Aragón deniega la instalación de una macrogranja de vacuno por sus afecciones en el agua y las emisiones contaminantes
El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) ha descartado el proyecto de instalación en el municipio oscense de Torralba de Aragón, en la Comarca de los Monegros, de una explotación ganadera de cebo de vacuno de 20.000 plazas. Este organismo concluye que “la explotación resulta inviable” a raíz de un informe de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que no autoriza la toma de aguas propuesta para el suministro hídrico. Además, también considera que la explotación “dificulta el cumplimiento de los objetivos de calidad de las aguas” del actual Plan Hidrológico de la demarcación del Ebro.
Otro de los motivos que esgrime este organismo dependiente del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Ejecutivo autonómico es que supondría “un aumento considerable de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la huella de carbono, además de por las propias emisiones de la actividad ganadera, por el aumento del tráfico pesado. Considerando que solamente para dar salida al estiércol no procesado hacia una planta de elaboración de productos fertilizantes localizada en Escucha (Teruel), a más de 180 km, supondría el desplazamiento de unos 1.350 camiones anuales con 25.000 kg de estiércol por camión. A esto habría que añadir el transporte de las materias primas para la alimentación animal y de los animales tanto a su entrada, como a su salida y la salida del compost generado”, expone el INAGA en su informe, recogido en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) del 12 de agosto.
Además, se añade que estos informes corroboran que “se incumpliría la normativa de bienestar animal” por la que se establece que “todos los animales deberán tener acceso a una cantidad suficiente de agua de calidad adecuada o deberán satisfacer su ingesta líquida por otros medios”.
El coordinador del Rolde de Medio Ambiente de CHA, David Félez, ha indicado en una nota de prensa que, a principios de 2021, “ya alertamos de la amenaza que suponía este proyecto de macrogranja, que iba a tener un consumo de agua de 307.000 metros cúbicos anuales e iba a aportar nitratos a través de 73.000 metros cúbicos de estiércol al año”.
A su entender, de desarrollarse esta iniciativa se “iba a hipotecar la posible instalación en el futuro de explotaciones familiares en el municipio de Torralba de Aragón, y en el de Tardienta, ya que el mismo está a menos de cien metros de la pretendida ubicación”, así como de otros próximos, los de Senés de Alcubierre, Robres, Torres de Barbués, Barbués y Almuniente.
Estos ayuntamientos presentaron alegaciones al proyecto al considerar que la instalación de la macrogranja provocaría un perjuicio del desarrollo socioeconómico de esos municipios al limitar la implantación de otros proyectos de interés y de otras actividades económicas relacionadas con el turismo rural y la hostelería. También consideraron que provocaría un deterioro de las infraestructuras viaria de la zona por el aumento del tráfico pesado para el transporte de animales, del suministro de alimentación, del compost producido y del transporte de estiércoles que no puedan ser procesados en la planta de compostaje, así como un aumento de la emisión de gases de efecto invernadero por el aumento en el tráfico rodado y defectos en la tramitación del expediente.
0