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“Lo importante es leer: el formato en papel o digital es lo de menos”

Luis Collado (1961, Fonseca Toledo) subraya que lo importante es leer, no importa si el formato es el libro en papel o el electrónico. Esta próxima semana asistirá al IV Congreso del Libro Electrónico, que se celebrará en Barbastro (Huesca) el miércoles 16 y el jueves 17. Google Play Books ofrece unos 5 millones de libros digitales en cientos de idiomas que los lectores pueden disfrutar sin descargar ningún fichero en sus dispositivos.

¿Cómo ha crecido el número de lectores digitales en España en los últimos años?

Es muy difícil hablar de datos concretos porque hay muchos dispositivos diferentes. Lo que sí sabemos sin duda es que el crecimiento es exponencial. De muy pocos años a esta parte, cada vez hay mucha más gente usando formato digital. No significa que lean sólo en digital, sino que también leen en digital. Por nuestra experiencia, hay algunos lectores que solamente leen en digital, pero la mayoría lo que hace es leer, que es lo importante: el formato, sea papel o digital, es lo menos importante.

¿Seguirá creciendo el número de lectores digitales?

Sí, claro, en la medida en que mucha más gente empiece a leer en digital y descubra las posibilidades que el mundo digital ofrece para el consumo de libros, se irán incorporando a esta nueva posibilidad de lectura.

¿La decisión de optar o no por la lectura digital depende, sobre todo, de la edad?

Más bien es un factor, fundamentalmente, de experiencia, de qué tipo de libro estás leyendo en cada momento. Seguramente, un domingo por la tarde, tranquilamente, en casa, con un libro de ficción, puedes estar leyendo en papel. Y, a lo mejor, al día siguiente, cogiendo el AVE hacia Barcelona, por no llevar el peso de un libro en papel, estás leyendo en digital. Otro tipo de lector puede leer en digital, probando a ver si le empieza a enganchar leer en ese formato. Del mismo modo, otra gente lee sólo en papel porque no le gusta la experiencia de leer en una pantalla. No hay una tipología específica, no podemos decir que los más jóvenes leen en digital y los mayores, en papel. Al contrario, hay todo tipo de lectores que están leyendo ya en digital.

¿Piensa que todavía hay más resistencias hacia los libros digitales de ficción que hacia otros tipos de lectura, como la prensa diaria digital?

Nosotros no tenemos detectado ese comportamiento. Al fin y al cabo, los libros electrónicos son más opciones para que más gente lea. Y eso no quiere decir que haya menos gente que lee en papel.

¿El precio más económico es el principal aliciente para los lectores?

Está claro que es un aliciente, pero como ocurre con cualquier otro producto: hay muchos lectores que sólo se motivan por el precio. Pero hay muchísimos más consumidores y lectores que, además de por el precio, se motivan por la calidad de un texto, por el nombre del autor... Y una muy buena puerta de entrada al mundo digital son los libros digitales gratuitos.

¿Los autores reciben los mismos ingresos que si sus libros se publicaran en papel?

Eso forma parte de la relación entre los autores y sus editoriales. Los precios medios en digital son más bajos, pero quizás esa negociación tiene en cuenta otros factores, como las posibilidades que el libro digital ofrece, que están más orientadas a volumen, a número de lectores. Los e-books pueden viajar instantáneamente a cualquier parte del mundo.

Se ha hablado mucho de la crisis del mundo editorial tradicional… ¿Los libros digitales son rentables hoy en día para las editoriales?

Son rentables si la editorial integra el modelo digital en su negocio y sabe cómo lo tiene que hacer, cómo aprovechar las nuevas oportunidades. Ocurre exactamente lo mismo que en cualquier otro modelo de negocio, incluido en papel: si sólo piensas en una posibilidad para tu empresa seguramente vas a tener muchas más dificultades que si piensas en todas las opciones, en todas las oportunidades que ahora mismo el mundo digital aporta. Cada empresa tiene que hacer sus números y decidir en función de las cifras que obtiene si es un modelo rentable o no para ellos.

¿Piensa que es la principal salida para las editoriales actualmente?

No tengo una opinión tan clara. Creo que la principal vía para un editor es aprovechar las oportunidades que los diferentes mercados ofrecen. Y eso significa no cerrarse a nada, a ninguna posibilidad, analizar muy bien todos los modelos para generar negocio que tengo. No estamos hablando de que el negocio esté sólo en papel o sólo en digital. Al final cada tipo de editor, cada empresa, tendrá que analizar sus posibilidades y aprovecharlas.

¿A qué tipo de oportunidades se refiere?

Por ejemplo, como comentaba antes, a que el digital no conoce de barreras geográficas ni físicas. Yo, como editor, si edito un libro en digital, en cuestión de minutos, lo puedo ofrecer a cualquier potencial lector interesado que pueda estar en cualquier parte del mundo, sin depender de ningún proceso logístico, de transporte, de distribución, con el ahorro de costes que eso supone.

Esa posibilidad de llegar a todo el mundo también implica que a los lectores nos llegan ofertas de editores de todas partes. En el Congreso se hablará sobre dónde descubren los lectores su siguiente lectura, ¿qué opina?

Hay muchas posibilidades. Hay fórmulas más cercanas al mundo que conocíamos hasta ahora: siempre se ha dicho que la mejor promoción para un libro en papel era el boca-oreja. En digital eso tiene su paralelismo a través de redes sociales y de comentarios en la comunidad de lectores que existe en el ámbito digital. La otra vía es la que se basa más en las matemáticas, en que haya algoritmos que, teniendo en cuenta mucha información, nos ofrezcan a cada uno aquellas recomendaciones de lectura más cercanas a nuestros intereses, a las lecturas que ya hemos realizado previamente, a lo que nos gusta. Ahí, por ejemplo, es donde Google, por su filosofía de buscador, tiene un potencial muy grande. Los algoritmos son algo vivo, que se está alimentando continuamente de información agregada. Se están perfilando y redefiniendo continuamente para llegar a cada lector con aquella recomendación de lectura más personalizada, más individualizada, más interesante para cada uno. Por lo tanto, es un trabajo continuo de optimización, de afinamiento.

¿Se producen a veces sorpresas en los éxitos de ventas de libros digitales?

Sí, claramente. Ese factor aleatorio también existe en el mundo digital. La única diferencia con el libro tradicional es que los algoritmos, las máquinas “aprenden” mucho más deprisa, son capaces de detectar si un libro de repente ha comenzado a funcionar sin que nadie lo esperara.

¿Ocurre más que con los libros en papel?

Es igual que pasaba antes, sólo que a una velocidad muchísimo mayor. Todo ocurre mucho más deprisa en el mundo digital que en el analógico. Sólo ha cambiado la velocidad, porque las máquinas y la tecnología van mucho más deprisa.