Binéfar aspira a convertirse en el referente de la agricultura regenerativa en España
Binéfar quiere convertirse en la localidad que abra la puerta de la agricultura regenerativa al resto de Aragón. El concejal de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento, Txema Isábal, trabaja en la puesta en marcha de un grupo de cooperación que coordine sistemas piloto de agricultura regenerativa en esta población. El objetivo que se pretende alcanzar es convertirse en referentes de la aplicación de estas técnicas y ser un ejemplo para animar a agricultores y ganaderos a ponerlas en práctica tanto en la comarca de La Litera como más allá de sus hectáreas.
¿Y qué es la agricultura regenerativa? Se trata de un conjunto de técnicas que buscan la regeneración del suelo, su sostenibilidad, la resiliencia y el mantenimiento del tejido rural y social y que quieren hacer rentables las explotaciones agroganaderas reduciendo gastos, generando biofertilizantes propios y aprovechando la relación entre animales, plantas y la vida del suelo -microbiología, minerales y materia orgánica-, así como optimizando el agua de la lluvia.
Esta modalidad quiere ir un paso más allá que la agricultura ecológica. “No solo se trata de tener una agricultura limpia que sustituya productos químicos por otros en apariencia orgánica, sino que pasa por regenerar el suelo y crear las condiciones biológicas adecuadas para tener cultivos sanos y de calidad, imitando los parámetros de la naturaleza”, mantiene Isábal, que pertenece al grupo municipal de Cambiar Binéfar. Y es que, señala el concejal, la Peninsula Ibérica está perdiendo entre 15 y 20 toneladas de suelo por hectárea por los procesos de erosión. “Y tenemos Los Monegros como máximo exponente de un problema tan grave como el cambio climático”, enfatiza.
El proyecto supondría la utilización de cuatro o cinco fincas agrícolas y ganaderas con características diferentes para abordar los distintos problemas agronómicos, de protección de suelos, de captura de carbono o de calidad nutricional de los alimentos que allí se produzcan. Se apuesta, asimismo, por hacer un seguimiento de cómo va evolucionando el suelo y por analizar los productos para ver la correlación entre suelo y calidad. Unos objetivos ambiciosos según Isábal, que defiende que “la agricultura en lugar de un problema puede ser un sumidero de carbono”. También se quiere monitorizar los flujos económicos y el freno a la erosión.
El pastoreo racional
Estas fincas serían de secano semiárido, fruticultura, regadío extensivo y ganadería con pastoreo racional Voisin, una tecnología agroecológica completa que se caracteriza por ser totalmente respetuosa con el medio ambiente regenerando suelos, sin insumos ni venenos, y que ha demostrado ser más rentable que los demás métodos de producción a pasto.
La iniciativa es consecuencia de la Semana de la Sostenibilidad y se enmarca en el ámbito de la transición agroecológica que los concejales de Cambiar Binéfar están desarrollando en el municipio literano. “Es fundamental teorizar menos y mostrar experiencias exitosas. Dotar de visión holística a la agricultura y romper el divorcio entre ganadería y agricultura y reverdecer la Península, porque el desierto ya está llamando a la puerta”, concluye Isábal.
La Semana de la Sostenibilidad de Binéfar se ha celebrado ya en tres ocasiones; la última, el pasado mes de octubre. Entonces destacó la jornada técnica para la creación de un grupo de cooperación agronómico, que contó entre otros con representantes del Gobierno de Aragón y con ponentes de relevancia nacional como Ángel Illa, director de Smart Rural Lab; Juan Laborda, del Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional, o Caroline Barón, de la Red de Semillas de Aragón. “Se trata de propiciar la creación de un grupo de cooperación entre agricultores, ganaderos, instituciones e estructuras comerciales que tiene por lema ”suelo sano, vida sana“ y como objetivo avanzar en aspectos como la regeneración de suelos y la mejora de la calidad nutricional de los alimentos”, explica Isábal. Del encuentro inaugural en 2015 surgió el primer ‘nodo’ aragonés de agricultura regenerativa, al que se sumaron 18 personas.
“Las tierras ya no producen tanto”
“Cada día -razona el concejal-, son más las personas preocupadas por la calidad de lo que comemos. La sobreexplotación agrícola y ganadera obliga a muchos agricultores y ganaderos a utilizar métodos poco ortodoxos o cuestionables para poder sacar un rendimiento económico a su trabajo. Las tierras que antes eran productivas ahora ya no lo son tanto, el consumo de agua para los cultivos y el ganado se dispara y la creciente demanda provoca que muchos agricultores siembren semillas transgénicas. La inversión aumenta año tras año, pero los precios se mantienen o bajan y los beneficios se desvanecen”.
En este contexto se plantea una opción de gestión de esos bienes que parece “revolucionaria” pero que es “de puro sentido común”. “Consiste en volver a utilizar los medios naturales en beneficio de nuestros cultivos y de nuestros animales. Se basa en conservar y enriquecer la tierra de cultivo por métodos tradicionales, utilizando la ciencia y no los intereses de las multinacionales, garantizando además la riqueza del suelo cultivable y su futuro. Y es rentable, porque si no lo fuera no tendría mucho sentido plantearse el cambio de gestión”, concluye Isábal.