La coordinadora general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, se vio obligada a comunicar a Pablo Echenique, secretario de Organización a nivel estatal, que habían registrado como partido Marea Andaluza, pese a que luego hayan intentado desvincularse de esta marca. El propio Pablo Echenique ha confirmado este miércoles en declaraciones a TVE que Teresa Rodríguez se lo comunicó, lo que ocurrió después de que este diario contactara con Podemos en Andalucía para verificar que era una iniciativa de esta organización y le fuera reiteradamente desmentido mientras otras fuentes de la misma dirección decían lo contrario a elconfidencial.com.
Todo ello deja en evidencia las contradicciones con las que desde Podemos en Andalucía se ha dado este paso que, por otra parte, tenía una explicación que no debía levantar suspicacias: se trata de una cautela para evitar que otros puedan apoderarse de la marca como le ocurrió en 2015 a Ada Colau con Guanyem, tal y como ha explicado el propio Pablo Echenique en la misma entrevista.
Sin embargo, en el intento de ocultar este movimiento han pesado dos cosas: por un lado, que se pudiera relacionar con la intención de Teresa Rodríguez de marchar por su cuenta después del poco éxito de su reclamación de más independencia como federación dentro de Podemos, y por otro, que pudiera entorpecer las negociaciones para una confluencia con IU, formación a la que por otro lado no le gusta esta terminología.
Sin embargo, no podían ocultar que detrás del registro estaba la corriente anticapitalista de Cádiz, de la que viene la propia Teresa Rodríguez, y por eso el partido ha sido registrado con integrantes de la misma en su secretaría permanente, si bien se han puesto como pantalla nombres poco conocidos fuera de la provincia. De hecho, fue a iniciativa de la Secretaría Política de Podemos en Andalucía, a cargo de Jesús Rodríguez, de la misma corriente, que se llevó a cabo la inscripción el pasado día 11. Eso sí, todavía a esta hora, la dirección de Podemos en Andalucía no ha reconocido la paternidad del nombre de forma pública, si bien lo ha hecho en conversaciones con el líder de IU, Antonio Maíllo, igual que en el citado caso de Pablo Echenique, entre otras cosas para frenar los recelos que ha generado.
En este contexto, Antonio Maíllo ha confirmado en rueda de prensa este miércoles que le han comunicado el registro, con el argumento de que “era importante que otros no pudieran usarla”. En su opinión, se trata de una cuestión “interna” de sus socios preferentes para la confluencia, con la que “no tiene nada que ver” esta marca. Tras manifestar que no va a “hablar de las interioridades de otras organizaciones”, ha mostrado la disconformidad de su formación con esta terminología, en la que IU no ha participado. “No es el término en el que vamos a ir en un espacio de confluencia”, ha comentado.
De este modo, ha continuado: “La marca de la confluencia no se conoce todavía. Porque todavía no sabemos qué organizaciones la comprenderán. Lo que está claro es que no va a usarse una que haya sido definida unilateralmente”. En la misma línea, ha recalcado: “No tenemos ninguna pretensión de vincularnos a esa marca”. Eso sí, Antonio Maíllo ha remarcado que esto no influye en las negociaciones entre las dos formaciones, que confía en que den sus frutos este trimestre.
Desde el grupo parlamentario de Podemos, la diputada Carmen Lizárraga, se ha remitido a las declaraciones que iba a hacer el propio Jesús Rodríguez, y ha insistido en que es una cuestión de la “ejecutiva”, no del Consejo Ciudadano Andaluz (CCA), que “no tiene conocimiento”. También ha puntualizado que “Podemos decidirá en los órganos correspondientes, tal y como figura en los estatutos, cómo concurrirá a los comicios”.