En la costa de la provincia de Málaga, a 700 metros del paraje natural de Maro - Cerro gordo, las aguas residuales que se echan al mar no tienen ni el ciclo primario de depuración. Según las pruebas recogidas en la investigación de la 'Operación Vastum', iniciada en 2017 a partir de denuncias de Ecologistas en Acción Andalucía, se estima que la cantidad de toallitas acumuladas en el fondo marino de Nerja asciende a nueve toneladas. Así lo ha publicado este jueves Diario Sur.
Dos años después de que comenzara esta investigación del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil por encargo de la Fiscalía, se suman cinco cargos o excargos públicos de Coín y otros 11 en Nerja investigados por delitos contra el medioambiente.
Dentro de las dos primeras fases, ya concluídas, de esta investigación se ha tomado declaración a cinco ediles o exediles de Coín con responsabilidad en el tratamiento de aguas. Entre ellos, los dos últimos alcaldes del municipio, el socialista Gabriel Clavijo; y Fernando Fernández-Tapias, regidor que dejó la alcaldía para encargarse de la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible (antes, Medio Ambiente) de la Junta de Andalucía. Se suman tres concejales con responsabilidades en las áreas de medio ambiente y saneamiento entre 2007 y 2017.
De la localidad de Nerja, han sido llamados a declarar la actual alcaldesa, Rosa María Arrabal (PSOE), los ediles con responsabilidad en medio ambiente e infraestructuras, el exalcalde José Alberto Armijo (PP), cinco concejales o exconcejales del mismo partido y dos gerentes de la empresa pública Aguas de Narixa.
La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Coín ya ha empezado a tomar declaración, también como investigados, a los cargos públicos señalados por la investigación del Seprona en el municipio del Guadalhorce.
La tercera parte de 'Vastum' se centrará en la localidad de Alhaurín el Grande, incluída también en las denuncias de Ecologistas en Acción.
La 'Operación Vastum' se puso en marcha después de que la organización ecologista estuviera presentando denuncias desde 2008 por la situación en la costa de la provincia. Según Rafael Yus, presidente de la ONG, respecto a Nerja reclaman “tanto la falta de la depuradora como los vertidos directos de la población a través de alcantarillas, en lugar de canalizar todas las aguas residuales por los emisarios submarinos”. Nerja tendría entonces esos dos problemas, “la falta de estación depuradora de aguas residuales y la falta de control de los vertidos particulares, que en lugar de llevar los desagües a los colectores municipales, lo derivan a la red de alcantarillado o de pluviales”, explica Yus.
El vertido de aguas fecales en este municipio se produce directamente al mar desde tres emisarios: uno desde el acantilado de Maro, a dos metros del nivel de mar; y otros dos submarinos, a la altura de Burriana y Torrecilla, a un kilómetro de la costa. Las denuncias de Ecologistas en Acción también incluyen vertidos “ilegales e incontrolados” en el río Chillar, que a pesar de las quejas vecinales y de los grupos ecologistas, sigue persistiendo.
En un sondeo realizado durante cinco días el pasado mes de agosto en los fondos marinos de Nerja se observó la formación de una “especie de costra” que, además, en torno a uno de los emisarios alcanzaba los 20 metros de diámetro, repleta de desperdicios y en algunos puntos llegaba a los tres metros de altura. Tras estos análisis se estimó que se acumulan más de nueve toneladas de toallitas.