VÍDEO | Así fue la retirada del monumento a las víctimas del franquismo en Coria

En una noche larga y tensa, el Ayuntamiento de Coria del Río (Sevilla) ha retirado el monumento a las víctimas del fascismo. Una operación ejecutada “de madrugada, recordando tiempos pasados”, decía el puñado de activistas de la Memoria Histórica que soportó el frío ribereño aludiendo a las 'sacas' que precedían a los fusilamientos.

Resonaba así el eco del terror fundacional del franquismo que en el pueblo sesgó la vida de 223 personas. Entre ellos Blas Infante, denominado Padre de la Patria Andaluza. La obra reposa ahora junto al río Guadalquivir, en un nuevo emplazamiento.

El traslado, previsto a partir de las 3 de la madrugada del miércoles 26 de noviembre y denunciado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Coria del Río (ASREMEHCO), hubo de retrasarse por la presencia de varias decenas de miembros de diversos colectivos memorialistas. Tras la “resistencia pacífica”, y entre una nutrida presencia policial, pasadas las 5 horas del mismo día el monumento era izado por una grúa de grandes dimensiones.

Un momento “duro, de dolor, de pérdida”, señalaban. Un par de vecinos, desde uno de los balcones aledaños, aplaudían la acción: “no queremos que esté ahí, claro que molesta, y no tenían que haberlo puesto nunca”, espetaban. Una muesca en la letra 'a' de la palabra 'democracia', en la base de mármol que soporta el monumento, aparece como metáfora del desagrado que, alguna vez, provoca la memoria.

Decisión “vecinal”, dice el aldalce

Según el alcalde coriano, Modesto González (Partido Andalucista), la reubicación no tenía vuelta atrás después de acatar un espacio alternativo decidido “a partir de una asamblea vecinal”. El regidor escuda la medida en la decisión de una parte del municipio: “los vecinos decidieron que en el centro del paseo (de la Constitución) se colocara una fuente en vez de conservar el monumento”, dijo en declaraciones a Europa Press.

Representantes de la memoria, en cambio, señala que el símbolo que representa la obra escultórica de la autora Ángeles de la Torre supera el ámbito municipal. “Representa la defensa de los derechos humanos, de la legalidad republicana y homenajea a todos aquellos que sufrieron represión e incluso la muerte por defender la libertad y la democracia”.

El asunto, manifiestan, fue acordado “a espaldas del movimiento memorialista y según intereses que no buscan sino ahondar en la oscuridad y el silencio que impuso el franquismo”. Aquella asamblea, subraya la asociación, “no puede ser vinculante para un Ayuntamiento ni para cambiar actas y acuerdos plenarios”. Máxima cuando la propia ASREMEHCO “nunca fue invitada a participar”.