por la Policía Local de Sevilla, que explicó que su responsable no lo había alimentado en todo el día y que padecía una dolencia estomacal”, agrega.

Por eso, la formación animalista ha expuesto que sopesa “medidas legales responsabilizando tanto al Ayuntamiento de Sevilla como a la propia Junta de Andalucía, que llevan años posicionándose del lado de la explotación animal y no ha mostrado intención alguna de buscar alternativas”.