Teresa Rodríguez consolida la fractura con Unidas Podemos y logra que Adelante Andalucía vote ir con marca propia a las generales
Cada cierto tiempo, la izquierda andaluza se quiebra y hace crac. Desde hace año y medio, bajo el primer Gobierno de centro derechas, el ruido interno es más continuo: crac, crac, crac. Adelante Andalucía, la coalición electoral creada por Podemos, IU y dos formaciones andalucistas para las autonómicas de diciembre de 2018, aprobó este miércoles el primer manifiesto político que asume las tesis de su líder, Teresa Rodríguez, para concurrir a las próximas elecciones generales con marca propia. Este movimiento ha sacudido la placa tectónica que le une orgánicamente a IU y políticamente a Unidas Podemos.
“No habrá una sola batalla social (en defensa de la sanidad pública, de la educación pública, de los derechos laborales, de la vivienda, de nuestro entorno natural, etc), ni un sola contienda electoral (sean municipales, autonómicas, generales o europeas), en la que Adelante Andalucía no tenga que estar y tener voz propia para defender los intereses de la mayoría social andaluza”, reza el documento, al que ha tenido acceso esta redacción. Fuentes del partido morado en Andalucía confirman que esta cláusula “es la misma que planteó Rodríguez para las últimas generales, pero fue rechazada”, esto es: que Adelante fuera la marca electoral de Unidas Podemos en este territorio, y que tuviera grupo propio en el Congreso“. Las mismas fuentes aseguran que la dirección estatal de Pablo Iglesias ”fue informada del contenido del manifiesto y del resultado de la votación“.
El problema es que el otro socio fundador de la confluencia, IU, está en contra de esa tesis y se ha desmarcado de un manifiesto impulsado por Anticapitalistas, que apenas lleva una semana dentro de Adelante. Los comunistas pidieron una semana “para estudiar el texto y debatirlo”, pero el resto de partidos convocó una reunión virtual el miércoles, e IU decidió no acudir “en señal de protesta”. Tres votos a favor, una abstención y un ausente.
El texto, de cuatro páginas, viene encabezado por el logo de los cinco partidos que integran la confluencia. Se titula Es tiempo de Andalucía. Ahora más que nunca: Adelante Andalucía, y en líneas generales reproduce los principios originales de la formación, con un mayor énfasis en la retórica andalucista. Sin embargo, la propuesta de concurrir con marca propia a las generales no nace del consenso unánime de todos sus integrantes. El manifiesto agudiza aún más la crisis interna de la confluencia, la división entre el equipo de Teresa Rodríguez y la dirección regional de IU, pilotada por Toni Valero. Se trata de una herida nunca cicatrizada, que los morados abrieron en la precampaña de las últimas elecciones generales, cuando la gaditana presionó a Pablo Iglesias para que Adelante Andalucía fuera la marca-paraguas de Unidas Podemos en este territorio, y tuviera grupo propio en el Congreso.
Entonces la gaditana estaba en minoría -IU se alineó con Iglesias-, pero ahora cuenta con cuatro de los cinco votos de los integrantes de Adelante. A falta de que una nueva ejecutiva regional ocupe el vacío de Podemos Andalucía, tras la renuncia de Rodríguez, el voto de esta formación dentro de la confluencia sigue en manos del equipo saliente. Ha sido el secretario de Organización y diputado autonómico, Nacho Molina, quien ha votado por Podemos Andalucía, absteniéndose “para no interferir en la futura línea política de esta formación”; el actual secretario de Comunicación de Podemos Andalucía, Pablo Pérez Ganfornina, ha votado en nombre de Anticapitalistas (a favor), y también lo han apoyado los dos miembros de los partidos andalucistas: Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista. Todos forman parte del llamado “grupo motor” de Adelante, que coordina la acción política, y que están en el mismo grupo de Telegram, “donde se debate, se vota y se adoptan decisiones por mayoría”.
El viraje en la estrategia de Adelante se produce tan sólo una semana después de la incorporación de Anticapitalistas, que es quien redacta e impulsa el manifiesto, también unos días después de abandonar formalmente Podemos. El equipo de Teresa Rodríguez ostenta ahora un triple papel político dentro de la confluencia: son Anticapitalistas, los últimos en entrar, pero los que capitalizan el debate interno; siguen siendo Podemos Andalucía -a espera de que una nueva dirección ocupe este vacío- y son la mitad del grupo parlamentario Adelante que comparten con los diputados de IU (17 escaños).
Este triple papel, más el apoyo decisivo de las dos formaciones andalucistas (sin representación parlamentaria antes de entrar en la coalición) ha permitido a Teresa Rodríguez tomar el control de la organización que ella misma ideó junto al ex líder de IU, Antonio Maíllo, y reconducir su hoja de ruta. En los debates internos de Adelante, hasta su consolidación como “sujeto político propio” (en julio hará dos años), sí se venía hablando de la posibilidad de concurrir a las generales con marca propia, y de tener grupo propio en el Congreso.
Pero, a medida que Rodríguez avanzaba hacia posiciones más andalucistas, cuasi nacionalistas, IU tomaba el camino contrario. La dirección federal de Alberto Garzón sellaba una coalición con Iglesias -Unidas Podemos-, que terminaría entrando a formar parte de un Gobierno con el PSOE de Pedro Sánchez. Esta alianza fue enérgicamente rechazada por la todavía líder de Podemos Andalucía, hasta el punto de que terminaría anunciando su salida del partido morado, el pasado mes de febrero, y su renuncia a repetir como candidata a la coordinación general.
Esta fricción orgánica dentro de Adelante aún no ha salpicado a la acción política del grupo parlamentario Adelante, donde todavía no se ha fracturado la unidad de voto. Sin embargo, los comunistas recelan de las formas, los tiempos y los planteamientos de sus socios, creen que Anticapitalistas ha “secuestrado” la marca que ellos fundaron junto a Podemos Andalucía antes de que se incorporara el resto de formaciones. La propuesta que suscribe hoy la confluencia andaluza en este manifiesto conduce a imaginar un cisma político aún mayor dentro de la izquierda.
En las próximas elecciones generales, Adelante aspirará a presentarse con una papeleta propia para tener grupo en el Congreso, y eso pondrá a Unidas Podemos y a IU ante una difícil tesitura: o se integra bajo el proyecto de Teresa Rodríguez o mantiene su marca electoral y pugna contra ella por los votos a la izquierda del PSOE. Cualquiera de los dos escenarios es un revival de la fractura del voto progresista de Andalucía, ahora gobernada por PP y Ciudadanos con el apoyo de la extrema derecha de Vox.
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