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Los barrios rurales afectados por la, según los expertos, riada más catastrófica de las últimas siete, tratan de volver a la normalidad. Las ayudas que recibirán tienen distintos orígenes: Gobierno de Aragón, Delegación del Gobierno y Ayuntamiento de Zaragoza, lo que está provocando cierto descontrol. Han solicitado mayor coordinación entre administraciones porque “la gente se está volviendo loca”.
El pasado lunes tuvo lugar una reunión en Monzalbarba a la que acudió el alcalde de dicho barrio, Joaquín Tiestos (PSOE); el primer edil de Alfocea, Antonio Aragües (PP); técnicos de la DGA, miembros del grupo municipal del Partido Popular (PP) y afectados. En ella se informó sobre las próximas actuaciones a realizar para subsanar las afecciones relacionadas con la agricultura.
Joaquín Tiestos ha comentado que las distintas administraciones deberían establecer una única línea de información y ayudas. “Hay personas que tienen seguros, otras que no, daños que cubrirá el Gobierno de España, otros la DGA y también algunos el Ayuntamiento de Zaragoza, la gente ya no sabe ni a quién ni dónde reclamar”.
El alcalde de Alfocea también ha solicitado “información más concreta”, aunque comprende que la situación discurra lentamente. Se ha mostrado satisfecho porque ya le han confirmado la construcción de una mota provisional, en previsión de futuras crecidas.
De las muchas afecciones de los barrios rurales, algunas son competencia del consistorio zaragozano, de ahí que el pasado martes 10 tuviera lugar una reunión en la que estuvieron presentes los alcaldes de Juslibol, Movera, Monzalbarba y Alfocea; el vicealcalde de Zaragoza, Fernando Gimeno; el consejero de Urbanismo, Carlos Pérez Anadón; y la consejera de Participación Ciudadana, Lola Ranera.
Los primeros ediles salieron contentos del encuentro y han destacado la “buena predisposición” del Gobierno municipal. María Belén Fuentes (PP), alcaldesa de Juslibol, ha apuntado que el Ayuntamiento se comprometió a solucionar todos los desperfectos que sean de ámbito municipal.
El alcalde de Movera, Ismael Abadía (PP), se ha manifestado en la misma línea: “Tanto por parte del consistorio de la capital aragonesa como de la DGA se están haciendo bien las cosas”. Ha destacado que Lola Ranera les autorizó, “el mismo día de la riada”, a hacer una obra para tapar los puentes del cuarto cinturón.
A pesar de que de los cuatro alcaldes mencionados tres son del PP, todos se han quejado por la actuación de la administración autonómica. Uno de los que se ha expresado con mayor vehemencia ha sido Antonio Aragües. Para él esto ha sido una “catástrofe” y les han engañado “como a chinos”.
También la máxima responsable del consistorio de Juslibol ha destacado la “falta de información”. Algunas casas inundadas, ha dicho, se podían haber vaciado “si nos hubieran avisado”. Joaquín Tiestos ha asegurado que “nadie lo hizo bien” durante las riadas, mientras que el alcalde de Movera sigue sin entender por qué “no se sabía el agua que iba a venir”.
Los barrios rurales afectados por la, según los expertos, riada más catastrófica de las últimas siete, tratan de volver a la normalidad. Las ayudas que recibirán tienen distintos orígenes: Gobierno de Aragón, Delegación del Gobierno y Ayuntamiento de Zaragoza, lo que está provocando cierto descontrol. Han solicitado mayor coordinación entre administraciones porque “la gente se está volviendo loca”.
El pasado lunes tuvo lugar una reunión en Monzalbarba a la que acudió el alcalde de dicho barrio, Joaquín Tiestos (PSOE); el primer edil de Alfocea, Antonio Aragües (PP); técnicos de la DGA, miembros del grupo municipal del Partido Popular (PP) y afectados. En ella se informó sobre las próximas actuaciones a realizar para subsanar las afecciones relacionadas con la agricultura.