Los centros de datos consumirán por sí solos en 2030 la mitad de toda la demanda eléctrica de Aragón

Luis Faci

12 de diciembre de 2024 21:38 h

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La revolución que va a suponer para Aragón la instalación de centros de procesamiento de datos empieza a traducirse en cifras. Así lo atestigua el Plan Energético de Aragón 2024-2030, ahora en tramitación y en que se refleja el peso que van a tener estas nuevas industrias en la comunidad: en apenas seis años, aglutinarán la mitad de toda la demanda de electricidad de la comunidad, lo que va a suponer un reto para la propia red eléctrica.

Los centros de tratamiento de datos son instalaciones altamente intensivas en lo que a consumo de energía se refiere, y concentran el 100% de esta demanda en la energía eléctrica. Eso se va a traducir en el hecho de que para 2030, según el mencionado documento, estas instalaciones serán receptoras de 900.623 ktep (kilotoneladas equivalentes de petróleo), casi la mitad del total de 1.776.438 ktep que necesitará la comunidad autónoma en su conjunto. Es más del doble de lo que demandará la industria (425.763 ktep) y casi tres veces el sector residencia/comercio/servicios (337.500 ktep).

Y la única fuente de todos ellos -AWS, Microsoft o Blackstone, como principales actores- será la red de electricidad, salvo el apoyo que puedan prestar los sistemas de autoconsumo fotovoltaico, según advierte el documento.  

Hasta tal punto es el crecimiento que se prevé de estos centros que el Plan Energético 2024-2030 advierte de problemas futuros en la red de cara a “abordar adecuadamente el crecimiento de la demanda y la generación esperados”. Porque el dilema no es generar la suficiente energía para abastecer toda la demanda necesaria, sino desarrollar unas conexiones preparadas para que no surjan congestiones y sobrecargas.

Aquí es donde surgen las dificultades. “A pesar de que se han considerado los refuerzos detallados en la planificación de la Red de Transporte Eléctrica”, señala el Plan Energético de Aragón, “los resultados para el año 2030 son mucho peores” que los que arroja “el escenario de 2026”.

Por ello, uno de los objetivos que plantea el documento marco es “integrar” esta “nueva industria”, algo que “debe realizarse optimizando la ubicación de estos consumidores con el fin de reducir las congestiones y maximizar la eficiencia de la red”. Como recuerda el Plan, para el año 2035 se espera que los nuevos centros de procesamiento de datos “puedan alcanzar una potencia total de 8 GW instalados en el territorio aragonés”.

La solución, el autoconsumo industrial

Para José María Yusta, sin embargo, las oportunidades que se abren superan por mucho a los riesgos. Catedrático de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Zaragoza y experto en infraestructuras críticas, desde su punto de vista la solución se resume en dos palabras: autoconsumo industrial. “Un autoconsumo alimentado con renovables y que vaya unido a un almacenamiento de energía. En una región como la nuestra, el futuro va por ahí. No dependemos exclusivamente de la red, lo cual es un factor de competitividad extraordinario”, explica.

Respecto al desarrollo de energías renovables que suministren directamente a los nuevos proyectos industriales, Yusta pone como ejemplo la gigafactoría de Figueruelas. Hoy por hoy, de hecho, la planta de Stellantis ya cubre casi la mitad de su consumo con un sistema de autoconsumo híbrido, que mezcla el fotovoltaico y el eólico. O el anuncio este mismo martes ICT Ibérica para desarrollar en su fábrica de El Burgo de Ebro, a apenas diez kilómetros de la capital aragonesa, un proyecto de renovables con el que suministrar casi un 60% de su consumo eléctrico.

En cuanto a los sistemas de almacenamiento, se trata de una tecnología en desarrollo, con proyectos ya en marcha como por ejemplo en bombeo reversible. El catedrático añade otro factor de estos sistemas como es la bajada en el coste de las baterías, que cifra en un 50% “solo el último año” debido a dos factores: la sobrecapacidad productiva de China, lo cual hace que “haya más oferta que demanda”, y el desarrollo tecnológico, “que evoluciona muy deprisa”.

Esta evolución, desde el punto de vista del catedrático de la Universidad de Zaragoza, le hace ver con optimismo el futuro próximo. 

Decenas de miles de millones en inversiones

Los centros de datos concentran gran parte de la actualidad industrial en Aragón desde hace unos meses, con cifras inversoras mareantes que suman decenas de miles de millones de euros. Aunque hay cerca de una veintena de centros planificados, el Gobierno de Aragón solo tiene información por ahora de cuatro de Amazon Web Services -tres de ellos, con sendas ampliaciones-, otros tres de Microsoft, uno de Box2Bit y otro de Blackstone. Para todos ellos ha aprobado o va a aprobar una declaración de interés autonómico e interés general (DIGA), destinada a simplificar trámites.

Los que no se encuentran en el entorno metropolitano de Zaragoza se sitúan, como muy lejos, a 75 kilómetros de la capital aragonesa.

Todos ellos deberán optar a derechos de acceso que se tienen que resolver por concurso. En torno a Zaragoza, Red Eléctrica tiene en estos momentos cuatro nudos susceptibles de convocatoria de concurso. Según ha apuntado en foros públicos el Ministerio para la Transición Ecológica, responsable de estos concursos, el objetivo del Gobierno central es ponerlos en marcha cuanto antes. En octubre, el presidente aragonés, Jorge Azcón, urgió al propio Pedro Sánchez en la reunión que ambos mantuvieron en la Moncloa que dé pasos en este sentido para poder aprovechar el impulso industrial en la comunidad.