“Cómo si eso fuera un asunto capital”. Fue la respuesta que recibió Álvaro Sanz a su pregunta acerca del coste para el Estado de las maniobras (ejercicio Trident Juncture) que la OTAN está desarrollando en suelo español desde el pasado miércoles. El diputado por Zaragoza de La Izquierda Plural cuestionó sobre este aspecto al secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles Salaverría, en la Comisión de Presupuestos que tuvo lugar el pasado 20 de agosto.
Argüelles, en la misma línea de su primera respuesta, continuó su intervención señalando que le parecía “asombroso” que solo eso le produjera “curiosidad”. Dijo también el secretario de Estado que él no disponía de esa cifra, pero que estaba convencido de que el almirante se la daría. No fue así, el almirante tampoco respondió.
De esta forma liquidó el Gobierno el asunto en primera instancia. Ocho días después, el pasado 28 de agosto, Álvaro Sanz registró cuatro preguntas al respecto en el Congreso de los Diputados. El enunciado de la primera era claro: “¿Cuál es el coste previsto de la realización de estas maniobras?”. En las demás interrogantes el diputado cuestionaba acerca de si el resto de países participantes también iban a colaborar económicamente y si el Gobierno consideraba adecuada la realización de estas maniobras en la situación de crisis actual. De nuevo no hubo replica.
Dos preguntas, una respuesta vacua y otra inexistente. Parece evidente que el Gobierno de España no quiere desvelar las cifras. Una muestra más, dice Sanz, del “ocultismo” que con esta Administración suele acompañar a todo lo que tiene que ver con el gasto militar: “Con la excusa de que es un servicio público especial se justifica que tengan caja abierta sin tener que responder a ningún trámite”, afirma.
En el caso concreto del Trident Juncture, estima que supondrá “un dineral” para las arcas del Estado; pero no sabe en concepto de qué, ya que esa información tampoco ha sido revelada. Es decir, no se sabe ni cuánto, ni para qué.
Trident Juncture
El Trident Juncture es, según el ministro de Defensa, Pedro Morenés, “probablemente el ejercicio más importante que haya hecho la OTAN”. El mismo, dijo Morenés en su presentación, “va a mostrar las capacidades de la organización para hacer frente a cualquier amenaza”. Siendo las principales amenazas para la Alianza Atlántica “el terrorismo yihadista y la crisis de Ucrania”.
La primera fase consistió en una actividad de puesto de mando que se desarrolló, del 3 al 16 de octubre, en ocho países, entre ellos España. La segunda, en la que ya se está usando fuego real, tiene lugar del 21 de octubre al 6 de noviembre en España, Italia y Portugal. De los 30.000 militares participantes, 20.000 están en España y, de ellos, 10.000 en Zaragoza; concretamente en el Centro de Adiestramiento de San Gregorio.