El nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de la localidad zaragozana de Cadrete (PP, Vox y Ciudadanos) ha decidido comenzar su particular “reconquista”. La primera medida que han tomado, por orden del primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Jesús García Royo (Vox), es retirar un busto de Abderraman III de la plaza de Aragón.
¿Por qué? Según lo apuntado desde el Consistorio, el busto se ha trasladado a la exposición sobre el Castillo, ya que “su colocación en la plaza más representativa del municipio ha sido motivo de división y enfrentamiento entre los vecinos. Queremos un pueblo unido, y pensamos que en la plaza Aragón deben colocarse símbolos con los que todos los vecinos nos sintamos identificados”.
El califa cordobés Abderraman III acampó con sus tropas el 9 de octubre del año 935 frente a la fortaleza de Cadrete, con el fin de preparar el asedio a Zaragoza y doblegar a la familia de los Tuyibíes, que se habían sublevado contra el Califato de Córdoba. El califa mandó construir lo que hoy es la Castillo de Cadrete para controlar el asedio a la ciudad y se edificaron el de Cuarte y María de Huerva.
“Vox trata de falsificar la historia con fines políticos”
¿Tiene algo de lógica histórica (o de cualquier otro tipo) esta decisión? José Luis Corral, historiador y escritor que en 2016 publicó el libro Abderrahman III y el Califato de Córdoba, tiene claro que no. “Si nos ponemos estupendos”, dice Corral, “igual de dictador era Abderraman III que Alfonso VI de León. En la Edad Media, todos los monarcas eran dictadores, en el sentido etimológico de la palabra, evidentemente no eran demócratas, pero es que la democracia no se entendía en el siglo X”.
Cree que la “ignorancia” está marcando algunos análisis que se hacen sobre el Islam en la península ibérica: “Las fuentes históricas y biológicas demuestran que en la península ibérica casi no hubo árabes. Es mentira que llegaran millones de árabes, invadieran la península y la colonizaran. Lo que hubo fue un proceso de islamización de las poblaciones indígenas de la península”.
Lo que hace alguna gente de Vox, “que no tiene la menor idea y que trata de falsificar la historia con fines políticos”, apunta Corral. “No puedes hacer presentismo y proyectar una idea de España en el siglo X. En el siglo X no existía España. Abderraman III era más español que los reyes visigodos; hijo, nieto, bisnieto y tataranieto de hispanos”.
Era rubio y con los ojos azules, casi pelirrojo, recuerda el historiador, ya que todas sus ascendentes eran mujeres del norte, princesas casadas con los Omeyas. “Casi no tenía nada de sangre árabe, alguna gotita de su antepasado Abderramán I, que fue el primer Omeya que llegó a la península, nueve generaciones antes”. Además, era nieto de la reina Toda de Pamplona.
“Es que era más hispano que cualquier otro”, subraya Corral. Y pone un ejemplo: “Los reyes del norte de la península, los de León y los condes de Barcelona, iban a ver a Abderraman III a su corte de Medina Azahara y le rendían pleitesía, le llamaban el señor de Hispania. Le rendían pleitesía como el gran gobernador de la península ibérica”.
Se convirtió en soberano de Córdoba, apunta el escritor, en el año 912 y se autoproclamó califa en el 929. Y hasta “el obispo cristiano de Córdoba era miembro de su corte, era un consejero aúlico”, señala Corral. Y a pesar de todo ello, un concejal de Vox recién llegado al gobierno municipal de Cadrete ha decidido desmontar el busto del 'señor de Hispania'.