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El Prismático es el blog de opinión de elDiario.es/aragon. 

Las opiniones que aquí se expresan son las de quienes firman los artículos y no responden necesariamente a las de la redacción del diario.

Gracián vive en Graus

Presentación en el Paraninfo del libro de López Otín 9 enero 2025
16 de enero de 2025 05:30 h

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En Graus hay un carril bici y peatonal de siete kilómetros y medio que llega hasta el embalse. En el Cinca, en el centro de Graus, se solazan unas truchas de medio metro que se dan la vuelta para mostrar sus dos lados, oscuro y plateado.

El Cinca tiene eso, que no puedes dejar de mirarte en el espejo. Las truchas son longanizas plateadas. En el Espacio Pirineos está Gracián en un cuadro con la pluma en la mano. Un cartel explica que estuvo en 1651, y que la tradición local cuenta que aquí escribió la segunda parte de El Criticón. Luego estuvo en 1658, castigado por su orden, y enseguida falleció en Tarazona. Apenas hay dos retratos de Gracián, y el de Graus es bien majo. Gracián vive en Graus, en la antigua iglesia jesuítica, rodeado de fauna y flora y arte de la zona.

En la cabecera de esa iglesia hermosa y desacralizada y sagrada hay un mural de la biodiversidad, un retablo de naturaleza lleno de animales, flora y paisajes. El jabalí y el tejón y la nutria y la jineta están muy logrados, culebras, serpientes, batracios, insectos. Una maravilla.

Hay salas de todos los tamaños para alquilar. Y una expo de esculturas alucinantes de Pedro Anía en alabastro, mármol de Calatorao… Pedro Anía ha restaurado la portada de la iglesia de Castarlenas, que también se expone en el mismo espacio (doblemente sagrado y desacralizado) y que es una maravilla que no te deja apear los ojos. La iglesia de Castarlenas se cae a pedazos.

La casa de Joaquín Costa, etc.

Subiendo a la base de La Peña hay unos callejones y en uno de ellos, junto a un corral de ocas y gallinas enormes y frente a una huerta, se alza un observatorio astronómico algo descuidado: su cúpula remite a la de Monegrillo, quizá ven lo mismo más o menos, según lo lejos que atinen.

La foto es de la presentación del libro 'La levedad de las libélulas' de Carlos López Otín en el Aula Magna del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, el pasado día 9 de enero. El autor, entre Irene Vallejo y Luis Alegre. Fue un momento inolvidable, mucha gente no pudo acceder al aula. López Otín recomienda comer al 80% de lo que pida el cuerpo, y el consejo 299 de Gracián es Dejar con hambre. El consejo completo contiene el famoso precepto de “lo bueno, si breve, dos veces bueno”.

299 “Dexar con hambre. Hase de dexar en los labios aun con el néctar. Es el deseo medida de la estimación; hasta la material sed es treta de buen gusto picarla, pero no acabarla. Lo bueno, si poco, dos vezes bueno. Es grande la vaxa de la segunda vez: hartazgos de agrado son peligrosos, que ocasionan desprecio a la más eterna eminencia. Única regla de agradar: coger el apetito picado con el hambre con que quedó. Si se ha de irritar, sea antes por impaciencia del deseo que por enfado de la fruición: gústase al doble de la felicidad penada.”

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