El festival heredero de Periferias que vetó Vox supera con éxito de público su primera edición

Miguel Barluenga

4 de noviembre de 2024 22:36 h

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La presión de Vox en el Ayuntamiento de Huesca condenó al festival Periferias y de sus cenizas han surgido dos iniciativas culturales: Spin y Extrarradios. Ambas se han desarrollado en las últimas semanas, la primera en la capital oscense y organizada por el consistorio que gobierna el PP y la segunda entre las localidades de Almudévar y Ayerbe con Luis Lles, ideólogo de Periferias durante 20 años, como alma pater. Después de la primera edición de prueba, sus respectivos impulsores realizan una valoración positiva y confían en que tengan continuidad en el tiempo.

Lejos de enzarzarse en una batalla temporal por recoger la herencia de Periferias, se han desarrollado en fechas distintas. Spin tuvo lugar entre el 16 y el 20 de octubre en Huesca y reunió a 15.000 asistentes, según datos del consistorio. Todos los actos eran gratuitos. Extrarradios, con una nomenclatura con claras reminiscencias del festival Periferias, se desarrolló en dos etapas y acumuló 4.000 asistentes: del 25 al 27 de octubre en Almudévar con más de 1.300 espectadores y este pasado puente festivo en Ayerbe. En su caso, el precio de los abonos para cada cita era de 20 euros y el conjunto, de 35. Extrarradios ha hecho girar su programación sobre las ideas de la censura cultural y los límites de la creación artística.

Las dos citas culturales se han construido con unos presupuestos similares. Spin ha costado 108.000 euros. El Ayuntamiento de Huesca ha aportado 78.000 euros, la Diputación Provincial de Huesca (DPH) 20.000 y el Gobierno de Aragón, 10.000 euros. El Partido Popular encabeza las tres instituciones. Extrarradios, con dos días más de programación, se levantó con diez mil euros menos (98.000) y el Ministerio de Cultura y Deporte aportó casi la mitad, 50.000 euros para un festival organizado por dos ayuntamientos, los de Almudévar y Ayerbe, en los que gobierna el PSOE.

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, definió Extrarradios, cuyo primer leimotiv ha sido la disidencia, como “un gran encuentro por la libertad” y para “combatir la censura”. En un texto que sirve de partida de nacimiento, el festival se define como una “respuesta a la cancelación del festival Periferias por parte del Ayuntamiento de Huesca, determinada por una imposición claramente política”.

Periferias se puso en marcha en el año 2000 y en sus 23 ediciones transitó por caminos de vanguardia. La última, que tuvo como eje temático las expresiones artísticas del pueblo gitano, duró diez días, tuvo un presupuesto de 130.000 euros y estuvo patrocinada por el Ministerio de Cultura, la DPH y el Instituto de la Mujer.

Cancelación motivada por Vox

Vox expuso como condición para aprobar los presupuestos municipales de 2024 la supresión de un festival al que la extrema derecha atacó señalando que solo servía “para regar a culturetas progres con cientos de miles de euros”. Hasta entonces, sobrevivió a ayuntamientos del PP y del PSOE y brindó actuaciones de estrellas emergentes y consagradas que, en algunos casos, actuaban por primera vez en España: Matthew Herbert, Lee Scratch Perry, Jeff Mills, la Sun Ra Arkestra The Human League, Sugarhill Gang, Pan Sonic, Tony Allen o una incipiente Rosalía en 2017.

Lles se refirió al primer fin de semana de Extrarradios en Almudévar como “un éxito”: “Queríamos ofrecer derechos culturales a todos para que cualquier persona, independientemente de su entorno, pudiera disfrutar de cultura contemporánea de alta calidad, y lo hemos conseguido”, celebró. Además, destacó que “la respuesta del público fue magnífica, tanto por la calidad de las actuaciones como por el ambiente creado”. Moha Gerehou y su monólogo ‘Infiltrado en Vox’, la artista trans norteamericana Dorian Wood o Maria Rodés fueron otras de las cimas de ese primer tramo de Extrarradios.

En Ayerbe, donde se recordó a las víctimas de la DANA con un minuto de silencio y se reprogramaron algunos actos, la presencia de Christina Rosenvinge, Niño de Elche o Ignatius Farray redondeó una propuesta que realza el papel de los pequeños núcleos de población en el estímulo de actividades culturales. Luis Lles recuerda, para poner en contexto los datos de asistencia, que “Ayerbe tiene mil habitantes y Almudévar, 2.000. La respuesta ha sido tan buena o mejor que en una gran ciudad”.

Lorena Orduna, alcaldesa de Huesca, tildó por su parte de “un éxito rotundo” de participación la primera edición de Spin y añadió que “estamos planteándonos volverlo a repetir el año que viene”. A lo que vincula el proceso de participación ciudadana impulsado desde el ayuntamiento en material cultural para “verificar las inquietudes que tienen los oscenses con respecto a la cultura de nuestra ciudad”. Durante este mes se cruzarán los datos para analizarlos y “actuar en consecuencia respecto a los presupuestos generales del año próximo con respecto a la cultura”.

El objetivo del Ayuntamiento de Huesca pasaba por “dinamizar y realizar un giro en materia cultural para atender a todos los públicos, especialmente a jóvenes y familias”. El espectáculo ‘Drakanthux’, de K de Calle, aglutinó a más de 4.500 personas, la misma cifra que ‘El laberinto del Cuco’, de la compañía Itinerània en los cinco pases que se realizaron durante dos días y medio. Entre las propuestas musicales destacaron las de Rapsusklei, Flores & McEwen o Joe Crepúsculo.