El previsible hundimiento del PP andaluz en las elecciones del 2 de diciembre empujó a la nueva dirección nacional de Pablo Casado a tomar posiciones en las listas electorales andaluzas de cara a una necesaria renovación. Casado eligió a personas de su confianza para tomar el control del PP de Andalucía, si se confirmaba la caída de su candidato y líder regional, Juan Manuel Moreno. En primera línea situó al ex ministro de Interior, ex alcalde de Sevilla y ex presidente del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, que hace unas horas ha comunicado al dirigente nacional que no tomará posesión de su acta como diputado andaluz y permanecerá en el Congreso, según ha avanzado Diario de Sevilla.
Fuentes del PP andaluz han confirmado a este periódico que Zoido ha decidido seguir en Madrid tras comprobar que el vuelco electoral en Andalucía permitirá a Juanma Moreno hacerse con la Presidencia de la Junta y conformar un Gobierno de coalición con Ciudadanos, apoyado previsiblemente en los votos de Vox. El ex alcalde hispalense seguirá al frente de la Comisión constitucional del Congreso y ocupando un puesto en la Ejecutiva nacional de Casado.
Zoido, cabeza de lista por Sevilla, es el casadista de más peso que se apea de la menguada bancada del PP andaluz (de 33 a 26 diputados), pero no es el primero. Antes que Zoido fue el alcalde de Vejer de la Frontera, José Ortiz, otro destacado casadista que encabezaba la lista electoral de Cádiz, quien anunció por sorpresa que seguiría al frente de su Ayuntamiento y no recogería su acta de diputado. El presidente del PP nacional había confiado a Zoido la tarea de pilotar la transición en la dirección popular andaluza tras la supuesta salida de Juanma Moreno, y Ortiz -según algunas fuentes- se postulaba como posible sustituto en la presidencia del partido.
La aritmética parlamentaria del 2D ha trastocado los planes. Juanma Moreno ha obtenido el resultado más frágil de la historia del PP andaluz, pero está a punto de convertirse en el primer presidente de la Junta de su partido tras 36 años de gobiernos del PSOE. La presencia de Zoido o de Ortiz en las listas electorales andaluzas estaba pensado para un escenario de derrota tras el 2D, y no para una carambola que permita ostentar el Gobierno autonómico contra todo pronóstico.
El caso del ex regidor de Córdoba, José Antonio Nieto, es distinto. Nieto también es otro dirigente vinculado a la ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, próximo a Casado y rival interno de Moreno. El líder popular le colocó como número uno por Córdoba y también sonó su nombre como posible sustituyo del candidato. Nieto no ocupaba ningún puesto en el Congreso ni en el Consistorio cordobés y, de momento, mantendrá su acta de diputado en la Cámara autonómica.
La dirección nacional maniobró mucho para imponer a varios candidatos casadistas en puestos de salida de las listas electorales andaluzas. Muchos entendieron que Casado ejercía un “intervencionismo” en la ejecutiva regional de Juanma Moreno, aunque se trasladó públicamente que las listas se habían pactado al 50%. Cuatro provincias encabezadas por los afines a Casado y las otras cuatro de Moreno. Ambos dirigentes intentaron visibilizar la unidad del partido durante la campaña electoral, aunque el líder del PP andaluz fue el primero en posicionarse a favor de Soraya Sáenz de Santamaría en el congreso nacional del PP que ganaría Casado.