La web de la Junta de Andalucía también recomienda “reducir el consumo de carne roja” como el ministro Alberto Garzón
El ministro con menos presupuesto -“maneja menos que una pedanía”, le llegó a espetar algún diputado a Alberto Garzón en una sesión parlamentaria- vuelve a estar en la picota y ya apuntan que podría ser uno de los que caiga en la próxima crisis del Gobierno de España, tras ser desautorizado incluso por el propio presidente, Pedro Sánchez. La tensión se arrastraba ya desde las manifestaciones del malagueño en contra de la subida de la luz defendida por su compañera de ejecutivo, pero no de partido, María Jesús Montero.
Esta vez ha sido a raíz de la campaña de un Ministerio, con poco más de 40 millones de euros, en torno a la necesidad de moderar el consumo de carne roja y las advertencias sobre los efectos que en el medioambiente tiene la ganadería, aseveraciones aceptadas por la comunidad científica desde hace años. Sin ir más lejos, la propia Junta de Andalucía, cuyos consejeros han salido en tromba contra el comunista, como si hubiera dicho que se deje de comer totalmente carne roja o que la ganadería extensiva y ecológica son malas, recoge estas recomendaciones para los consumidores.
Lo hace en la web de la Consejería de Salud y Familias, cuyo titular, Jesús Aguirre, es de los que todavía no ha dicho nada contra estas afirmaciones, ocupado como está con la campaña de vacunación contra el coronavirus. “Reducir el consumo de carnes rojas a un máximo de 2-3 veces por semana y aumentar la ingesta de verduras puede ayudar a prevenir algunos tipos de cáncer”, recoge la web de la Junta de Andalucía. Y se remite a las organizaciones que lo avalan, como es el caso de la Organización Mundial de la Salud (OMS): “Las recomendaciones sobre el consumo ocasional y moderado de carne roja se han visto especialmente reforzadas tras el reciente informe de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC)”, muy polémico también, por cierto, pero que la Junta de Andalucía ha mantenido como referencia.
En la misma web se habla de lo obvio: la necesidad de llevar una dieta equilibrada y variada como la mediterránea. “Estas pautas de alimentación saludable pasan por incluir en nuestro menú diario más alimentos ricos en fibra como los cereales, preferentemente integrales, al menos dos raciones diarias de lácteos, pescados, legumbres, aceite de oliva, frutas y verduras, y también la carne roja, que tiene beneficios para la salud por su contenido en proteínas de alto valor biológico, hierro, zinc y vitaminas, pero de forma ocasional y con moderación (no más de 500 gramos a la semana). Son más recomendables las carnes blancas (pollo, pavo o conejo)”.
Se le han echado encima los ganaderos, respaldados por el ministro de Agricultura y Ganadería, Luis Planas, quien ha calificado esta campaña de “tan errónea como la del azúcar mata” y su colega de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. En realidad, la campaña es #AzúcarTeDejo, lanzada el pasado mes de octubre, con el posterior levantamiento de la industria azucarera. De este modo, los tiros le llegan desde la oposición, pero también desde dentro del propio ejecutivo.
Entre los más beligerantes, el Gobierno de Andalucía, por la importancia de la ganadería en la comunidad autónoma, donde paradójicamente prima un modelo que no ha sido el atacado por el ministro, como es el extensivo, ecológico y de explotaciones familiares. La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, pedía en el último pleno del Parlamento de Andalucía la retirada de la campaña.
Otro tanto ha hecho el portavoz del Gobierno de la Junta, Elías Bendodo, sumándose a la ristra de populares exhibiendo su menú carnívoro:
Pero incluso antes de que fuera Alberto Garzón ministro, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) ya aconsejaba “mantener las actuales recomendaciones de salud pública sobre el consumo moderado de carne (…) por el excesivo puede relacionarse con determinados problemas de salud”. La propia Federación Española de Sociedades de Alimentación, Nutrición y Dietética (Fesnad) lo precisa: “En línea con la OMS, (...) no es necesario eliminar de la dieta este tipo de alimentos ni poner en alerta a la población española, sino llevar a cabo un consumo moderado de carnes rojas y procesadas, tal y como ya está indicado en las pirámides nutricionales y se ha recomendado durante muchos años”.
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