¿Cuál debe ser el lugar del político en las reivindicaciones laborales y sindicales? Aznar, cuando el 'No a la guerra' era un clamor en 2004, denunciaba que la alternativa al PP era un Gobierno de “pancarteros”, en referencia sobre todo a Zapatero y Llamazares. Históricamente, no es raro ver a los lideres de los partidos de izquierda en manifestaciones por los derechos de los trabajadores. El pasado domingo, sin ir más lejos, Pablo Iglesias encabezó la movilización de los bomberos de Málaga, pero, ¿cuál debe ser el papel de los partidos en este tipo de movilizaciones? En el mundo sindical, con el 1º de mayo muy a las puertas, hay opiniones para todos los gustos, pero hay coincidencia en que la clase política no debe patrimonializar las reivindicaciones propias de los sindicatos.
Directamente relacionado con esta última presencia del líder de Podemos en las denuncias de los bomberos de Málaga, el secretario general provincial, Fernando Muñoz, relata cómo el representante de un partido que había acudido a la manifestación se salío de la misma al detectar la presencia de Iglesias y sentirse “incómodo”. “Los partidos tienen que estar con nosotros pero no protagonizar una manifestación. Confluencia sí, pero cada uno tiene que asumir su papel”, señala a eldiario.es Andalucía.
Muñoz diferencia lo que son cuestiones más concretas que tienen que tener su “cauce municipal” y otras más generales. “Ese es un tema local, donde se está pidiendo la reordenación de un sector. Los trabajadores necesitamos de los partidos para llevar nuestras reivindicaciones a los parlamentos o a los ayuntamientos”, señala. “Algunos conflictos se pueden resolver con normas o leyes, pero para otros se requiere estar en el cuerpo a cuerpo con los empresarios”, añade.
“La calle está para todos”
“Lo normal es que la pancarta principal la lleven los trabajadores, no un partido de la oposición o un líder que venga de Madrid. A veces no es normal que aparezcan ciertos perfiles, porque la solución a los conflictos se puede entorpecer”, concluye el dirigente sindical. En todo caso, para las movilizaciones “la calle está para todos y nunca vamos a excluir a nadie”. “Nosotros convocamos pero, cuando la manifestación sale, ya no nos pertenece”, apuntando que este 1 de mayo, por ejemplo, CCOO Málaga acudirá a un par de actividades festivas a propuesta de partidos políticos.
Por su parte, el secretario general de UGT en Cádiz, Francisco Andreu, asegura con contudencia que “determinados partidos políticos nos han intentado utilizar”. Recuerda el dirigente sindical,“cuando lo de Delphi iba a solucionarse, se creó una plataforma muy politizada, qué casualidad, justo antes de las elecciones”. “Pero la pelea del día a día por la industria de Cádiz la hacemos nosotros, y sabemos lo que tenemos que hacer, porque estábamos en la calle a finales del siglo XIX”, comenta.
“Algo parecido ha pasado con el PP y las mareas blancas”, señala. “Los políticos tienen que estar gobernando y eso es muchas veces incompatible con las movilizaciones, porque es necesario organizar a la clase trabajadora. Cada uno se tiene que dedicar a lo que se tiene que dedicar y no se puede permitir la utilización del sindicato para derrocar al adversario político”, indica Andreu.
“Si eso se visualiza, la gente se cabrea”
Con motivo de la celebración del 1 de Mayo, CCOO y UGT han elaborado un manifiesto conjunto en el que, entre otras importantes reivindicaciones, piden al Gobierno central, comunidades autónomas y a las formaciones políticas con representación parlamentaria “que apoyen e impulsen las reformas y cambios necesarios para hacer posible que el aumento de la producción y de la riqueza beneficie al conjunto de la sociedad, y entre ella a la clase trabajadora”.
Sus líderes en Andalucía, Carmen Castilla (UGT) y Francisco Carbonero (CCOO), son algo más prudentes a la hora de compartir pancarta con los partidos en sus movilizaciones en las calles. La ugetista es tajante: “Yo no tengo problema. Cuantos más seamos, mejor. Necesitamos que los partidos lleven nuestras propuestas, eso sí, pero no veo mal que nos acompañen en las manifestaciones”, comenta a este periódico. Castilla recuerda que, precisamente por eso, Pablo Iglesias, se dio cuenta de ello y, tras fundar UGT, decidió “después” fundar el Partido Socialista en España.
Carbonero también se muestra algo reticente a la hora de criticar la presencia de politicos en las manifestaciones convocadas por los sindicatos. “Nosotros saludamos que vengan los partidos. No nos molestan. Les invitamos a nuestras convocatorias”, apunta. “No se les excluye, aunque otra cosa es que los partidos quieran patrimonializar nuestras reivindicaciones o usarla como arma arrojadiza entre partidos y no para resolver el conflicto. Si eso se visualiza, la gente se cabrea, porque no se puede ser al tiempo partido, gobierno, sindicato y oposición”, explica.
Cabe recordar que hace apenas unas semanas hubo cierto malestar y sorpresa entre los sindicatos CCOO y UGT de Andalucía al tener conocimiento, antes de las movilizaciones #alacalle que arrancaron en febrero contra el encarecimiento de vida, en defensa del empleo y los salarios dignos que arrancaron en febrero, de que Izquierda Unida se desmarcaba la convocatoria de las mismas aunque no de participar en ellas.