El recuento de votos de las elecciones generales del domingo no ha terminado. Se ha contabilizado el voto en urna, pero a partir del miércoles se incorporará el sufragio de los residentes españoles en el extranjero -el conocido como voto CERA; Centro Electoral de Residentes Ausentes- que ya en los comicios de 2019 alteró el resultado de las urnas en siete provincias.
En Andalucía, el escrutinio al 100% ha dejado una estrecha ventaja por el último diputado de Málaga, que ganó el PP por 3.000 votos de diferencia respecto al PSOE; en Sevilla, donde Sumar obtuvo su segundo diputado por 7.252 votos más que Vox; y Granada, con el último escaño también para el partido de Yolanda Díaz, esta vez por una diferencia de 9.200 votos sobre el PSOE.
El recuento de la llamada “provincia 52”, que aglutina el voto en el extranjero, tendrá previsiblemente más peso en estos comicios que en los de hace cuatro años, porque en esta legislatura el Gobierno de Pedro Sánchez anuló la reforma legal de 2011 que impuso el voto rogado.
Esa reforma, aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy, obligaba a los residentes ausentes inscritos a “rogar” la papeleta a España a través de las embajadas o servicios consulares en el extranjero, en lugar de recibir por defecto la documentación necesaria para votar, como había ocurrido hasta entonces. El sistema aumentó la dificultad burocrática para participar en las elecciones generales desde el exterior -en distinta medida, según el país de origen- provocando un desplome en el número de votantes expatriados.
Andaluces expatriados
Hay 2,3 millones de españoles que residen fuera del país con derecho de sufragio, en torno a un 6% del censo electoral. Argentina y Francia son las naciones con más expatriados españoles. El voto CERA, antes de que se instaurase el sistema “rogado”, alcanzaba el 30% de participación de ese censo. En 2019, sin embargo, solo participó menos del 7%. El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, siempre denunció que la reforma del voto rogado que impuso Rajoy buscaba dificultar y anular el voto en el extranjero, que históricamente había sido más favorable a las izquierdas que a partidos conservadores.
Los socialistas andaluces celebraron el resultado de las elecciones generales la noche del domingo, pese a que en los últimos minutos del recuento perdieron dos diputados en dos provincias por un puñado de votos. El PSOE creció en número de papeletas y en porcentaje de votos respecto a 2019, pero perdió cuatro escaños, pasando de 25 a 21. El PP ganó las elecciones en Andalucía por 116.000 papeletas, fue la primera fuerza en siete de las ocho provincias, y eso le benefició en el cómputo final de escaños, pasando de 15 a 25. El líder socialista andaluz, Juan Espadas, confía en recuperar dos diputados gracias al voto de andaluces expatriados, que son mayoría por detrás de catalanes y madrileños.
Pero el voto CERA es una incógnita en estos comicios. Los partidos no saben cómo afectará ni en participación ni en la balanza final de resultados. En 2019, hubo algo más de dos millones de electores con derecho a sufragio en el extranjero, 245.930 de ellos en Andalucía. Es un tamaño considerable que podría pegar una patada al tablero si, por ejemplo, la participación fuera la misma que en el voto presencial (68%). Pero eso jamás ha ocurrido.
Hace cuatro años sólo votaron 15.108 electores y se validaron 14.832 votos emitidos, el 6% del total, según datos de la Junta Electoral Central. El PSOE fue la fuerza más votada con 4.476 papeletas, seguida de Unidas Podemos con 3.464; Ciudadanos con 2.591; PP con 1.873 y Vox con 1.672.
Los residentes en el extranjero votan en su circunscripción (provincia) de origen, bien por correo o de forma presencial en las embajadas o consulados españoles del país residente. Según los datos del CERA en 2019, la mayoría de los andaluces expatriados votó en Málaga (3.133) y en Sevilla (3.059), seguido de Granada y Cádiz. Esos datos difícilmente variarían el resultado que arrojó el recuento en urna del domingo, pero nuevamente la participación puede ser clave.
3.000 papeletas pueden cambiar en Málaga
Málaga es la provincia más susceptible de cambiar la foto fija actual, por apenas 3.000 papeletas. El voto en el extranjero amenaza el quinto diputado del PP, en beneficio del PSOE, que dejaría a ambas fuerzas empatadas a cuatro en esta provincia. En Granada la distancia es mayor, pero también peligra un escaño de Sumar, que ocupa su cabeza de lista y líder de Podemos Andalucía, Martina Velarde, en beneficio de los socialistas, a unos 9.000 votos de distancia.
En Sevilla el último escaño lo tiene Sumar -dos diputados-, seguido por Vox a una distancia de 7.252 votos. En el resto de provincias, la distancia sobrepasa los 10.000 votos entre el partido que logró el último escaño en liza y el que aspira a arrebatárselo. En Cádiz, la última plaza fue para el PP, a 10.424 votos del PSOE; en Huelva, el último diputado fue para Vox, a 10.879 de Sumar; en Córdoba, Sumar obtuvo el último -que ocupa el líder del PCE, Enrique Santiago-, a 13.800 votos del PP.
En Almería, el último escaño lo ganó el PP, con una ventaja de 19.132 votos respecto a Vox; y en Jaén, el último lo obtuvo Vox, a 25.000 papeletas de Sumar.