Ser

Ser o no ser y uno no sabe si es o no es. ¿Ser significa existir, significa sentir, significa pensar, significa pertenencia a algo? ¿Qué significa? Ser mujer. Ser hombre. Ser aragonés. Ser persona. Ser y a veces sentimos que ser se desvanece y desaparece porque dejamos de ser y buscamos las razones y no las encontramos, porque simplemente en un momento del camino dejamos de ser y pasamos a estar. Y estar no es ser: estar se puede estar en cualquier sitio, casi de paso incluso; ser, sin embargo, entronca con un sentimiento arraigado, profundo, con una realidad innegable que te devuelve el espejo, con la esencia misma de las cosas que amas, se llamen estas paisaje, hombre, mujer o país.

Pero a ser cada día lo arrinconamos más y más, porque lo importante es estar. Ser es débil porque duda, sin embargo estar es fuerte porque impone. Vivimos en una sociedad que se debate entre el Ser y el Estar y yo me reivindico admiradora del ser, con todas las incertidumbres que ello conlleva. Nunca debimos olvidar al ser y así lo escribió Willliam Shakespeare en su endiablado Hamlet: “ser o no ser, esa es la cuestión”. Y sí, esa es la cuestión: saber si queremos ser o estar, porque siendo avanzamos, estando simplemente dejamos que los días pasen y olvidamos una y otra las razones que nos hicieron Ser. Sea cual sea ese ser.

Ser o no ser y uno no sabe si es o no es. ¿Ser significa existir, significa sentir, significa pensar, significa pertenencia a algo? ¿Qué significa? Ser mujer. Ser hombre. Ser aragonés. Ser persona. Ser y a veces sentimos que ser se desvanece y desaparece porque dejamos de ser y buscamos las razones y no las encontramos, porque simplemente en un momento del camino dejamos de ser y pasamos a estar. Y estar no es ser: estar se puede estar en cualquier sitio, casi de paso incluso; ser, sin embargo, entronca con un sentimiento arraigado, profundo, con una realidad innegable que te devuelve el espejo, con la esencia misma de las cosas que amas, se llamen estas paisaje, hombre, mujer o país.

Pero a ser cada día lo arrinconamos más y más, porque lo importante es estar. Ser es débil porque duda, sin embargo estar es fuerte porque impone. Vivimos en una sociedad que se debate entre el Ser y el Estar y yo me reivindico admiradora del ser, con todas las incertidumbres que ello conlleva. Nunca debimos olvidar al ser y así lo escribió Willliam Shakespeare en su endiablado Hamlet: “ser o no ser, esa es la cuestión”. Y sí, esa es la cuestión: saber si queremos ser o estar, porque siendo avanzamos, estando simplemente dejamos que los días pasen y olvidamos una y otra las razones que nos hicieron Ser. Sea cual sea ese ser.