Críticas por la gestión del Auditorio de Zaragoza: invitaciones disparadas y medio programa en manos de una sola agencia
El 66,4% de la programación cultural del Auditorio de Zaragoza está en manos de dos agencias culturales, dirigidas ambas por la misma persona, Llorenc Cabellero. El director de Ibermusica no es el único agente cultural que copa la mayor parte del capital para la programación del Auditorio, ya que el 98% de la inversión está en manos de seis grandes agencias, controladas a su vez por cuatro administradores.
Esta cifran contrasta con el 1,42% restante, que se destina a la contratación de las orquestas semi profesionales. Así lo ha denunciado Zaragoza en Común, que ha criticado que la programación de este espacio está “concentrada en grandes agencias, deficitaria y de escaso impacto cultural”.
Se da la circunstancia además de que las mayores pérdidas económicas se dan precisamente en los conciertos del mismo promotor, con números rojos que superan los 500.000 euros en una temporada y con dígitos en torno al 60%.
Este modelo, basado en ciclos de grandes conciertos, resulta “deficitario”, y, según denuncian en el grupo municipal, implica una pérdida estructural y cronificada a lo largo del tiempo de aproximadamente entre el 40% y el 55% del presupuesto destinado por Zaragoza Cultural a esta actividad.
Según denuncia Zaragoza en Común, las orquestas extranjeras contratadas a través de estas agencias son el principal foco de pérdidas. Además, se hace mediante intermediarios, a través de tres agencias entre las cuales, hay un agente que dirige y representa dos agencias que prácticamente concentran más de la mitad del presupuesto de contratación. “No se programan formaciones orquestales de titularidad pública nacionales que abaratarían muy considerablemente el coste de contratación y ampliarían muy significativamente la propia actividad de programación del Auditorio de Zaragoza”, exponen.
Desde la formación han añadido que, de igual modo, este modelo de programación con un porcentaje tan excesivamente elevado de proyectos ofrecidos por agencias de representación privadas tampoco se da en ninguna otra ciudad española. “Estas pérdidas millonarias superan con creces al presupuesto destinado a los seis grupos residentes, que suele ascender en torno a los 300.000 € anuales, mientras que las pérdidas de ingresos de la temporada de grandes orquestas suele superar los 600.000 o incluso los 1,2 millones de euros, dependiendo de los ingresos destinados a programación de cada año”.
Además, estas pérdidas provienen en su gran mayoría de la agencia que concentra el mayor gasto y es el propio consistorio quien asume el déficit año tras año, al contrario que sucede en ciudades como Madrid o Barcelona donde también opera esta misma empresa y “sí que asume riesgos de taquilla”. Este diario ha intentado contactar con las dos agencias que controlan más de la mitad del gasto, ambas de Llorenc Caballero, pero no ha obtenido respuesta.
“Estamos ante un modelo de programación y gestión exclusivamente de exhibición deficitario y de escaso impacto sociocultural en la ciudad, además de generar un gran desequilibrio respecto al modelo de producción de los grupos residentes”, ha expresado la portavoz de la formación, Elena Tomás. En este sentido, la formación ha criticado que no se programen formaciones orquestales de titularidad pública y nacionales, que abarataría considerablemente el coste de contratación y ampliarían significativamente la propia actividad del Auditorio al tiempo que se apoya el talento local y nacional.
“Estamos ante un modelo de semi privatización encubierta, ya que la mayoría de los conciertos ofrecidos en la temporada no son de producción local (residencias) o de producción propia, que no existe en el Auditorio de Zaragoza. Se trata de una programación realizada a base de producción de terceros, agencias de representación, que hacen de promotores con esos mismos conciertos en sus ciclos en otras ciudades”, ha añadido la portavoz de ZeC.
Zaragoza en Común ha pedido “un cambio urgente” en el modelo de programación para “corregir graves desequilibrios y desigualdades” existentes entre “la programación de formaciones locales y extranjeras, realizadas a través de intermediarios que concentran más de la mitad del gasto”, ha señalado la edil.
Poca venta de entradas
A pesar de la alta inversión pública, el impacto social del Auditorio es mínimo. Según los datos de las tres últimas temporadas, solo entre el 2% y el 4% de la población de Zaragoza asistió a los conciertos. La ocupación promedio de la sala se ha mantenido entre el 55% y el 70%.
La venta de entradas sueltas en taquilla es baja, representando apenas entre el 20% y el 35% de las entradas emitidas. Esto indica una dependencia excesiva de los abonos, que aunque fidelizan a un público reducido, no generan ingresos suficientes para cubrir los altos costes de las contrataciones internacionales. La venta de entradas en taquilla ha oscilado desde las 3.000 entradas vendidas en la temporada 2019-2020 -ya en pandemia- hasta las 8.750 entradas en la temporada 2022-2023, cifras que hay que poner de relieve en proporción a una sala como la sala Mozart con una capacidad de 1.994 butacas.
Por este motivo el número de invitaciones para asistir a actos del Auditorio de Zaragoza que se han hecho por parte del Ayuntamiento no deja de crecer cada temporada. Han sido más de 4.000 entre noviembre de 2022 y junio de 2023, lo que supone casi un 12% del total de entradas emitidas. El aumento ha sido muy fuerte, ya que en la temporada 2019-2020 era casi la mitad, algo más del 6,5%.
“El mismo modelo que utilizó ZEC”
La versión del equipo de gobierno municipal del PP difiere completamente de la de ZEC. La consejera de Cultura, Sara Fernandez, aclara que “todos los grandes artistas están movidos por agencias artísticas con promotores internacionales y nacionales, lo que deja claro el desconocimiento de este grupo municipal sobre cómo funciona el mundo artístico”. Según Fernández, este procedimiento de contratación “es el mismo que utilizó ZEC cuando gobernó”. “El Auditorio de Zaragoza Princesa Leonor utiliza el mismo método, habitual en los teatros y equipamientos nacionales e internacionales, en la música clásica, en los festivales, los ciclos de música y espectáculos musicales festivos” añade la consejera.
Por otra parte, Fernández defiende que el Auditorio “ha recuperado el prestigio que había perdido durante la pandemia pasando de 750 abonados a 1.581 en la actualidad con sólo una aportación municipal de 400.000 euros sobre el presupuesto total de caches de 1,4 millones que supone la temporada de Grandes Conciertos , por lo que se advierte una recaudación por taquillas de alrededor de un millón de euros”.
En referencia al talento local, apuntan desde el área de Cultura, “con los grupos residentes logramos mantener vivo el entusiasmo y el desarrollo de proyectos emergentes en Zaragoza en disciplinas diversas de la música clásica”, entre los que citan el Grupo Enigma, Al Ayre Español y Los Músicos de su Alteza, los coros Amici Musicae y las dos Orquestas Sinfónicas.
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