Compra pública contra el deterioro de La Cartuja: de la familia Bastaras a la Diputación oscense
El monasterio de La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, ubicado en el término municipal de Sariñena, en la comarca oscense de los Monegros, está ya a salvo del deterioro. En los últimos años, uno de los elementos más importantes de la arquitectura de la Ilustración del siglo XVIII en Aragón ha corrido peligro de terminar en escombros. En 2002 el Gobierno de Aragón le otorgó la distinción de Bien de Interés Cultural pero no dio ningún paso para su recuperación.
Ni las peticiones de la familia Bastaras, ni las reivindicaciones de colectivos como la plataforma ‘Salvemos a la Cartuja’, Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés Apudepa y las instituciones comarcales y locales del territorio hicieron que el Gobierno de Aragón se decidiera por la compra del bien para comenzar su rehabilitación. La Diputación Provincial de Huesca (DPH) se ha hecho cargo y es ahora titular de la propiedad, después de los primeros contactos con la familia a principios de diciembre, y la adquisición oficial esta semana pasada, por un importe de 261.945,52 euros.
La Cartuja Nuestra Señora de las Fuentes, ubicada en una finca de 58.340 metros cuadrados, es la primera fundación cartujana establecida en Aragón. Data de comienzos del siglo XVI pero su periodo de mayor esplendor fue durante el XVIII, cuando Manuel Bayeu pintó sobre sus muros y decoró más de 2.000 metros cuadrados de su interior, una de las más vastas obras murales del siglo XVII en Aragón.Tras la desamortización de Mendizábal, el monasterio pasó mediante venta a manos privadas. Primero tuvo su propiedad la familia Romeo Martínez de Bengoa, posteriormente el Banco Hipotecario de España, quien en 1896 vendió la propiedad a Mariano Bastaras Cavero, cuya familia ha tenido desde entonces la propiedad.
El avanzado estado de deterioro hizo que la familia Bastaras, que no podía acometer por sí misma la rehabilitación, pidiera al Gobierno de Aragón su adquisición. La DGA cifró los costes de restauración en diciembre de 2011 y marzo de 2013 en 27 millones de euros. Posteriormente, la rebajó y se dijo que costaría 16,5 millones de euros restaurarla. Un equipo de expertos en patrimonio coordinados por Apudepa cifró en 300.000 euros las obras de urgencia para salvar la Cartuja y consideró que con un presupuesto de entre 1 y 1, 5 millones de euros sería suficiente para la restauración de las pinturas hecha en varias fases.
El 21 de marzo de 2014, las Cortes de Aragón acordaron por unanimidad instar al Gobierno de Aragón a negociar con los propietarios de la Cartuja de los Monegros la adquisición del citado monumento por la cantidad de 260.000 euros. Acuerdo que nunca se ejecutó. Sin embargo, la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, respondió una carta, el 17 de diciembre de 2014, a un particular que pedía responsabilidad. Rudi dijo: “El Gobierno de Aragón, en lo que va del s.XXI, ha intentado por todos los medios frenar el progresivo deterior que el monumento viene sufriendo. El amplio patrimonio artístico de Aragón nos obliga en estos tiempos de dificultades a aplicar criterios selectivos a la hora de determinar el mantenimiento, la consolidación y la restauración de los monumentos aragoneses”.
El secretario general de Chunta Aragonesista (CHA), Juan Martin, se dirigió en numerosas ocasiones desde los Monegros para pedir una respuesta urgente ante el deterioro de La Cartuja. El partido, con su portavoz en la Comarca de Los Monegros, Chusé Rozas, jugó un papel importante en la reivindicación de su conservación. Junto a Apudepa, ya alertaron en 2008 de la precaria situación que presentaba e informó al entonces Gobierno PSOE-PAR de la situación ruinosa del edificio; el director general de Patrimonio tardó dos años en contestar a la solicitud, mandando una orden de restauración a los propietarios que, ni fue obedecida, ni exigida su ejecución.
Después del escaso interés del Gobierno de Aragón hacia el monasterio, los herederos se dirigieron a la Diputación de Huesca, donde ahora están las llaves. La DPH prepara ahora un plan director para desarrollar en los próximos años. De momento, la diputación dispone en principio de una partida de 200.000 euros para llevar a cabo las actuaciones más urgentes consistentes en reparar la cubierta y frenar el deterioro que puede dañar las pinturas del monasterio.
En los Monegros, sus vecinos han demostrado lo importante que es para ellos mantener su patrimonio. Lo han reivindicado y ahora celebran la rehabilitación. Salen a la calle para festejarlo, con gigantes, cabezudos y una gran romería.