Ir al cole en la Laponia española: la mitad de pueblos sin escuela y uno de cada diez centros con menos de diez alumnos
La educación en el entorno rural aragonés vuelve a atravesar este nuevo curso por una situación delicada. El 18 % de los alumnos, más de 34.000, estudia en localidades de menos de 5.000 habitantes, y el 27 % del profesorado imparte allí clases, según datos del Gobierno de Aragón. En Sallent de Gállego, en cambio, su alcalde ha insistido en la necesidad de que se implante en la localidad el primer ciclo de enseñanza secundaria. El popular Jesús Gericó, incluso, denuncia que hay un trato de favor con otras poblaciones de color socialista.
Gericó habla en una carta de la “alegría” al conocer que Benabarre, en Ribagorza, sí dispondrá de un centro integrado para este curso porque“un pueblo, una comarca de la España vaciada dispondrá de unos mejores servicios educativos, evitando riesgos de transporte innecesarios y aumentando la posibilidad de asentar población en su territorio”. También de “envidia sana” por una reivindicación que, a su juicio, no se satisface por cuestiones partidistas.
Por ratio, “ni los 18 niños del Centro Rural Agrupado (CRA) ribagorzano, ni los doce niños de nuestra localidad cumplirían los baremos que marca el Departamento de Educación aragonés, sin embargo, Benabarre ha sido bendecido con un Centro Integrado y Sallent, no”, lamenta. Gericó reivindica que 50 escolares se desplazan desde Sallent a Biescas y Sabiñánigo. De 20 a 25 de esos 50 centran su “legítima reivindicación” en su desplazamiento a la localidad de Biescas cada mañana a las 7.40 horas.
“Los sallentinos amamos a nuestro pueblo, nos gusta pese a su climatología adversa y queremos seguir viviendo aquí, y los niños quieren disfrutar de él y educarse aquí el mayor tiempo posible, y los padres quieren que sus hijos no tengan que desplazarse desde los 12 años y correr riesgos innecesarios, sobre todo cuando ven que cuentan con un colegio con la capacidad suficiente para atender sus necesidades educativas”; reclama.
Colegios abiertos con tres alumnos
En Aragón, donde el 95% de las localidades cuenta con 5.000 habitantes y en ellas está escolarizado el 17% del alumnado. Más de 34.100 aragoneses se forman en aulas rurales y una de cada diez escuelas en Aragón, 85 en suma, cuenta menos de diez alumnos. Cerca de la mitad de los municipios de la Comunidad no dispondrá de escuela durante este curso. En 212 pueblos no se superan los 100 habitantes y, de ellos, en 66 no hay niños menores de 15 años.
En 2015, el Ejecutivo autonómico bajó la ratio para mantener los colegios abiertos a tres alumnos y se estableció un plan de estabilidad del profesorado para que los docentes se mantengan más años en los centros y pueda continuarse con los programas educativos implantados. Una medida que beneficia a 41 centros rurales: 20 de Teruel, 11 de Huesca y diez de Zaragoza.
En la provincia de Huesca, Villanueva de Sijena, Estopiñán, Laspaúles, Laluenga, Montesusín, Saravillo y Senegüé cuentan con seis alumnos; Azanuy y Sesa con cinco escolares y Chalamera y Paúles de Sarsa con cuatro. En Teruel, Tornos y La Cerollera se sitúan en los tres escolares y Gallocanta, Pitarque, Báguena, Riodeva y Tramacastilla en los cuatro alumnos. Tosos y Sestrica, en Zaragoza, suman seis alumnos, mientras Almonacid de la Cuba, El Bayo, Bardallur y Undués de Lerda viven con cinco alumnos y Santa Ana de Mainar, Letux, Mara y Villafeliche, cuatro.
Los Centros o Colegios Rurales Agrupados (CRAS) son centros educativos donde se imparten clases de Educación Infantil y Primaria en diversos municipios de carácter rural de Aragón. Surgieron en la década de los 80 y suponen la continuidad de las escuelas rurales. Su función es permitir la existencia de una educación de calidad en zonas rurales con poca población, donde no hay alumnos suficientes para mantener una escuela tradicional. En Aragón afectan a las tres provincias y tienen mucha importancia en comarcas y municipios con escasa población, destaca el Ejecutivo.
Alejándose de la esencia de los pueblos
Entre los centros qua ya no conocerán el nuevo curso se encuentra el de Alba del Campo, en Teruel, que pertenecía al Centro Rural Agrupado (CRA) Cuna del Jiloca, que aglutina a Santa Eulalia, Torrelacárcel, Villafranca del Campo y Villarquemado con 142 alumnos. De los tres estudiantes que acudían el pasado, uno empezará en el instituto de Cella, otro se ha trasladado con su familia a Santa Eulalia y el último se tendrá que desplazar todos los días a la cabecera del CRA.
Hace solo unos meses, María Pilar, David y Khadija daban, junto a su profesora, Marivi Elena, vida a este centro de una localidad turolense de poco más de 100 habitantes. María Pilar y David, hermanos, son de Alba del Campo. Khadija es de Marruecos y llegó a España cuando su padre encontró trabajo en Santa Eulalia del Campo (a 8 kilómetros de Alba).
El Sindicato de Trabajadores de Enseñanza de Aragón (STEA) apela a la “sensatez” para reabrir todos los colegios rurales y CRA cerrados en los últimos años, con ratios adecuadas a la situación sociodemográfica. Propone un cambio en las ratios y agrupamientos flexibles que favorezcan el mantenimiento de unidades en el medio rural y compensen el agrupamiento de diversos niveles educativos en una sola aula.
“Las niñas y niños de Aragón están alejándose con el tiempo de la esencia de los pueblos que a una mayoría de aragoneses nos supuso un desarrollo sano, cooperativo, con aprendizajes vinculados al entorno directo... Potenciar ese concepto de escuela vinculada al medio natural y social para el desarrollo de la infancia en el medio rural debe hacerse con fuerza desde el planteamiento de las propias Escuelas Rurales”, añade el sindicato.
El sindicato CSIF defiende la escuela rural con medidas sobre la mesa como la revisión de los centros de difícil desempeño o un nuevo acuerdo de itinerancia. “La Administración debería poner vehículos a disposición de los itinerantes y si no está dispuesta a hacer esa inversión, que mejore el pago del kilometraje que no se modifica desde 1990”, señala el representante de educación del CSIF en Aragón, Alfonso Zafra.
Observatorio de la Escuela Rural de Aragón
En mayo de 2018 se creó el Observatorio de la Escuela Rural de Aragón con el objetivo de mejorar la educación de los pequeños municipios. Este organismo, pionero en España, presenta entre sus funciones potenciar la investigación, documentación, elaboración y producción de materiales didácticos o adaptación de los existentes; recoger y difundir buenas prácticas o servir de punto de encuentro e intercambio de experiencias.
Asimismo, se propone la promoción de encuentros anuales entre los profesionales del medio que favorezca la puesta en conocimiento de trabajos y experiencias que puedan derivar en mejoras y en un trabajo en red de las diferentes instituciones y entidades que velan por la educación aragonesa. Este Observatorio se compone de maestros y maestras, profesorado universitario a través de grupos de trabajo específicos sobre la Escuela Rural en Aragón, familias, municipios y comarcas, además del propio Departamento de Educación y otras consejerías que desarrollan acciones específicas en las pequeñas poblaciones.