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La marca “Ken Loach” que dejó el cine de autor en Mirambel con 'Tierra y Libertad'

“Buscábamos una localidad pequeña, sin muchas marcas de modernidad que tuviéramos que disimular para el rodaje”, decía Ken Loach de Mirambel, y así fue como esta pequeña localidad de Teruel se convirtió en el escenario perfecto para recrear esta historia de milicianos de la Guerra Civil, Tierra y Libertad. Rodada en 1994, para los incondicionales del realismo social del cine de Loach es una de las películas más emblemáticas de su trayectoria, que llevó además esta visión distinta entonces de la guerra incluso al Festival de Cannes para competir por la Palma de Oro.

La ruta que ahora ha impulsado el Ayuntamiento pretende llevar el cine de nuevo a estas calles y casas en las que, como ocurría entonces, parece haberse detenido el tiempo, pero que ha mimado su patrimonio de tal modo que en 1981 recibieron la medalla de oro de Europa Nostra por su proyecto de restauración.

A través de unas estrellas de forja numeradas se indican los lugares en los que se rodaron las escenas más destacadas de la película. Y un folleto permite al visitante identificar los escenarios de la película: los enfrentamientos por las calles en el asalto de los milicianos al pueblo controlado por los fascistas, el muro lateral de la calle Remolinos en el que muere Coogan o el Huerto del Secretario en el que es fusilado el cura.

La torre de la iglesia de Santa Margarita o el Calvario son otros de los lugares emblemáticos en la película, y una de las escenas más recordadas, la del debate de la colectivización, se filmó durante dos días en la Casa de los Julianes, en la calle Agustín Pastor. “La gente puede ver e identificar el lugar exacto donde se rodó cada escena y fotografiarse en ese lugar de la misma manera”, explica la alcaldesa de Mirambel, Mari Carmen Soler, que cuenta que así responden a una demanda de los turistas que llegaban al pueblo.

Más de 200 extras

La alcaldesa, una niña durante la filmación, es una de aquellos más de 200 extras de la zona que participaron en el rodaje conviviendo con los actores profesionales pero con un protagonismo destacado, tal y como es marca de la casa en el cine de Loach.

Soler recuerda como el rodaje revolucionó entonces, no solo Mirambel sino toda la comarca: “Éramos gente del pueblo pero éramos artistas para él”, explica en referencia a aquella manera de tratarles del director, que a Loach le permitía dejar una de las improntas que le han hecho tener un estilo único: la mezcla de actores profesionales con aficionados, muchas veces de la zona donde se graba o rodar siempre en escenarios reales, tanto exteriores como interiores.

Soler destaca además que acostumbraba también a mantener la incógnita de la trama entre los propios personajes principales. “Por ejemplo, Rosana Pastor, que hacía el personaje principal de Blanca, cuando se enteró de que moría se pilló una buena llorera”, recuerda.

Soler espera que extras, actores principales y secundarios, y el resto de equipo de rodaje puedan reunirse en un encuentro en Mirambel que se concretará cuando el director Ken Loach decida si puede acudir. “Ken Loach lo sabe, está encantado y tiene ganas de venir”, así que la edil espera que para el otoño o la primavera próximos puedan realizar esta celebración.

Abre la puerta también a organizar más actividades vinculadas con la promoción de esta localidad en torno a la película, a través de colaboraciones entre artistas locales y visitantes como ya han hecho en jornadas de estancias creativas. “El rodaje revolucionó el pueblo y la comarca entonces, y dejó ingresos porque la gente se alojaba aquí, pero no quedó nada más de aquella experiencia”, recuerda.

La 'resurrección' de lo que la cinta supuso llegó con la publicación en 2015, coincidiendo con el vigésimo aniversario del estreno, del libro de Mario Ornat Bienvenido Míster Loach, que reconstruye la historia del rodaje de la película con testimonios tanto del propio director como de los vecinos.