Teresa Rodríguez ha ganado holgadamente la primera fase de las primarias de Podemos Andalucía. Su candidatura se ha impuesto con un 75% de votos a la lista que encabezaba la diputada en el Congreso por Huelva, Isabel Franco, y por extensión, ha doblado el potente brazo de la dirección estatal del partido. La coordinadora regional del partido había enfocado estas primarias como un plebiscito sobre su proyecto de confluencia con IU -que avanza con el nombre de Adelante Andalucía- y también sobre su propio futuro político. La ejecutiva nacional de Podemos jugó a reforzar la candidatura alternativa a Rodríguez, convencido de que el verdadero objetivo de la gaditana es romper con la formación morada y montar una organización política nueva.
La líder regional, que cuenta con el apoyo de la mayoría del Consejo Ciudadano andaluz y con el antiguo sector errejonista de su agrupación, ha librado un pulso a la dirección de Pablo Iglesias y ha salido legitimada por los resultados de estas primarias. El proceso interno se ha vivido como un choque de trenes entre una visión centralista de Podemos y un formato más descentralizado, donde las decisiones importantes -las alianzas electorales, el nombre de los candidatos, etc- se toman en los territorios, y no en Madrid.
En las primarias han participado 11.000 inscritos de Podemos Andalucía. Rodríguez ha sido la más votada en las ocho provincias, y Franco ha obtenido un 22% de apoyos. La tercera candidata, la granadina Leticia García, ha logrado un 3%. La dirección regional entiende que “el proyecto político de Teresa Rodríguez de confluencia con IU y otras fuerzas andalucistas” sale reforzado, y hace un llamamiento a la dirección estatal para terminar con el pulso interno.
El proceso de selección de candidatos usado en estas primarias -el método Dowdall- garantiza la entrada del sector crítico en la lista electoral. Rodríguez ha acaparado el 75% de votos, pero el propio sistema de elección limita su peso en la candidatura al 60%, dejando el 40% restante a los integrantes de la lista de Franco. La lista electoral resultante -que mezclará nombres de una y otra aspirante- deberá someterse ahora a unas primarias conjuntas con IU y el resto de fuerzas de la confluencia. Un proceso que aún no está reglado y sobre el que la dirección estatal de Podemos mantiene todas sus dudas, porque no está contemplado en el reglamento del partido morado.