Algo ha cambiado en las mesas de negociación colectiva de Aragón tras el acuerdo alcanzado hace unas semanas por CCOO, UGT, Cepyme y CEOE a escala estatal para comenzar a actualizar los salarios: los pactos sobre retribuciones que se están cerrando en la comunidad se han situado como los de mayor cuantía del país, solo superados por los de Euskadi, tras haber cerrado el año anterior como los más rácanos de España.
Ese cambio de orientación llega tras dos años en los que los trabajadores aragoneses han sufrido una intensa pérdida de poder adquisitivo tras enquistarse con la salida de la pandemia una espiral inflacionista con una etapa de congelación salarial.
De acuerdo con los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), el IPC (Índice de Precios de Consumo) alcanzó en Aragón un aumento del 5,9% en 2021 y otro del 7,2% en 2022, lo que sitúa a sus habitantes entre los más afectados por la escalada inflacionista de todo el Estado, donde los registros fueron, respectivamente, siete y dos décimas inferiores.
Eso significa que en esos dos años los precios se dispararon hasta el 13,5% en Aragón, con los impactos alcistas concentrados, además, en productos básicos como el 22,5% que encadenaron los alimentos, el 14,8% del transporte o el 10,8 de la restauración, que a menudo opera como un gasto de carácter laboral.
Hasta trece puntos y medio de empobrecimiento
Paralelamente, y según los datos del Ministerio de Trabajo, los salarios crecieron en Aragón una media del 1,52% en 2021 y otra del 2,02 el año pasado, aunque en este caso, al contrario de lo que ocurrió con los precios, las subidas se situaban por debajo de las medias estatales, que fueron del 1,47% (-0,05%) y del 2,78% (+0,66).
Eso indica que los salarios subieron en Aragón un 3,5% (4,2% en España) en el mismo bienio en el que el coste de la vida se disparó un 13,5%, lo que sitúa la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores de la comunidad en diez puntos.
Sin embargo, esas cifras hacen referencia a una media a la que, en realidad, accedieron apenas una tercera parte de los asalariados aragoneses: las revisiones salariales alcanzaron a 188.267 de ellos en 2021 y a otros 179.354 en 2022, cuando las plantillas sumaban en torno a medio millón.
En realidad, quienes soportaron una pérdida de poder adquisitivo de solo diez puntos por haber tenido esas subidas medias de sueldo no llegan ni a los 180.000, mientras que para el resto la mengua de la capacidad de compra se disparó hasta el 13,5%, con capas y estratos entre los menos perjudicados y los menos beneficiados.
Los trabajadores comienzan a recuperar poder adquisitivo
Esa situación ha comenzado a cambiar con la firma del ANC (Acuerdo de Negociación Colectiva) entre las cuatro principales organizaciones sindicales y patronales del Estado.
De hecho, en los cinco primeros meses del año, que es hasta donde alcanzan los datos publicados al cierre de esta información, el trabajo de las mesas de negociación colectiva ha arrojado como resultado una mejora salarial media del 4,6% que solo superan las de Euskadi (4,74%) y que incluye otros datos positivos.
Uno de ellos afecta al volumen de afectados, que supera los 100.000 en cinco meses (107.354) con un ritmo que duplica con creces el de los dos ejercicios anteriores y que, de mantenerse, llegaría a alcanzar a la mitad de los asalariados.
Otro de ellos se refiere a la relación con la inflación: el hecho de que las revisiones salariales cerradas en los cinco primeros meses del año superen en 1,4 puntos al aumento de los precios (3,2%) indica que al menos una quinta parte de los trabajadores aragoneses han comenzado a recuperar poder adquisitivo tras el impacto que el bienio inflacionista supuso para sus economías familiares.
Más acuerdos en los sectores que en las empresas
Por provincias, las mayores subidas medias se están concentrando en Zaragoza, donde alcanzan el 5,09%, a mucha distancia del 3,37% de Teruel y prácticamente duplicando el 2,62% de Huesca, mientras el avance se queda en el 2,41% en los acuerdos de ámbito geográfico autonómico.
El desglose de los acuerdos deja claro que la iniciativa la están llevando las organizaciones salariales y empresariales, más que los representantes directos de los trabajadores y los empresarios, en línea con una tendencia que se está dando en el conjunto del Estado.
Así, en el ámbito empresarial se cerraron entre enero y mayo 67 acuerdos que afectaban a 14.556 trabajadores que obtuvieron subidas del 2,67%, mientras que los convenios de sector fueron 23, alcanzaron a 92.768 asalariados y arrojaron mejoras salariales del 4,91%.