Los sindicatos confían en el plan contra la siniestralidad laboral en Andalucía para reducir los accidentes graves y mortales
“El objetivo del Plan de Choque contra la siniestralidad laboral en Andalucía es reducir los índices de incidencia de la siniestralidad laboral grave, muy grave y mortal”, dice el texto firmado por Junta, CCOO, UGT y empresarios (CEA) el pasado 1 de agosto. En estos meses, los sindicatos vienen alzando la voz para su implementación y se están movilizando en la calle para su puesta en marcha total. Ocho fallecidos en el tajo en lo que va de 2024 en Andalucía, el último este pasado jueves tras la caída de un trabajador en un polígono industrial de Vélez-Málaga. La administración autonómica ha salido al paso de los últimos casos destacando hace unos días de que todas las medidas contempladas en ese acuerdo están ya activadas. Los sindicatos saludan, con matices, el desarrollo de las siete áreas de actuación, aunque proponen ciertas mejoras a la luz de la última reunión de seguimiento, celebrada la semana pasada.
Para Julián Vileya, secretario de Relaciones Laborales y Empleo de UGT-A, las medidas previstas en el plan de choque “ya están andando” aunque ve “exigua” su presentación por provincias para llegar a un mayor números de empresa, solo en Jaén y en Huelva en estos seis meses, ecuador temporal de la vigencia del acuerdo. El responsable también pone el mismo adjetivo a la ampliación de 25 a 30 el número de técnicos habilitados para vigilar las normas de seguridad laboral, y hace hincapié en una cuestión que ya su secretario general, Oskar Martín, advirtió al respecto: la creación de la figura del delegado territorial de prevención de riesgos laborales. “Ese es objetivo nuclear”, asegura en una entrevista con elDiario.es Andalucía.
Por su parte, María José López Garrido, secretaria de Salud Laboral de CCOO en Andalucía, valora el trabajo que está siendo realizado por los técnicos del Consejo Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales pero cree que “ha de ser más operativo”. Según explica a este periódico hay datos importantes en el desarrollo del plan, como el número de empresas en que se está actuando, así como saber dónde se concentra la siniestralidad grave, muy grave y mortal, que precisamente trata de atajar el citado plan de choque, derivado del Pacto Social y Económico por el Impulso de Andalucía suscrito por las mismas cuatro partes el 13 de marzo anterior.
La responsable de CCOO añade que las visitas a las empresas debe de ser “acompañada con asesoramiento” para que estas “sean capaces de poner las medidas preventivas eficaces y conocer los métodos de trabajo adecuados”. Por otro lado, considera que “la formación ha de hacerse más específica y adecuada a los riesgos detectados”, para llegar a la población trabajadora afectada, a la propia empresa, sus recursos humanos y a la representación legal de los trabajadores.
Accidentes sin delegados
De las siete líneas de actuación se puede decir que está finalizada la elaboración de un 'Mapa de la Siniestralidad' de acuerdo a los datos de 2021 y 2022, donde se han analizado hasta 882 casos, extrayendo como principal conclusión que los mayores riesgos para los trabajadores en la actualidad son las caídas en altura o al mismo nivel, seguidos del vuelco o pérdida de control de maquinaria y equipos de carga. También se lanzaron campañas de sensibilización en medios de comunicación, como preveía el plan y que en sus dos primeras ediciones se han centrado en combatir los riesgos del trabajo en los meses y los tramos horarios en los que se registran temperaturas más elevadas ('Ante el calor, prevención', de julio) y sobre las altas tasas de siniestralidad en los trabajos en altura ('Si subes seguro, seguro que bajas', reforzada en septiembre).
“El número de siniestros graves sigue siendo excesivo, teniendo en cuenta que Andalucía no es una comunidad autónoma muy industrializada”, apunta Vileya, quien detalla que la mayor parte de los accidentes graves o con resultado de muerte se registran en las pequeñas y medianas empresas en esos sectores, pero “donde no hay delegados de prevención ni delegados sindicales”, con servicios de prevención “que no son propios” y que recaen en las mutuas “ajenas a la propia empresa”.
Vileya, que muestra mayor grado de preocupación en los accidentes graves que derivan en incapacidades permanentes para poder trabajar, señala también que tratar de frenar la tendencia al alza en la siniestralidad es “una responsabilidad colectiva” en la que observa “voluntad de rebatir”. “Aún no se puede evaluar el plan”, asegura, si bien apunta a “cosas por perfilar” como por ejemplo “enfocar mejor la estadística, diferenciando claramente por sectores y obviando los accidentes in itinere”. De hecho, en los datos definitivos de 2023 sobre siniestralidad laboral publicados esta semana, del total de 116 muertes (32 menos que el año anterior) la Junta contabiliza como accidente laboral 22 de ellos que se produjeron camino del lugar de trabajo.
El plan moviliza una partida de 2,2 millones de euros con el objetivo de difundir la cultura preventiva en los centros de trabajo y contribuir a reducir el número de accidentes laborales en la comunidad. “Todas y cada una de las siete grandes líneas de actuación del Plan están ya implementándose cuando están a punto de cumplirse seis meses desde su firma”, aseguró recientemente la consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco.
La unidad móvil y los incentivos, en breve
Lo cierto es que la puesta en circulación una Unidad Móvil de Información que acerque los recursos disponibles en materia de prevención laboral a los centros de trabajo considerados de 'especial impacto' aún no está en marcha. La licitación está ya en su última fase de tramitación y la previsión es que sea una realidad “en breve”, según la Junta, para llevar el mensaje de la prevención a pymes, polígonos industriales y parques logísticos. El responsable de UGT-A lo sitúa “en marzo”, si bien estaba previsto que funcionara durante cuatro meses. Y el plan de choque expira en cinco meses.
Asimismo, reconoce también la Junta, las partidas destinadas a los programas de incentivos en materia de prevención de riesgos laborales se encuentran actualmente “en fase de resolución” por parte de las distintas Delegaciones Territoriales de la Consejería.
Según los datos expuestos por la Junta, los porcentajes previstos en el plan en otras actuaciones se están cumpliendo, aumentado “un 20%” tanto el número de actuaciones del personal técnico habilitado como los efectivos disponibles respecto a las actividades de comprobación, información y asesoramiento directo en empresas, y las actuaciones en colaboración con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, centradas en las visitas a empresas con elevadas tasas de siniestralidad.
También “ha mejorado hasta un 40% el número de actuaciones contempladas en programas de asesoramiento como el 'Alerta Accidentes', así como en las tareas de divulgación en los propios centros productivos. La iniciativa se está completando con un primer envío de más de 8.000 cartas a otras tantas empresas en las que se les informa de las causas de accidentabilidad en sus respectivos sectores de actividad, recomendaciones para evitarlas y las líneas de incentivos de que dispone la Consejería para mejorar sus niveles de seguridad.
Por último, en el área de mejora de los conocimientos, dice la Consejería que “se están promoviendo programas de actividades formativas e informativas destinadas no sólo al personal de la administración sino también a los responsables de prevención de las propias empresas, a los delegados sindicales e incluso al personal directivo de cada centro de trabajo”. Hasta finales del pasado año se han organizado cursos vinculados a los sectores de la construcción, la agricultura, los trabajos en altura y la seguridad vial, con 328 participantes. También se han impartido talles y charlas informativas a alumnos de Formación Profesional, para que el mensaje de la cultura preventiva cale.
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