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El Ayuntamiento de Zaragoza pone en riesgo cientos de árboles y los barrios critican las talas

En el barrio del Casco histórico de Zaragoza no hay otro tema, los vecinos amanecen estupefactos al descubrir nuevos árboles señalizados con cruces amarillas y azules para ser talados. Es una consecuencia directa de la instalación de un gran colector, primera fase del ambicioso proyecto de recuperación del río Huerva por el que el Ayuntamiento de Zaragoza aspira a crear un gran bulevar verde alrededor del río y en torno al parque Bruil. 

No es el único punto de Zaragoza donde preocupa la integridad de los árboles. Los vecinos de Pinares de Venecia han denunciado que el proyecto de ampliación del parque de atracciones de Zaragoza pone en riesgo 2.000 pinos y se manifestaron por ello en el pleno municipal del pasado 28 de noviembre.

“El Ayuntamiento está pregonando el bosque de los zaragozanos con la plantación de nuevos árboles que van a mitigar el efecto invernadero y a la vez se talan árboles sin la creación de un espacio con los vecinos para valorar si es la única solución posible”, lamenta Olga Conde, licenciada en Ciencias Físicas y miembro de la Asociación Naturalista de Aragón (Ansar). El bosque de los zaragozanos es una iniciativa del consistorio que tiene como objetivo “modificar la ciudad y su entorno para crear nuevos espacios naturales y potenciar la salud de los ciudadanos”, lo que, según los sectores críticos, contrasta con este tipo de medidas.

En el caso del parque Bruil, Conde reconoce la importancia de las nuevas tuberías para la mejora de la calidad del agua del río y la restauración fluvial. Sin embargo, recalca la necesidad para los ciudadanos de encontrar mejores alternativas para que estos colectores generen el menor impacto posible en el arbolado ya escaso del parque Bruil.

Ante la falta de información, diversas asociaciones vecinales y ecologistas solicitan al ayuntamiento la paralización inmediata de la tala de árboles. Además, piden que se cumpla el requisito que obliga crear canales de participación ciudadana, indispensable en todos los proyectos Next Generation que, como este, reciben fondos de la Unión Europea. Lo mismo sucede con el proyecto del parque de atracciones, donde vecinos y asociaciones ecologistas solicitan la protección del pinar de Torrero: “Abran un espacio de diálogo y participación para retomar la revitalización del Pinar de Torrero con un plan de gestión tal como ya viene recogido en los planes que hemos indicado y consideren que en un momento de cambio climático y necesidad de espacios de sombra los pinares constituyen un refugio climático para la ciudad”.

Eva Sastrón, vecina del Casco histórico y parte de la asociación de vecinos afectados, denuncia que el Ayuntamiento ha incumplido el compromiso de informar y hacer partícipe a las asociaciones vecinales de las actuaciones en el Huerva. “Estamos molestos no sólo por la falta de sensibilidad social al no informarse sobre las actuaciones de este proyecto, sino también por la falta de sensibilidad ambiental”. Sastrón añade que los árboles tienen una función importante, y desde las asociaciones vecinales se exige una reunión informativa donde se llegue a un acuerdo para hacer compatible el colector con la conservación de los árboles. Este viernes 13 de diciembre los vecinos se manifestaron en el parque Bruil bajo el lema “El Bruil se planta: Stop tala de árboles”.

Recuperar el Huerva, uno de los proyectos estrella

“Por una ciudad más sostenible, verde, amable y accesible”. Con estas premisas, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca (PP), anunciaba a principios de este año uno de los proyectos más importantes del Ayuntamiento de Zaragoza que comparte con el Gobierno de Aragón y que supondrá una inversión de casi 29 millones de euros. 

El plan que promete conectar el Huerva con la ciudad y mejorar su calidad ambiental está dividido por fases. La primera, ya en marcha desde el pasado mes de noviembre, consistirá en la demolición, desbroce y tratamiento de especies invasoras. Cuenta con una inversión de 8,4 millones de euros y tiene un plazo de ejecución de ocho meses. 

El Gobierno de Aragón se ha comprometido a destinar hasta 20 millones de euros en estas obras en un acuerdo de la comisión bilateral con el Ayuntamiento de Zaragoza. Por otro lado, se destinarán cerca de cinco millones de euros de la convocatoria de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea-Next Generation EU.

La segunda fase de este proyecto se estima para el segundo semestre de 2025 y consistirá en la reconstrucción paisajística y la regeneración fluvial.

Ampliación del parque de atracciones

Según lo aprobado en el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza, para la ampliación del parque de atracciones se proyectan 40.000 metros cuadrados más de terreno que gestionará una empresa privada, por lo que la superficie total del parque alcanzará las 15,21 hectáreas e incluirá un parque acuático.

En estos momentos, el parque ocupa en total 11 hectáreas, aunque solo se utilizan 6,6. “Hay otros 32.000 metros cuadrados vallados y en 2005 se aprobó un plan especial que preveía dedicarlo a un centro de entretenimiento familiar, con multicines, restaurantes y otros usos recreativos. En la mayor parte de la zona que hoy no utiliza el Parque de Atracciones hay arbolado semejante al del resto de los Pinares de Venecia, y no hay construcciones ni se realiza ningún uso específico”, según recoge el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del Ayuntamiento de Zaragoza.

Víctor Serrano, concejal de Urbanismo, ha negado que esta ampliación vaya a suponer la tala de 2.000 árboles, como critican la oposición y las asociaciones ecologistas y vecinales. Serrano ha explicado que la ampliación consiste en 23.317 metros cuadrados que son estacionamientos que no se modifican y “no se tala un solo árbol, solo se hace cambio de calificación y en las zonas de circulación se crean accesos y viarios”. Ha explicado que la asignación de superficie del parque de atracciones que se recoge en el PGOU de 2001 será con la ampliación de 3.954 metros cuadrados para que el concesionario tenga la obligación de conservarlos, y ha pedido que “nadie saque conclusiones erróneas”.