Susana Díaz se estrena como oposición a Moreno Bonilla: “Accede a la Presidencia con los herederos del franquismo”
Susana Díaz se ha subido a la tribuna del Parlamento por última vez como presidenta de la Junta de Andalucía. Este miércoles, con tono solemne, ha iniciado la larga travesía del desierto que afronta ahora el PSOE en la oposición, tras 36 años y medio gobernando. Díaz empezó recordando que ella ganó las elecciones y que Juan Manuel Moreno Bonilla, que hoy será investido presidente de la Junta, “ha tenido que apropiarse de los votos de la extrema derecha” para gobernar. “Vox tiene la sartén por el mango, ha quedado claro, el suyo será un Gobierno de cambio a peor y de involución”, dijo.
Su discurso en el debate de investidura ha tenido dos interlocutores: uno es el candidato a la Presidencia, el otro es el portavoz de Vox, Francisco Serrano, que tiene 12 diputados y es clave para la estabilidad de la legislatura. Díaz eludió nombrar a Ciudadanos, el que ha sido su socio fiel durante tres años y hoy formará el primer Gobierno de coalición de derechas de Andalucía.
La socialista le afeó a Moreno que haya comparado la Transición española con el cambio político en Andalucía, equiparando los 40 años de franquismo con las cuatro décadas que lleva el PSOE gobernando en Andalucía. “Adolfo Suárez lideró la Transición, enterró el franquismo y usted va a acceder a la Presidencia con los herederos del franquismo. Son muy distintos”, le espetó. Una y otra vez subrayó que el socio preferente del Gobierno de Moreno es un partido “machista y negacionista” de la violencia de género. “Puede ocultarlo, pero va a salir aquí una y otra vez porque el señor Francisco Serrano ni lo oculta ni renuncia a derogar las leyes de igualdad”, advirtió.
Utilizó un tono moderado, pero crítico, y se esmeró en citar una y otra vez el discurso del portavoz de Vox, que previamente había anunciado que no renunciarán a derogar las leyes de igualdad, que defendió un modelo de familia “preferente” y rechazó la “memoria histórica inmerecida”. Todos esos puntos de fricción ideológica entre la derecha y la izquierda, Susana Díaz los rescató en su discurso para colocar a Moreno frente al espejo de Vox. La líder del PSOE andaluz preguntó al futuro presidente si cederá en la lucha contra la violencia de género, si permitirá la derogación de la Ley de Memoria -que fue aprobada en el Parlamento sin votos en contra-, y dedicó un rato a describir modelos de familias muy heterogéneos, como el de una pareja gay (“Claudio y su novio”; “Pedro y Gonzalo y su hijo”; o “Beatriz que usó la ciencia para tener un bebé”).
También fue muy dura con el discurso xenófobo de Vox, que habla de “seres humanos ilegales”, y lo enlazó con la defensa del espíritu católico que esgrimió el portavoz de la ultraderecha. “Yo soy creyente y nunca he escuchado: Deportaos los unos a los otros, como yo os he deportado”, dijo, citando frases bíblicas para arremeter con esa propuesta de Vox para “deportar a 52.000 inmigrantes” de Andalucía.
“Tenía curiosidad por escucharla hoy”, ha admito Moreno en su turno de réplica. El candidato a la Presidencia de la Junta le ha reprochado que viniera al debate “deorientada” y “con esa actitud que tanto daño le ha hecho a su Gobierno y su partido”. El popular, esta vez, quiso plantar cara a las críticas que recaen sobre él por el discurso negacionista de Vox sobre la violencia de género. “Usted ha dicho que mi Gobierno va a ser una apisonadora que va a aplastar los derechos de las andaluzas, que la mujer andaluza va a volver a los años 30”, dice, y concluye: “Nada le da derecho a presentar a las mujeres como víctima del cambio político en Andalucía”. Moreno ha acusado a Susana Díaz de haber sido más lesivo con las mujeres desde la Junta, recordándole que hay medio millón de andaluzas en paro, un 26% de desempleo femenino, y que las mujeres son las que más sufren la temporalidad del 35% de esta comunidad.
El líder del PP andaluz recordó la victoria de Javier Arenas en 2012, cuando logró 50 diputados (tres más que el PSOE), pero no pudo gobernar porque los socialistas formaron un Gobierno de coalición con IU.
Moreno se ha quejado del “discurso del miedo” que ha usado la socialista. “Viene a decirnos: que viene el coco, que viene la derecha a llevarse los derechos de todo. Y ha citado cosas que no están en el acuerdo de Gobierno”, le ha espetado. Varias veces ha subrayado el popular que “los cordones sanitarios no son buenos para la democracia, yo no creo en ellos”, afianzando así su alianza con Vox. El presidente del PP andaluz le ha invitado a que haga una “oposición institucional, razonable”, y que abandone la “estrategia del miedo”. “Puede competir con Podemos a ver quién hace una oposición más frontal y estéril, o ser responsable y coherente”, ha remarcado. “Usted dedíquese a gobernar, que yo haré oposición”, replicó ella.
Susana Díaz ha lanzado varias preguntas directas al candidato: “¿Va a cobrar lo mismo que yo como presidente? ¿Van a cobrar lo mismo los consejeros y altos cargos? ¿Van a derogar la Ley de Memoria?”, como anuncia la tercera pata de este Gobierno“, en alusión a Vox. Algunas de las medidas del acuerdo político de PP y Ciudadanos, como la eliminación de los aforamientos (que Díaz defiende), que requieren una reforma del Estatuto andaluz. ”¿Se va a abrir el Estatuto sólo para eso?“, pregunta, recordando que la intención de la extrema derecha es devolver las competencias autonómicas de Educación y Sanidad al Estado. El popular, en la réplica, ha respondido que ”los sueldos van a ser los mismos, pero habrá menos altos cargos y menos reconocidos del PSOE“.
Las tornas entre Díaz y Moreno se han invertido. Ahora el popular le pide a la socialista que presione al Gobierno de Sánchez para traer a Andalucía los 4.000 millones de euros de financiación autonómica que pactaron todos los grupos en el Parlamento, excepto Ciudadanos. La sevillana ha apurado su turno y se ha despedido confirmando que seguirá al frente de la oposición, con la esperanza de recuperar el Gobierno: “Espero tener cuanto antes de nuevo la confianza de los andaluces”, sentenció. Moreno, que terminó pidiendo cinco minutos más para Díaz y prolongar su debate, culminó con dos ideas claras: “El que manda en el PP andaluz soy yo”; y “ya veremos cómo empieza la legislatura y quién acaba como portavoz socialista, porque ya hay muchos señalándole la puerta”. Esta última frase es de Susana Díaz, ella la ha usado muchas veces contra Moreno en la recta final del mandato, cuando estaba convencida de que el PP de Pablo Casado pediría su cabeza política tras su derrota en las elecciones. Moreno fue derrotado y ahora es presidente de la Junta.