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La cuota de mercado de la vivienda nueva cae a mínimos históricos en Aragón

Vender casas nuevas ofrece cada vez menos posibilidades de negocio en Aragón, donde la cuota de mercado de ese tipo de casas comienza a situarse por debajo del 20% ante la pujanza del mercado de segunda mano.

No obstante, y tras más de un lustro de animación, el volumen de transacciones de ambas gamas comienza a estancarse con los primeros síntomas de estancamiento de un mercado inmobiliario que parecen íntimamente relacionados con el enfriamiento de la economía y, también, con los mensajes catastrofistas cada vez más frecuentes sobre su evolución en el futuro inmediato.

Los últimos datos sobre compraventa de inmuebles que ofrece la Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad del INE (Instituto Nacional de Estadística), referentes al mes de septiembre, sitúan la cuota de mercado de la vivienda nueva en el 17,92%, del total, con 1.808 transacciones de 10.088, una tasa ligeramente superior a la de los dos últimos años (16,48% y 16,33%), en línea con la de 2016 y 2017 (17,67% y 17,47%) y claramente inferior tanto a la de los primeros ejercicios de la recuperación, con registros de 23,47% y 17,47% en 2014 y 2015.

Una caída en picado

Esa cuota se ha reducido a la mitad en relación con los últimos años de intensificación de la crisis, 2012 y 2013, cuando superaba con claridad el 34%, y a menos de una tercera parte en relación con los dos primeros de encogimiento de la economía, 2009 y 2010, cuando las casas nuevas eran más de la mitad de las que se vendían.

La tendencia decadente de esa tasa ha sido clara en los primeros nueve meses de este año, con solo tres de ellos por encima de la media: los dos primeros, con un 22,4% y un 19,19%, y julio, que a menudo es un mes de repunte de las operaciones inmobiliarias, con un 21,11%.

Este cuadro se da en el noveno año consecutivo, desde 2011, en el que las transacciones de viviendas usadas superan a las de estreno en la comunidad, en una tendencia más acusada año tras año.

El mercado de la vivienda se enfría

Ese desplome de la venta de casas y pisos para estrenar tiene que ver tanto con la oferta como con la demanda.

En la primera, los altos precios tienen un efecto desincentivador sobre los eventuales compradores, que al mismo tiempo ven reducido el abanico de posibilidades por el apalanque, para dedicarlos al alquiler, de buena parte las amplias carteras de activos de las que han ido deshaciéndose los bancos.

En la segunda, los primeros síntomas de enfriamiento de la economía, con un repunte del desempleo y una ralentización de la ocupación en un mercado laboral lastrado por la precariedad y la temporalidad, desincentivan también a los posibles compradores.

No obstante, la desaceleración comienza a ser generalizada en el mercado inmobiliario aragonés, en el que las 1.808 viviendas de estreno y las 8.280 de segunda mano colocadas en los primeros meses del año auguran unos registros no muy alejados de los 2.224 y los 11.269 del año pasado.

De confirmarse, eso supondría un frenazo en seco en ambos capítulos tras cuatro ejercicios consecutivos de incremento de las ventas: al nivel de 2010 en el conjunto del mercado, en registros del final de la burbuja en la vivienda de segunda mano y en marcas inferiores a las previas a la recuperación en la nueva.