La perspectiva de Luis García Montero a la hora de analizar la situación de la lengua española en el planeta es más que notable, y de eso ha dado detalle en su participación en los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Baeza (Jaén).
Por eso, defiende a capa y espada a la lengua “que hablan ya casi 500 millones de personas con lengua nativas, y casi 600 la han aprendido, el segundo idioma del mundo tras el chino mandarín y en comunicación tras el inglés”.
Pero, ante polémicas derivadas de nacionalismos, que usan el idioma como parte de la confrontación, García Montero lo tiene claro: “Nadie debe sentirse dueño de un idioma”.
Y lo explica en la sede de Baeza de la UNIA defendiendo que “en Andalucía no se habla un español peor que en Valladolid, porque cada uno habla español según donde vive, y eso se aplica al español de Río de la Plata, de los Andes, o de América Latina”.
La fuerza de la lengua
“Tenemos una fuerza cultural muy importante”, defiende el escritor granadino, que dice, eso sí que “no debemos contentarnos solo con los indices de población que habla español, porque hay que buscar también el prestigio. El reto de convertir al español en lengua de ciencia y tecnología”.
En esa labor, uno de los próximos pasos es la apertura de la nueva sede del Instituto Cervantes en Los Ángeles, “porque California nos permite estar cerca de Hollywood, que es cultura, pero también todas las empresas tecnológicas de Silicon Valley las tendremos al lado, en nuestros esfuerzo de ampliar inversiones en ciencia y tecnología”.
Y es que Estados Unidos puede ser el segundo país en nativos hispanos, después de México, y Los Ángeles es la ciudad del mundo con más mexicanos, después de México DF, “y tiene una población nativa que no solo puede identificarse con la población y capas pobres”, que han tenido que ver como Donald Trump definía al español como “lengua pobre”, con actitudes como suspender la web en castellano de la Casa Blanca.
La potencia del español en EUU
“Hoy día, Estados Unidos, en lo hispano, no solo tiene que ver con los inmigrantes de primera generación, sino segundas y terceras generaciones con un índice económico muy alto, y eso hace que muchos políticos, sobre todo demócratas, estén utilizando la cultura hispana, y no la convierten en enemiga del inglés”.
García Montero reflexiona sobre el uso de la lengua con motivaciones políticas, y cree que “el español tiene una fuerza que asegura su salud”, para espetar que “es un cretino el que se mete con la tecnología, y para meterse con las humanidades, también”.
“Se equivocan los que meten a las lenguas en defensa de identidades cerradas, y es un disparate que se intente despreciar al español en regiones donde la población es bilingüe y la mayoría tiene el español como lengua materna”.