Preguntas enredadas

Una se pregunta que si Francia quiere prohibir las redes wifi públicas y la red TOR (la Deep Internet, Internet profunda), tras los atentados del pasado 13N en París, cómo es que no quiere prohibir la fabricación de armas y explosivos.

Y qué pasaría si Albert fuera presidente, si Pablo se cortara la melena, si Mariano combatiera la corrupción y si Pedro dejara de hablar de la reforma de la Constitución. Al menos por un día.

Una se pregunta, también, si la Plataforma Logística de Zaragoza -PLAZA- es la quinta plataforma logística de Europa y la primera de España, según un estudio realizado por una consultora alemana especializadísima: Deutsche GVZ y el Institute of Shipping Economics and Logistics, ¿cómo es que sigan vacías tantas naves y solares y los precios estén por los suelos?

Estamos rodeados de nieve en el Pirineo, de debates electorales en la televisión y de candidatos y encuestas en las redes sociales. ¡Cuánto ruido! Esas mismas redes que llevan ya un tiempo asustando a los gobiernos y con las que los gobiernos nos quieren asustar. Gobiernos que casi nunca hablan, o responden al estilo “manzanas traigo”, pero que ahora claman, a viva voz, por el control de internet. Ya quisieran, ya quisieran muchos.

Hasta el actual presidente y candidato -de nuevo- a ser presidente, que se oculta tras la vicepresidenta que no es candidata pero debate como si lo fuera con unos tacones de infarto, abogaba esta misma “semanita mitinera” por combatir la delincuencia en las redes.

Una se pregunta cómo es que quieren combatir la delincuencia en las redes y no en los paraísos fiscales.

Una se pregunta por qué Garzón -el candidato con menos debates televisivos pero con más retuits (más de 22.000) de su famoso: “¿os ha gustado mi intervención? Es lo que tiene la democracia, que está a régimen”- llegaba a la ciudad del cierzo -ayer mismo- en un día encapotado y gris. Los de Garzón -no el juez sino el político joven de la IU de Anguita- han salido a la calle a debatir - no los llaman para la tele- y a hacer el boca a boca. Eso han dicho. Hacer el boca a boca en política no es lo mismo que en el ámbito sanitario, ¿no?

Vivimos rodeamos de preguntas.

Rodeados de preguntas que Pessoa no se hacía cuando escribió: “me maravillo de lo que he conseguido no ver”.

Rodeados de preguntas enredadas.

Igual hay que hacer caso al maravilloso Chestertson cuando escribió con sarcasmo: “¡sea buen chico y bébase la leche!”

Una se pregunta que si Francia quiere prohibir las redes wifi públicas y la red TOR (la Deep Internet, Internet profunda), tras los atentados del pasado 13N en París, cómo es que no quiere prohibir la fabricación de armas y explosivos.

Y qué pasaría si Albert fuera presidente, si Pablo se cortara la melena, si Mariano combatiera la corrupción y si Pedro dejara de hablar de la reforma de la Constitución. Al menos por un día.