Riodeva es ese municipio turolense en el que se combina la historia con el presente y donde se le puede dar respuesta a la pregunta de cómo serían los dinosaurios. Desde hace unas semanas hay un nuevo vecino en el pueblo, que se vislumbra desde las ventanas de las casas, y no es otro que una réplica a tamaño real del monumental Turiasaurus riodevensis. Este dinosaurio es también conocido como el “gigante europeo” y es que ostenta el título de ser el dinosaurio más grande encontrado en Europa y uno de los de mayor tamaño en el mundo.
La reproducción del animal está ubicada en un mirador a escasos metros de la localidad y al que se puede acceder tomando la señalización hacia el espacio natural de los Amanaderos. Una vez allí se puede contemplar una escultura de 30 metros de largo por 10 de alto –90 metros cuadrados como superficie total–, que se corresponde con el tamaño que los expertos paleontólogos han delimitado para este animal. El proyecto ha salido adelante gracias a la financiación del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite) y diversas aportaciones de la comarca Comunidad de Teruel y el Ayuntamiento de Riodeva.
El artista conquense Luis Zafrilla ha sido el encargado de hacer realidad la réplica perfecta de este gigante, que se ha realizado sobre acero laminado y una pintura realista en efecto de tres dimensiones. Como detalló el escultor el día de la presentación, el Turiasaurus se ha forjado con 26 toneladas de acero y en un periodo de siete meses. Por lo que se puede considerar que es un testimonio de aquella época en la que los dinosaurios paseaban por Riodeva, se estima que hace 145 millones de años.
La puesta de la réplica coincide con el 20 aniversario desde que se comenzaron las excavaciones en el yacimiento del Barrihonda-El Humero por parte de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis. Los paleontólogos llegaron allí en 2003 para desenterrar un húmero de cerca de 1,8 metros de longitud, partes de las patas o distintas uñas, entre otros descubrimientos. Con ello, los especialistas evaluaron que el ahora gigante de Riodeva pesaba unas 40 toneladas y este solo fue el inicio de una larga historia porque, según ha cuantificado la Fundación Dinópolis, hay otros 60 enclaves con restos paleontológicos en el municipio y todavía podrían quedar por descubrir.
Una oportunidad para sobrevivir
La riqueza paleontológica de Riodeva es uno de sus atractivos turísticos y que generan actividad económica en el pueblo. Tras el descubrimiento del Turiasaurus Riodevensis, En 2012 Dinópolis abrió una sede satélite bajo el nombre de Titania en la que conocer cómo era el paisaje en el que vivían los dinosaurios o las distintas especies que se han ido encontrando en el municipio y alrededores. Hasta este espacio se trasladan cientos de visitantes cada año, según ha estimado Dinópolis en diversos informes, que ahora también podrán disfrutar de la escultura con unas vistas únicas del municipio.
Durante la inauguración, el consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, señaló que “era un día importante” porque se sumaba un nuevo reclamo turístico para que más gente vaya a conocer el pueblo. De igual forma, el alcalde de la localidad, Alfredo Soriano, aprovechó para hacer un llamamiento a empresarios del gremio de ocio y aventura para que implanten sus negocios en la zona. Él mismo anunció que esta escultura no es el último de los proyectos, sino que se va a seguir trabajando, por ejemplo, en una ruta que permita recorrer las decenas de enclaves con restos paleontológicos que rodean la localidad.
Un hito histórico
El hallazgo del Turiasaurus riodevensis es uno de los hitos paleontológicos más destacados de la provincia y que ha tenido impacto a nivel mundial. Tras las largas excavaciones se logró recuperar un 40% del esqueleto del dinosaurio y que ha permitido conseguir una realista reconstrucción del animal. Un ejemplar que era principalmente herbívoro, vivía en grupos y caminaba como un cuadrúpedo.
También el descubrimiento del “gigante europeo”, según contó la Fundación Dinópolis, hizo que en 2006 se publicase en la revista Science un nuevo grupo de dinosaurios saurópodos, nombrados como turiasaurus. Así pues, el de Riodeva es el animal que determinó el inicio de una nueva especie y desde ese momento se han detectado restos de Turiasaurus en Portugal, Francia, Reino Unido, Suiza e incluso Estados Unidos.
Después del emblemático riodevensis en 2003, solo cuatro años más tarde se encontró otro dinosaurio catalogado como gigante en el mismo municipio. Esta vez fue en el yacimiento de San Lorenzo, tras años de análisis lo clasificaron como Losillasaurus giganteus y de este se encontraron tres decenas de dientes, su cola y un fémur de 1,90 metros. A partir de la investigación se empezó a identificar esta especie en el país vecino de Portugal.
En el mismo yacimiento donde se encontró el Turiasaurus Riodevensis –el de Barrihonda–El Humero–, la Fundación Dinópolis desveló la existencia de un nuevo género y especie de dinosaurio ornitópodo que recibió el nombre de Oblitosaurus bunnueli en honor al cineasta calandino Luis Buñuel. Según describen los expertos paleontólogos del conjunto fundacional de Dinópolis, este tipo de ejemplares se alimentaban de plantas, poseían un cuello corto y caminaban de forma bípeda o cuadrúpeda, entre otras características.
Estos son algunos de los descubrimientos que han hecho que un pequeño pueblo de Teruel se convierta en un referente mundial del mundo de la paleontología. Son incontables el número total de fósiles que se han extraído. Gracias al trabajo del pueblo y su lucha han logrado que aquel Turiasaurus riodevensi que solo conocían de ver sus huesos, ahora todo el mundo pueda ponerse frente a frente con él y ver con todo lujo de detalles cómo era ese animal que influyó en la historia de los dinosaurios.